La Residencia Gregorio García Antonio de Sinlabajos de Avila es uno de los centros sociosanotarios que dispone de ‘LifeVac’, un dispositivo de emergencia de uso sencillo para evitar el riesgo de muerte por la asfixia debida a un atragantamiento. De hecho, gracias a este recurso de emergencia en este centro se han podido superar esta difícil situación en varias ocasiones, evitando un desenlace trágico.
Tal y como explican desde la Residencia Gregorio García Antonio de Sinlabajos, que está gestionada por la asociación sin ánimo de lucro ASOCRIS, la primera vez que lo utilizaron no tenían la certeza de su eficacia. Recurrieron a LifeVac tras realizar a la paciente -una mujer que se había atragantado con un trozo de membrillo- el protocolo OVACE sin que funcionara. Ante la extrema urgencia de la situación, el personal sanitario que la atendió usó este dispositivo logrando liberar la obstrucción y consiguiendo que la mujer recuperara la consciencia.
En el centro desde entonces tienen siempre a mano este dispositivo, que han utilizado con éxito en otras dos ocasiones, con pacientes con deterioro cognitivo, con pluripatologías, entre ellas la disfagia, y en silla de ruedas, condiciones que dificultan los resultados de la Maniobra de Heimlich, que se realizó previamente en todos los casos.
María Teresa Martín, directora del centro, señala que “conocimos la existencia del dispositivo LifeVac a través de Víctor, un enfermero que estuvo trabajando con nosotros. Nos habló de él en una jornada sobre primeros auxilios y esa misma tarde pedimos dos unidades”. “Es el aliado que no debería faltar en ningún domicilio y centro de trabajo”, indica.
Y es que los casos de atragantamiento son más frecuentes de lo que parece, especialmente entre aquellas personas que sufren problemas de masticación o deglución, como la disfagia. Esta patología, que implica la dificultad para tragar, afecta hasta el 33% de ancianos que viven solos, mientras que la prevalencia entre los mayores que viven en residencias aumenta al 50%.
Muchos de los afectados padecen otras patologías o alteraciones neurológicas, como Alzheimer, Parkinson o demencia, o problemas de movilidad, que pueden provocarla. Por tanto, la disfagia es tan frecuente en la persona mayor, que se presenta como un gran síndrome geriátrico, ya que puede causar diversos problemas e, incluso, la muerte.
Uno de los efectos traumáticos de la disfagia es el atragantamiento. Y en estos casos la intervención rápida es fundamental, ya que, ante la falta de oxígeno, la muerte cerebral comienza a partir de tan sólo 4 minutos. El tratamiento actual de la OVACE (Obstrucción de la vía aérea por cuerpo extraño) se basa en un protocolo que va desde inducir al paciente a toser, a palmadas en la espalda, compresiones abdominales (Maniobra de Heimlich) y compresiones torácicas, pero dependiendo de la situación en la que se produce dicho suceso y al estado de la persona afectada no siempre es posible practicarlos de manera eficaz o dificultan su éxito.
En estos momentos de angustia, es imprescindible saber cómo actuar. Pero también ayuda poder contar con dispositivos de emergencia para atragantamiento a los que recurrir cuando los protocolos no tienen éxito.
Un ensayo realizado por investigadores de la Universidad de Warwick y la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de Birmingham en Gran Bretaña, publicado en la revista Resuscitation Plus ha estudiado la eficacia de los dispositivos antiatragantamiento actuales, estableciendo comparativas con el protocolo de compresiones abdominales (maniobra de Heimlich).
El estudio independiente, revisado y aprobado por el Comité Ético de Investigación Científica y Biomédica de la Universidad de Warwick y realizado por iniciativa de estas instituciones, concluye que el dispositivo LifeVac tuvo una mayor tasa de éxito en la eliminación de la obstrucción de la vía aérea en comparación con las compresiones abdominales y con el otro dispositivo analizado (Dechoker).
Los protocolos actuales para estos casos deben siempre realizarse en primer lugar y están estandarizados en las guías ERC. Sin embargo, dependiendo de la situación en la que se produce dicho suceso y del estado de la persona afectada no siempre es posible practicarlos de manera eficaz o dificultan su éxito, como es el caso de personas atendidas en la residencia Gregorio García Antonio.