Carta abierta de Cinta Pascual, Presidenta de ACRA, al Govern de la Generalitat de Catalunya
El President Aragonès explicó en el Parlament de Catalunya que el nuevo Govern impulsará una transformación “social, verde, feminista y democrática”. El sector de la atención a las personas mayores es uno de los pilares de nuestra sociedad ya que se ocupa del bienestar de un colectivo especialmente vulnerable como son las personas en situación de dependencia.
Además, nuestro sector está plenamente feminizado, con unos porcentajes superiores al 85% en lo que respecta a la ocupación de mujeres. Y tenemos una gran capacidad innovadora, capaz de adaptarse a las nuevas necesidades de las personas, un ámbito comprometido con los retos de presente y futuro de nuestro país.
Desde ACRA, por tanto, creemos que la nueva legislatura que ahora empieza debe servir para situar en primera línea las políticas de atención a las persona mayores con dependencia. Es una situación de justicia social, de empatía hacia los más vulnerables. Hace falta voluntad política, por tanto, pero sobre todo es necesaria una mirada distinta, más humana, entender que la atención a los mayores no puede ser una urgencia o ser importante en función de una pandemia sino en función de nuestros valores como país. Las personas mayores son importantes.
Vivimos una situación complicada donde hay que recuperar la confianza en el sector, muy deteriorada después de tantos meses de pandemia. Debemos permitir que las personas en situación de lista de espera, más de 17.000, puedan acceder a los recursos asistenciales más adecuados en función de su estado, y así recuperar la plena ocupación en los equipamientos.
A menudo hablamos de la necesidad de mejorar el modelo de atención. Estamos a favor, siempre y cuando se haga un debate honesto que sitúe el fomento de la calidad y la Atención Centrada en la Persona (ACP) como los dos ejes principales. La ACP es el modelo estándar que las sociedades más avanzadas tienen para cuidar a las personas mayores. Es un modelo que sitúa al frente los deseos y las necesidades de las personas usuarias, permitiéndolas envejecer de la misma forma que han vivido. Es eso lo que queremos, indiscutiblemente. Eso sí, la calidad y la ACP tienen un precio y hay que definir primero de qué financiación disponemos si queremos saber qué podemos cambiar y qué no.
ACRA defiende doblar el presupuesto actual de la Generalitat, alcanzando así los 3.000 millones de euros anuales. Será necesario también seguir trabajando para que el Estado cumpla con sus obligaciones y llegue al 2% del PIB en atención a la dependencia, tal y como sucede en muchos otros países europeos.
Y no nos olvidemos de la coordinación sociosanitaria. La residencia es la casa de la persona mayor, el lugar donde vive. Y cada persona mayor tiene el derecho a recibir un servicio de calidad y gratuito por parte del Sistema Público de Salud. Sin excepciones. No vale decir que como la pandemia ha remitido, la atención sanitaria debe depender únicamente de las residencias. Hablamos de coordinación, de trabajo conjunto, de implicación de la atención primaria.
Pedimos una atención adaptada a las necesidades de las personas usuarias y a las características de cada territorio, que respete la idiosincrasia de unos centros con necesidad de atención médica, pero que no son hospitales ni lo quieren ser.
Nuestra sociedad va envejeciendo a cada día que pasa. Viviremos más años y nuestra autonomía personal requerirá servicios adaptados a necesidades que ahora sólo intuimos a imaginar. Por tanto, hay que impulsar esta transformación social anunciada por el President Aragonès, hacerla realidad. Desde ACRA estamos dispuestos, como patronal mayoritaria del sector, con la mano tendida y desde la responsabilidad y la representatividad que siempre ha caracterizado nuestra trayectoria.