La suplementación nutricional oral mejora el estado nutricional y funcional de las personas mayores que viven en residencias, tal y como revela el estudio PROT-e-GER, impulsado por Nutricia y dirigido por el Dr. Alfonso J. Cruz-Jentoft, Jefe del Servicio de Geriatría del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid.
El 12% de la población española sufre de desnutrición, de la cual el 70% son personas mayores, y de ellas, entre el 6,5% y el 10% viven en residencias. Numerosos estudios muestran mayores tasas de desnutrición en las personas mayores que viven en residencias, en comparación con aquellas que viven en sus hogares, ya que son personas con un gran número de enfermedades y problemas físicos y mentales que dificultan su alimentación normal. Varios estudios muestran que el estado de nutrición se puede mejorar, pero las personas ingresadas en residencias suelen estar excluidas de las investigaciones, por lo que se desconocía si también se podían beneficiar del uso de SNO.
En este sentido, el estudio PROT-e-GER se ha llevado a cabo en 38 residencias de toda España y ha incluido a 244 personas de una media de 86 años edad, quienes recibieron un Suplemento Nutricional Oral (SNO) dos veces al día (Fortimel Complete) durante 12 semanas. El 90,2% de los adultos mayores que han participado en esta investigación ganaron peso (el 37,9% ganaron más de 3 kg) y el número de personas no dependientes, es decir que pueden realizar las actividades básicas de la vida diaria, tales como asearse, vestirse o comer sin ayuda, aumentó un 4,5%.
Tal y como destaca el Dr. Cruz-Jenoft, “los mayores que viven en residencias suelen ser excluidos de la investigación clínica por su complejidad. Sin embargo, reciben tratamientos que solo han sido estudiados en personas más jóvenes y más sanas, incluyendo muchos medicamentos. Elegimos un diseño de estudio particular, conocido como estudio pragmático, para averiguar si los resultados de la investigación sobre intervención nutricional pueden aplicarse de forma eficaz y segura en estos pacientes tan debilitados. Afortunadamente, la respuesta es positiva, lo que ayudará a los profesionales a tratar a sus pacientes en las residencias con más soporte científico y por tanto, con mayor certeza”.
Para prevenir la desnutrición en adultos mayores, el empleo de Suplementos Nutricionales Orales es una práctica habitual. Sin embargo, no existen demasiadas evidencias científicas al respecto. “En los pacientes mayores se encuentra frecuentemente la sarcopenia, que se trata de una pérdida de masa y fuerza muscular con repercusión en la fragilidad. Es un factor de riesgo de deterioro funcional, caídas, fracturas, dependencia, hospitalizaciones evitables y deterioro de la calidad de vida. Por este motivo, desde Nutricia hemos querido colaborar con la comunidad médica para investigar la relevancia que puede tener la intervención nutricional precoz en las personas mayores que viven en residencias”, explica Gonzalo Zárate, Director Médico de Danone Specialized Nutrition.
El estudio PROT-e-GER es un ensayo observacional, multicéntrico, prospectivo y pragmático, que se ha llevado a cabo con el objetivo de evaluar los efectos de la suplementación nutricional en adultos mayores que viven en residencias. El perfil de los participantes en esta investigación eran personas desnutridas, con un alto grado de discapacidad y alta prevalencia de deterioro cognitivo, que fueron reclutados por los médicos de las residencias tras previas intervenciones dietéticas infructuosas. Al inicio del seguimiento, el 77,3% de los participantes presentaba desnutrición y estado funcional deteriorado, el 93,9% tenía un Índice de Masa Corporal (IMC) bajo, y el 92,2% presentaba una pérdida de peso significativa.
La desnutrición relacionada con la enfermedad afecta negativamente a la calidad de vida de las personas
La desnutrición relacionada con la enfermedad (DRE) es una condición médica que se presenta en personas con patologías tanto crónicas como agudas. Afecta a unos 30 millones de personas en Europa y conlleva un coste asociado de unos 170.000 millones de euros anuales. La DRE se asocia a un aumento de la morbimortalidad, prolonga la estancia hospitalaria, aumenta el riesgo de infecciones y de otras complicaciones. La DRE afecta negativamente a la calidad de vida de las personas y disminuye su capacidad funcional. La intervención nutricional precoz es clave para mejorar tanto el estado de nutrición como el pronóstico de las enfermedades de base.
Las personas que viven en residencias presentan un gran número de enfermedades, alto grado de dependencia física y mental, y como consecuencia un mal estado nutricional, lo que motiva con más frecuencia su atención en los servicios de Urgencias o el ingreso hospitalario. En este sentido, los expertos estiman que alrededor de la tercera parte de ellos son derivados al menos, una vez al año, a urgencias requiriendo ingreso hasta en la mitad de los casos.