Un artículo de Juan Alos, director de la unidad de negocio ALCAD Facility.
La atención al usuario en las residencias de ancianos ha evolucionado mucho, y para bien, en los últimos años. La mayor especialización de los equipos sociosanitarios y el cambio de modelo de negocio de las propias residencias, basculando de un concepto de “hospital” hacia un modelo más cálido y centrado en las personas, con unos servicios y unas decoraciones más parecidas a las que podemos encontrar en un hotel, han permitido mejorar, y mucho, la calidad de vida de las personas mayores a su cuidado.
El esfuerzo de las empresas fabricantes por escuchar las necesidades de las residencias nos obliga a adaptar cada día los cambios tecnológicos y plasmarlos en nuevos y cada vez más modernos dispositivos. Desde centrales táctiles hasta dispositivos de llamada con audio integrado, pasando por los puestos de enfermería móviles con tablets y teléfonos inteligentes, cada elemento del sistema está pensado para que la gestión del centro y la monitorización de los usuarios sean óptimas.
En este sentido, entre todos los servicios ofertados, podemos decir que los sistemas de comunicación usuario-enfermera constituyen uno de los puntos críticos, ya que forman parte del canal directo de comunicación de las personas usuarias con el personal sociosanitario cuando surge un problema o una necesidad. Por ello, contar con un sistema ágil y robusto resulta fundamental para que no exista ningún tipo de fallo en la conexión en estos momentos críticos.
Hace años que apretar el botón de llamada desde la habitación se convirtió en el medio por excelencia para realizar una llamada al puesto de enfermería. La persona usuaria tenía un problema y, con este simple gesto, era capaz de transmitirlo de manera instantánea al equipo sociosanitario, que a partir de ese momento ponía en marcha el protocolo correspondiente. Es decir, había una respuesta “reactiva” por parte del equipo de enfermería ante un evento que ya se ha producido.
Respuestas “activas”: el futuro pasa por adelantarse a los problemas
En la actualidad, la progresiva incorporación de la Inteligencia Artificial en nuestras vidas ha permitido la llegada de un nuevo paradigma a las residencias de mayores. En efecto, el futuro en la securización de espacios en centros sociosanitarios pasa por incorporar la inteligencia artificial a los sistemas de comunicación paciente-enfermera ya existentes.
Un avance que va a permitir dotar al personal sociosanitario de herramientas de trabajo naturales, con dispositivos cada vez más pequeños y potentes, con múltiples funciones y más integrados en la decoración. Los usuarios van a percibir un ambiente amable y cálido, con diseños exquisitos y minimalistas que ayudan a crear una sensación de confort.
Pero el verdadero salto cualitativo que la Inteligencia Artificial va a aportar a las residencias es mucho más profundo. Si antes decíamos que las respuestas del equipo sociosanitario ante un problema eran “reactivas”, con la aplicación de la IA éstas pasan a ser “activas”. Es decir: el sistema permite anticiparse a los problemas antes de que éstos se produzcan, proporcionando servicios de alto valor añadido.
Se trata, por tanto, de una herramienta que aumenta la seguridad del paciente, optimiza el tiempo de trabajo de los profesionales a la vez que reduce los costes de explotación. Y todo ello, de una manera no invasiva: al no necesitar wearables o tags, se elimina la sensación de intrusión en los usuarios (wearables) y desaparece la posibilidad de error por la pérdida de una prenda (tags), por ejemplo.
Control de errantes “invisible”
Una de las funcionalidades más interesantes de esta nueva tecnología se encuentra en el control de errantes, una cuestión delicada en el día a día de cualquier residencia. En este caso, su aplicación permite dar un salto cualitativo con respecto a los actuales modelos, ya que permite el control de los usuarios sin necesidad de wearables y de una manera “invisible”, ya que no necesita de elementos físicos.
En efecto, la Inteligencia Artificial elimina cualquier accesorio susceptible de perderse o de causar molestias a los usuarios, y que pueden ir desde pulseras o colgantes hasta tags acoplados a la ropa. Con una sola imagen alojada en el servidor y a través de las cámaras instaladas en el centro, el sistema es capaz de reconocer a cualquier persona y lanzar una alarma en los casos programados. Y sin violar la LOPD: el usuario habrá dado su consentimiento previo al archivo de su imagen en el servidor local y la grabación de imágenes no es necesaria, por lo que nadie puede tener acceso a esta información.
Toda esta tecnología ya está en el mercado. Después de más de un año de trabajo en colaboración con otras empresas punteras, en ALCAD hemos sido capaces de poner a disposición de los centros residenciales una solución que responde a múltiples necesidades: ACCURO.AI. En 2008 fuimos los primeros en crear un sistema paciente-enfermera 100% IP, y ahora volvemos a encabezar este nuevo cambio de paradigma.
Se trata de un sistema propietario del cliente, instalado en un servidor propio, por lo que no requiere de conexión a Internet ni, por tanto, de la contratación de servicios en la nube (Azure, DataFlow, AWS, etc.). Una ventaja decisiva, ya que protege al centro de posibles ciberataques desde el exterior, permitiendo crear un entorno de trabajo 100% seguro ante los ciberdelincuentes.
Como hemos comentado al principio, se trata de ofrecer cada día un mejor y más completo servicio a los centros sociosanitarios y, por ende, mejorar la calidad de vida de las personas mayores a su cuidado. Ése es y seguirá siendo el objetivo principal de las empresas fabricantes, siempre atentas a escuchar las nuevas necesidades que pueden ir surgiendo en las residencias.
E-mail: juanalos@nullalcad.net LinkedIn: @juan-alos