Las rampas (61%), las puertas de apertura automática (68%) y los telefonillos adaptados a la altura de una silla de ruedas (49%) son las actuaciones de mejora más urgentes que demandan las personas con movilidad reducida o edad avanzada para facilitar el acceso a su edificio de viviendas, tal y como revela el informe “Rampa hacia la accesibilidad” elaborado por la Fundación Mutua de Propietarios.

En España cerca del 70% de sus habitantes residen en pisos, 2,5 millones de personas tienen movilidad reducida y 608.000 viven solas en su hogar. Pese a ello, seis de cada diez edificios de viviendas (un 59%) tienen escalones antes de llegar al portal, convirtiéndose en la primera gran barrera a la que debe enfrentarse una persona con movilidad reducida cuando accede al inmueble donde reside, y solo un 28% tiene rampa o dispone de plataforma elevadora (4%). Además, las rampas en ocasiones presentan dificultades por estar demasiado inclinadas (14%), por carecer de barandillas a ambos lados (65%), o porque su superficie es deslizante (9%).

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El 59% de los inmuebles de viviendas tiene escalones antes de llegar al portal, y sólo un 28% tienen rampa y un 4% plataforma elevadora

En este contexto, Laura López Demarbre, vicepresidenta ejecutiva de la Fundación Mutua de Propietarios, señala que “es esencial ponerse en la piel de las personas con movilidad reducida para conocer de primera mano las numerosas barreras físicas que deben sortear diariamente y así promover que se actúe con celeridad para solventarlas”.

Entre los inmuebles que han realizado obras de mejora de accesibilidad, el principal elemento reformado ha sido la rampa (57%), seguida de la puerta de acceso (34%) y el portero automático (23%).  En este sentido, es de destacar que un 38% de los españoles afirma que el edificio tuviera rampa o plataforma fue decisivo a la hora de comprar su vivienda.

El estudio de la Fundación Mutua de Propietarios, que analiza el grado de accesibilidad de los accesos a los 9,8 millones de edificios destinados a viviendas que existen en España, desvela que el 14% de los edificios no posee portero automático y, de los que lo tienen, el 91% no es accesible para una persona en silla de ruedas.

Otra de las grandes dificultades a las que se exponen las personas mayores o con movilidad reducida reside en la apertura del portal de acceso al edificio, una acción complicada para un 56% debido a su peso o por dificultades en utilizar la cerradura. En este punto, un 39% indica que la puerta no se sujeta sola o se cierra demasiado rápido.

El informe de la Fundación Mutua de Propietarios también se cuestiona en el grado de accesibilidad de otro de los accesos al edificio –el garaje-, desvelando que un 82% tiene escalón, escalera u obstáculo antes de la puerta dificultando el acceso. En este punto, aunque los edificios tengan rampa de acceso del parking a las viviendas, los principales inconvenientes se centran en su inclinación (un 23% asegura que es difícil subirla) y en que carece de barandilla a ambos lados (76%).