Desde la Fundación Pasqual Maragall se ofrece una serie de recomendaciones para ayudar a mantenerse sano el cerebro. Seguir una dieta mediterránea, hacer ejercicio moderado o mantener la actividad intelectual son algunas de las claves para mantener la salud cerebral.
Tal y como recuerdan desde la Fundación Pasqual Maragall es necesario concienciar sobre la importancia de tener un cerebro sano y sobre los riesgos y las enfermedades asociadas a este órgano vital, como la demencia y, en particular, la debida a la enfermedad de Alzheimer, que afecta a más de 900.000 personas solo en España.
El Alzheimer sigue sin tener cura, y si no se halla un tratamiento que frene su curso se calcula que, en 2050, el número de casos podría duplicarse. A pesar de ello, la evidencia científica apunta cada vez con más consistencia que lo que es bueno para el corazón también lo es para un cerebro sano. Es decir, llevar una vida saludable, evitando el sedentarismo y controlando los factores de riesgo cardiovascular puede reducir el riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
Así lo demuestran algunos de los estudios más recientes del Barcelona βeta Brain Research Center (BBRC), el centro de investigación de la Fundación Pasqual Maragall, que constatan el vínculo entre el consumo de ciertos alimentos, como el pescado azul, y una mayor resiliencia cerebral, o la precoz asociación entre un aumento del riesgo cardiovascular y los cambios negativos en el metabolismo cerebral.
Recomendaciones clave para la salud cerebral
La inmensa mayoría de los casos de Alzheimer no están genéticamente determinados. Se caracterizan por su aparición tardía, posterior a los 65 años, y porque su origen no se puede atribuir a una única causa, sino a una combinación de factores de riesgo modificables, ligados a nuestro estilo de vida, y otros no modificables, como la edad o la genética. Controlar los modificables podría llegar a evitar el desarrollo de demencia hasta en un 40% de los casos.
En este sentido, la Fundación Pasqual Maragall advierte de la importancia de adquirir unos hábitos de vida que contribuyan a mantener una buena salud cerebral. Se trata de unas prácticas muy sencillas que ayudan a mantener bajo control ciertos factores de riesgo modificables:
- Seguir una dieta mediterránea
Basada en alimentos como el aceite de oliva virgen extra, los vegetales, las frutas, los pescados, los huevos y los cereales. Hay que evitar, en la medida lo posible, la sal, las grasas de origen animal, el azúcar y los alimentos precocinados. - Controlar la hipertensión
Conviene tenerla bajo control médico y con revisiones periódicas. - Abandonar el tabaco y el consumo excesivo de alcohol
Se debe eliminar para prevenir numerosas enfermedades. - Vigilar la obesidad, el colesterol y la diabetes
Hay que seguir una dieta equilibrada y realizar las revisiones médicas pertinentes. - Hacer ejercicio moderado todos los días
Salir a caminar a ritmo rápido durante 30 minutos, ir al gimnasio, practicar algún deporte o hacer una tabla de ejercicios en el parque. - Cuidar el bienestar emocional
Es fundamental para tener una vida tranquila y equilibrada. Además, es importante tratar adecuadamente trastornos como la ansiedad y la depresión. - Mantener la actividad intelectual
Una alta reserva cognitiva es una buena aliada para un cerebro sano. Se pueden recomendar actividades como la lectura, los juegos de mesa o el ajedrez, pero, en general, todo aquello que implique aprender. - Cultivar las relaciones
Es necesario salir de casa y mantenerse activo socialmente.