Un artículo de Esther Camacho,
de la Asociación Española de Psicogerontología

El uso de las nuevas tecnologías como herramienta para conectar entre sí, a un mayor número de usuarios no es nuevo. A pesar de ello, la pandemia vino a poner de relieve la importancia de favorecer el acercamiento, adaptación y la democratización en el uso de estas tecnologías en la población mayor. El objetivo ahora es facilitar en estas el contacto de forma remota tanto con amigos y familiares como con los servicios ya sean de ocio, comercial o sanitario. En el caso del ultimo es primordial el acceso a servicios básicos como son la evaluación, la prevención y el tratamiento de patologías sin necesidad de realizar traslados.

A pesar de estar muy presentes en la sociedad, las nuevas tecnologías no han conseguido implantarse del todo en el grueso de la población mayor. El binomio mayores y tecnología siempre se ha visto cubierto por un aura de incomprensión. No ha sido hasta la pandemia cuando nos hemos visto obligados a trabajar a contra reloj para acercar esa gran herramienta que es la tecnología a estas generaciones especialmente los profesionales de la gerontología y los familiares que buscaban de alguna forma mantener el contacto con sus seres queridos ante el obligado distanciamiento físico.

Qué son las nuevas tecnologías y qué hacen por nosotros

Se denomina nuevas tecnologías a todos aquellos recursos y medios que han ido surgiendo en los últimos años y que facilitan el flujo de información mediante aparatos y recursos tecnológicos como el Internet, los teléfonos inteligentes o los relojes inteligentes que monitorizan nuestros signos vitales y hábitos. Su acceso es tan importante actualmente que para muchos servicios es el primer y en muchos casos único medio de contacto. Esto se traduce en acceso a tramites administrativos o bancarios que solo son posibles por medio de internet.

En el campo de la salud pueden significar un puente o una barrera en el acceso a actos de primera necesidad (todos aquellos los orientados a proteger y mantener la salud de las personas), como el acceder a una cita sanitaria, acceder a su historial médico, etc. Con los servicios sanitarios saturados debido a la alta demanda, los tiempos de espera para las citas presenciales ha extendido dando preferencia a las citas virtuales. A pesar de esto, este cambio no se ha seguido de una adecuada instrucción accesible a toda la población que permitiera el poder solicitar y acudir a las citas online, simplemente se dio por hecho que alguien más se encargaría de formar o de realizar el trabajo por aquellas personas sin acceso o conocimiento a estas tecnologías.

Esta virtualización también ha afectado al acceso a los servicios asistenciales encargados de prevenir y tratar problemas sociales como es el caso del aislamiento. También se han visto afectadas aquellas orientadas a mantener la independencia; cubrir necesidades de movilidad o aquellas que se encargan del mantenimiento y prevención de la perdida de las capacidades cognitivas.

Intervención a través de las tecnologías

A pesar de esta brecha en el acceso a la tecnología y la aparente decidía a corregirla, no se puede negar que es una gran herramienta con mucho potencial y las ventajas para la población mayor son considerables. Cada vez son más los recursos asistenciales a los que se puede acceder gracias a las nuevas tecnologías. Estos recursos se ofertan a través de distintas iniciativas entre los que podemos encontrar:

• Programas que se dirigen a la evaluación y tratamiento de patologías que afectan a la movilidad.
• Proyectos orientados a la evaluación y rehabilitación o estimulación de las funciones cognitivas.
• Proyectos que promueven la participación de las personas mayores en actividades culturales o artísticas.
• Proyectos de intervención psicológica dirigidos a la población mayor.

Por su parte, también existen recursos no pensados en exclusiva para la población mayor pero que han sido creados de forma que por sus características resultan amables en su uso por personas adultas de cualquier edad. Estas cumplen funciones muy variadas como son: entretener, estimular y facilitar el aprendizaje, la comunicación de forma telemática, el acceso al ocio y la cultura, etc.

Algunos ejemplos de estas últimas son las aplicaciones de uso extendido para móviles y tabletas que tanto éxito han tenido en los últimos años. Algunos de estas apps y programas son: Brain Train Academy, Doulingo o Words of Wonders que han tenido gran éxito entre la población y en especial entre las personas mayores. Estas apps o juegos que en principio parecen tener solo la intención de entretener pueden resultar útiles para entrenar algunas capacidades cerebrales y prevenir su deterioro, además son una buena herramienta para el entrenamiento en el uso de la tecnología, ya que por sus características lúdicas motivan a la persona a utilizar su dispositivo inteligente.

El definitiva, al trabajar con el binomio personas mayores y tecnología el objetivo debería ser acercar el acceso al conocimiento centrándose en cómo aprovechar los servicios que ya cuentan con un soporte digital y diseñando de forma accesible los que aún no están disponibles, todo esto manteniendo en medida de lo posible el acceso a tramites de manera presencial. Por lo tanto, se debe pensar en la accesibilidad que tendrán estos recursos desde el momento de ser diseñados, tanto a nivel de facilidad de uso y acceso a nivel económico, siempre sin perder de vista la calidad y el rigor científico en el caso de las intervenciones.

En resumen, acercar las nuevas tecnologías a las personas mayores se encuentra en la lista de metas a cumplir como sociedad integradora. Estos recursos han demostrado ser efectivos para tratar muchas necesidades y en lugar de demonizarlos, debemos seguir buscando la forma de que esta tecnología sea bien recibida por el público mayor.

Para esto hace falta tener presente la importancia de las oportunidades de aprendizaje del uso de las tecnologías de forma gradual y amigable. En este punto es importante el papel de los profesionales dedicados a las personas mayores como es el caso de especialidades como la Psicogerontóloga, la terapia ocupacional y el trabajo social, ya que son las encargadas del estudio de las necesidades y capacidades de la población mayor a la hora de diseñar, ofertar y trabajar con estas tecnologías.