Un artículo del Colegio Oficial de Terapeutas Ocupacionales de Galicia (COTOGA)

La terapia ocupacional es una profesión sociosanitaria que interviene en la promoción de la salud y el bienestar a través de la ocupación y está centrada en la persona. El principal objetivo de la terapia ocupacional es capacitar a las personas para participar en las actividades de la vida diaria de forma independiente (WFOT, 2010).

Desde la terapia ocupacional acompañamos a las personas durante todo su ciclo vital, pero es el ámbito de las personas mayores donde nuestra profesión se consolida y cobra especial protagonismo, siendo una disciplina que desempeña un papel esencial dentro del sistema integrado de servicios necesarios para un envejecimiento saludable a lo largo de la vida.

La terapia ocupacional en el ámbito de las personas mayores contribuye significativamente a crear y mantener la salud, el bienestar y la calidad de vida a través de las ocupaciones diarias (WHO, 2020). Nuestra disciplina interviene para favorecer entornos adaptados y accesibles para las personas mayores, que impulsen su autonomía en el día a día, cooperando en su participación activa dentro de la comunidad.

La Estrategia Mundial y el Plan de Acción de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el Envejecimiento y la Salud, se orientan hacia una visión de una vida larga y saludable para todas las personas, teniendo en cuenta que en el envejecimiento activo se incluye tanto los aspectos de la salud física y mental como la participación continua por parte de las personas mayores en asuntos sociales, culturales, espirituales, cívicos y económicos. Este concepto no solo contempla a las personas de forma individual sino también a los grupos de población.

La terapia ocupacional promueve el envejecimiento activo mediante cuatro pilares fundamentales:

• salud
• ocupación
• participación
• seguridad

Las/os terapeutas ocupacionales tienen un papel multifacético para favorecer la vida activa en las personas mayores, poniendo el foco en su autonomía diaria y su entorno; en permitir la participación y la seguridad de la comunidad; en influir en las políticas y las actitudes; y en abordar la accesibilidad de viviendas y edificios comunitarios, transporte y espacios al aire libre (Gamliel, 2016).

Conocemos que las personas mayores a menudo se enfrentan a una reducción de las oportunidades sociales y económicas, a daños en la autoestima y a problemas de salud física y mental como resultado del edadismo (Rudman, 2006). Las/os terapeutas ocupacionales adoptamos un enfoque, dentro del envejecimiento activo, basado en la justicia ocupacional y la promoción de oportunidades, para que todas las personas puedan participar libremente en sus ocupaciones, siempre ajustadas a sus necesidades e intereses.

La terapia ocupacional contribuye a esta visión, empoderando a las personas mayores e interviniendo en diferentes áreas de ocupación para la prevención de la discapacidad y dependencia, favoreciendo:

1. Adaptación del hogar
Las/os terapeutas ocupacionales valoramos las barreras arquitectónicas e identificamos las dificultades que las personas mayores puedan tener en su hogar para realizar las actividades de forma independiente y segura. Las adaptaciones del hogar suelen implementarse para evitar caídas, para simplificar y hacer más funcional el hogar, y sobre todo, para que la persona pueda seguir viviendo en su hogar de forma cómoda

2. Asesoramiento en productos de apoyo
Además de eliminar barreras arquitectónicas en el hogar, desde terapia ocupacional proporcionamos asesoramiento personalizado para el uso de diferentes dispositivos de apoyo que puedan ayudar a desempeñar las actividades del día a día, ya sean de autocuidado, como para la realización de tareas del hogar, de movilidad (bastón, andador, muleta…), apoyo para transferencias (tablas, grúas…), productos de apoyo para la alimentación autónoma (cubiertos engrosados, agarraderas para vasos…), apoyos para la comunicación, ayudas para visión y audición, entre otros.

3. Estrategias de conservación de energía, economía y protección articular
Tenemos en cuenta estos principios para adaptar y graduar el desempeño de las actividades para que se puedan realizar de forma plena y segura. Trabajamos con la persona mayor para realizar las actividades previniendo daños o consecuencias a nivel físico que repercutan en su día a día.

4. Uso de la tecnología: cada vez es más común y más con la aparición de la pandemia, el uso de la tecnología
En el marco de la práctica de las/os terapeutas ocupacionales más actual, se incluyen las intervenciones virtuales frente a la brecha digital que conduce la sociedad actual en las personas mayores. Esto quiere decir que, las/os terapeutas ocupacionales capacitamos a la persona para que pueda hacer uso de la tecnología ya sea porque intentando simplificar el entorno del ordenador/tablet/móvil, o para la propuesta de adaptaciones para su uso y manejo de forma independiente. Asimismo, la tecnología puede ser útil de múltiples formas, tanto para el ocio, como la comunicación o para promover la alfabetización digital y permitir el acceso al uso de la tecnología en igualdad de condiciones.

5. Rutinas y hábitos
En este aspecto se suele acompañar a la persona mayor a crear hábitos y rutinas saludables adecuados a su situación personal, mediante el uso de calendarios y agendas, planificación de actividades semanales, la intervención para un equilibrio entre las diferentes actividades realizadas diariamente y el tiempo que se le dedica a cada actividad, etc.

6. Exploración de roles e intereses
Existe un momento vital que es el paso de la vida adulta a la conocida “vejez”, una transición que implica un cambio en los roles de la persona mayor, ocupaciones e intereses, ya que pasan de tener una vida laboral activa a un nuevo estatus, la jubilación. Las/os terapeutas ocupacionales acompañan e intervienen con la persona en este proceso y conjuntamente establecen nuevos hábitos y rutinas adecuados a esta nueva etapa, explorar nuevas actividades que generen interés en la persona. En esta misma línea, intervenimos con las personas mayores para la exploración de nuevas formas de ocio desconocidas y que favorecen la participación activa en la comunidad

7. Intervención con la persona cuidadora
El envejecimiento activo también engloba a las personas mayores con discapacidad y/o dependencia, se trata de favorecer su participación sin distinciones en materia de salud, para ello es importante el asesoramiento y entrenamiento de estrategias para que la persona cuidadora reduzca sus niveles de posible sobrecarga en su día a día. Por ejemplo, en el entrenamiento de las transferencias para evitar daños físicos, manejo en la comunicación y acompañamiento/creación de rutinas y hábitos que puedan hacer más fácil su día a día, entre otros.

Como conclusión, el envejecimiento activo y saludable es una estrategia para desarrollar y mantener la capacidad funcional que permita el bienestar en las personas mayores en su propia vida y en la comunidad. La terapia ocupacional desempeña un papel fundamental en el empoderamiento de las personas adultas mayores en el envejecimiento activo, al facilitar tanto las ocupaciones, como los entornos que apoyan la ocupación a lo largo de la vida (WFOT, 2020), optimizando los recursos existentes en el propio individuo y en su entorno, canalizando sus capacidades e intereses y proporcionando estrategias para mejorar sus posibilidades de participación, teniendo en cuenta, siempre a la persona mayor como un ser activo y participativo en su entorno espiritual, social y cultural (Duque, 2010).