Un artículo de Nieves Campos,
Directora del Departamento Técnico Asistencial de DomusVi
El envejecimiento demográfico de la sociedad española, derivado del aumento de la esperanza de vida, junto con el incremento de la cronicidad, la pluripatología y las situaciones de dependencia, conlleva que las residencias de mayores constituyan un actor clave en el futuro y en el bienestar de las personas mayores. Este reto al que nos enfrentamos tiene una incidencia directa en el perfil de personas que atendemos actualmente en nuestros centros residenciales.
La mayoría de familias que optan por un servicio de atención residencial, lo hacen principalmente debido a problemas de salud complejos, asociados a niveles de dependencia cada vez más elevados y que requieren de atención profesional asistencial y de recursos especializados. Es preciso también señalar el alto porcentaje de personas con enfermedades crónicas avanzadas y progresivas e incluso con un pronóstico que requiere de atención paliativa.
La misión de las residencias de personas mayores es la de velar, cuidar y atender a estas personas con enfermedades crónicas y las complicaciones que puedan derivarse de ellas. Se trata de personas cuyas enfermedades pasan por procesos lentos en su progresión, pero mantenidos en el tiempo y sin posibilidad de resolución espontánea. A lo largo de estos procesos, los enfermos padecen, entre otros, deterioro físico, trastornos en su salud mental, estrés emocional, depresión o ansiedad y deterioro funcional social.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) las enfermedades crónicas son aquellas “afecciones de larga duración (más de 6 meses) con una progresión generalmente lenta”. Y las principales son las de carácter cardiovascular, como los infartos de miocardio y los accidentes cerebrovasculares; el cáncer; las enfermedades respiratorias crónicas, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y el asma; y la diabetes. En el caso de DomusVi, las enfermedades crónicas más comunes entre nuestros residentes son las patologías derivadas del sistema circulatorio y del sistema nervioso.
Según datos del INE (Instituto Nacional de Estadística) en cuanto a género, las enfermedades más comunes entre las mujeres son la artrosis, la tensión alta y el dolor de espalda crónico, especialmente lumbar. Mientras que entre los hombres, las más usuales son la tensión y el colesterol altos.
Unas enfermedades cuyos síntomas repercuten directamente en una menor calidad de vida de la persona, agravándose aún más en las personas con dos o más enfermedades crónicas, situación que afecta también a sus cuidadores, familiares y a las personas que forman parte de su entorno más cercano.
De ahí que la labor de las residencias sea crucial para la contribución al bienestar de las personas que presentan estos diagnósticos a fin de frenar o incluso mejorar los síntomas gracias al servicio e implicación de los profesionales sociosanitarios, y al uso de herramientas adecuadas para ello. Esto es posible a través de innovadoras terapias no farmacológicas, adaptadas a las necesidades de los residentes, y en las que se ha observado la aportación de múltiples beneficios que mejoran los síntomas de la enfermedad.
En los centros DomusVi se llevan a cabo múltiples y variadas sesiones como terapias en salas multisensoriales, donde los usuarios reciben estímulos a través de todos sus sentidos; terapias con muñecos o robots; la gerontogimnasia, actividades de revitalización grupal a través de ejercicios respiratorios y motores; y talleres de equilibrio, danzaterapia y yoga, entre otras.
Todas estas actividades son planificadas e impartidas por profesionales especializados como psicólogos, terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas, auxiliares de enfermería, técnicos de tiempo libre o técnicos en actividades socioculturales.
Es así como se posibilita, en las residencias de mayores, la asistencia a personas con el objetivo de mejorar sus habilidades motoras, sensoriales, cognitivas y comunicativas, al tiempo que se apoya a sus familias, quienes confían el cuidado de sus seres queridos a manos profesionales para acompañarles durante las distintas etapas de la vejez, garantizando su bienestar y la máxima vitalidad posible.
Sobre la autora
Nieves Campos es especialista en geriatría y gestión de personas. Diplomada en enfermería por la Universidad Pontificia de Salamanca, con un Máster en cuidados paliativos por la Universidad Pontificia Comillas, es experta universitaria en gestión y liderazgo de equipos por la Universidad a Distancia de Madrid, realizado con la Escuela Internacional de Ciencias de la Salud de Madrid.
Campos inició su carrera en 1994 como enfermera en centros residenciales para personas mayores y ha desarrollado su trayectoria profesional a nivel nacional e internacional, trabajando en países como Francia o Portugal.
En 2006 se incorporó a DomusVi España como coordinadora del centro residencial Santa Justa (Sevilla) y en 2017 fue promocionada a coordinadora del Departamento Técnico Asistencial de la compañía en España. Desde agosto de 2021 ejerce como directora en funciones del Departamento Técnico Asistencial de DomusVi España.
Con más de 25 años de experiencia en el sector sociosanitario, Nieves es miembro del equipo de espiritualidad de la Sociedad Andaluza de Cuidados Paliativos (SACPA), miembro del Comité de Ética Asistencial de DomusVi España desde 2011 y coordinadora del EDEA (Equipo de Ética Aplicada) de DomusVi en Andalucía.