Después del «parón obligado» de la pandemia, los centros STIMA reactivan de forma telemática la iniciativa «Cuid-Arte», un grupo de apoyo abierto a todo cuidador familiar que necesite ayuda para paliar la sobrecarga que supone cuidar a una persona dependiente.
Así, los Centros de Día STIMA, conscientes de la necesidad de formación, información y apoyo constante por parte de los familiares de personas mayores dependientes pone a disposición de cualquier interesado el grupo de cuidadores «Cuid-Arte», que se reúne con los profesionales de los centros STIMA con el objetivo de tratar temas relacionados con las enfermedades que se abordan en los centros. Además, los asistentes pueden trasladar todas sus inquietudes que surgen en el cuidado diario de la persona mayor dependiente a los profesionales del centro.
Este grupo de apoyo al cuidador tiene lugar con una frecuencia quincenal durante dos horas vía zoom. «Con motivo de la pandemia nos vimos obligados a paralizarlo temporalmente para minimizar el riesgo de contagios dentro de los centros. Ahora, después de valorarlo mucho, lo hemos retomado de forma telemática porque la necesidad de las familias aumentaba y empeoraba con la situación actual que vivimos«, explica Patricia del Barco, Directora de Operaciones de Grupo STIMA.
El programa «Cuid-Arte», está dirigido a todos los cuidadores de los usuarios de los centros STIMA y también a todo aquel cuidador que pudiera estar interesado. «Normalmente se invita a las familias que se han puesto en contacto con nosotros por algún motivo, se envía la información a trabajadoras sociales de la zona y a médicos u otros colaboradores. El interés de STIMA es el de ayudar a cuantas más familias mejor«, manifiesta la Directora de Operaciones.
Sentirse acompañados en el largo camino de los cuidados
Los efectos positivos de esta iniciativa son múltiples tanto para los cuidadores como para la persona cuidada. En primer lugar los cuidadores mejoran los síntomas de la sobrecarga que padecen, se sienten apoyados, están más y mejor formados a cerca de la enfermedad de la persona mayor, sienten menos soledad, están más relajados y en general sienten compañía en el largo camino de los cuidados a una persona dependiente. Por su parte, las personas mayores se benefician de un cuidador que cuida con más calidad, más feliz y tranquilo.
«Los cuidadores son los grandes olvidados en general por la mayoría de los recursos que atienden a personas mayores. Habitualmente se da por hecho que la única persona que tiene necesidades es el mayor dependiente al ser la persona enferma o discapacitada; sin embargo, los cuidadores también necesitan que los escuchemos y les tengamos en cuenta«, comenta Patricia.
Para la Directora de Operaciones de STIMA los cuidadores deben estar presentes como parte fundamental en la intervención a realizar con la persona mayor porque deben formar parte de la solución y no ser parte del problema al no tenerles en cuenta. «Un/a cuidador/a que no tenga sobrecarga colaborara mejor en continuar el trabajo que se hace en el centro de día cuando el mayor está en casa«, asegura.
Respecto a los planes de futuro de «Cui-Arte», Patricia del Barco concluye «esperamos que el grupo crezca, crezca mucho, que se convierta en una comunidad grande, en un grupo de ayuda que llegue a muchas familias tanto de forma presencial (esperamos que podamos retomar este formato a corto plazo) como de forma telemática«.