Seguir una alimentación saludable es básica para evitar el aumento de la dependencia, la aceleración de patologías crónicas y, en general, el rápido deterioro de la salud de las personas mayores, tal y como se puso de manifiesto en la tercera jornada del «I Foro de Envejecimiento» organizado por la Fundación Edad&Vida.
Esta jornada estuvo centrada en esta ocasión en dos aspectos básicos para garantizar altos estándares de bienestar y calidad de vida de las personas mayores: la nutrición y alimentación para un envejecimiento sano y saludable, y las necesidades de cuidados de larga duración de personas en situación de dependencia.
La jornada arrancó con la intervención de Edwin Fernández, doctor en nutrición, científico-investigador de la Fundación para la Investigación Biomédica del Hospital Universitario La Paz. El Dr. Fernández recalcó que «las personas mayores son un grupo etario con requerimientos nutricionales específicos y padecen enfermedades crónicas como la hipertensión, la diabetes o la artrosis, entre otras. Enfermedades que provocan cambios tanto en sus requerimientos nutricionales como en su calidad de vida».
En este sentido, «la alimentación es clave para hacer frente a estos cambios en el organismo para evitar un rápido deterioro de la salud. Porque la desnutrición derivada de una alimentación inadecuada y de patologías crónicas supone una disminución significativa de la funcionalidad de la persona y un aumento de la dependencia«, subrayó el Dr. Fernández.
Para conocer qué soluciones específicas en materia nutricional ofrecen diferentes empresas del sector alimentario, Pablo Perlado, director de relaciones institucionales y acceso al mercado de Hartmann, moderó una mesa en la que participaron Romina Polo, nutricionista-dietista de Campofrío; Jaume Borràs, director general de BrudyLab; y Guillermina Moreno, medical manager de nutrición enteral de Fresenius Kabi España.
Romina Polo expuso las principales características de los productos Healthcare Campofrío, indicando que «son alimentos totalmente naturales, que cubren los requerimientos nutricionales de las personas mayores, y que cuentan con una textura modificada para facilitar la ingesta de las personas con problemas de masticación o disfagia. Queremos poder ofrecer toda la cobertura dietética, desde el desayuno hasta la cena, con unas recetas apetecibles y sabrosas, basadas en la dieta mediterránea, y con unos valores nutricionales seguros y controlados».
Por su lado, Jaume Borràs, de BrudyLab, explicó las ventajas de la micronutrición. señalando que «el proceso de envejecimiento biológico va asociado al estrés oxidativo al que sometemos a nuestro organismo a lo largo de nuestra vida, y que deriva del oxígeno que respiramos desde que nacemos hasta que morimos. La micronutrición nos permite suavizarlo, minimizarlo y hacerlo menos agresivo, favoreciendo y potenciando a su vez los mecanismos reparadores«.
Finalmente intervino Guillermina Moreno, de Fresenius Kabi, destacando que «trabajamos, entre otros, en el campo de la nutrición clínica. Ofrecemos nutrición parental, que se administra por vía intravenosa, y nutrición enteral, que utiliza el tracto gastrointestinal. Aunque siempre intentamos optimizar la nutrición enteral, con soluciones que tienen especialmente en cuenta el sabor de los alimentos, que es una de las grandes demandas de todos nuestros consumidores».
Implicaciones éticas y morales de los cuidados de larga duración
En segunda sesión de la tercera jornada del «I Foro de Envejecimiento» organizado por la Fundación Edad&Vida, se abordó el futuro de los cuidados de larga duración y contó con una primera ponencia de la especialista en bioética y ética de los cuidados Victoria Camps, que hizo hincapié en las implicaciones éticas y morales que deben llevar asociadas todos los cuidados de personas en situación de dependencia y/o vulnerabilidad.
«Los cuidados y la asistencia deben cubrir una serie de necesidades integrales: clínicas, sociales, emocionales, espirituales… y adaptarse a las preferencias y deseos de las personas que los reciben. Debemos poner en la agenda pública el valor del cuidado. En cualquier democracia es la obligación de cualquier gobierno democrático detectar necesidades y repartir responsabilidades. Aún queda mucho campo por recorrer en la profesionalización e institucionalización de los cuidados», señaló.
A continuación, en un debate moderado por Fernando Sánchez, director de comunicación y relaciones institucionales de Mémora, Salomé Martín, directora de desarrollo técnico de Eulen Sociosanitario, destacó que «debemos reflexionar en profundidad para modificar el modelo de cuidados de larga duración. Debemos evolucionar hacia la integración de la sanidad y los servicios sociales, poner en valor al sector del cuidado y sus profesionales, desarrollar lo servicios domiciliarios, y que los diferentes modelos de centros se adapten a las necesidades y opciones personales distintas de las personas mayores».
Por su parte, Fini Pérez, directora técnico-asistencial de DomusVi, incidió en que «para cuidar a una persona debemos comprender su historia, su relato de vida, y hallar las claves para conocer sus necesidades actuales. Los cuidados integrales en la población en residencias suponen un reto para las organizaciones: cuidar a una persona debe ir siempre ligado a los principios éticos de dignidad, vulnerabilidad, autonomía e integridad».
Rosa Bonachela, directora del área de desarrollo de Macrosad, cerró la jornada poniendo el foco en la visión humanista que debe tener cualquier empresa, y señalando que «en nuestra organización, la transparencia corporativa y la cultura empresarial humanista son dos de los principios y valores que nos rigen como organización. Creemos firmemente que la ética para un envejecimiento digno y positivo debería prevalecer en todas las compañías y organizaciones del sector, garantizando un envejecimiento con óptimos niveles de bienestar y calidad de vida».