La safinamida ofrece un enfoque innovador para el tratamiento de los síntomas no motores de la enfermedad de Parkinson, tal y como refleja el estudio clínico SAFINONMOTOR, en el que han participado cinco centros de Galicia y que ha contado con el apoyo de Zambon España.
La enfermedad de Parkinson (EP), segundo trastorno neurodegenerativo progresivo crónico más frecuente después de la enfermedad de Alzheimer, es muy conocida por sus síntomas motores. Sin embargo, también se caracteriza por toda una sintomatología no motora, como el dolor, las alteraciones del sueño, la fatiga o la depresión, que experimentan más del 90% de los pacientes con esta enfermedad y que repercute negativamente en su calidad de vida.
Muchos de estos trastornos pueden mejorar con el safinamida, una molécula indicada para el tratamiento de pacientes adultos con enfermedad de Parkinson idiopática, como tratamiento complementario a una dosis estable de levodopa sola o en combinación con otros medicamentos antiparkinsonianos, en pacientes en fase media o avanzada con fluctuaciones.
Así se desprende de las conclusiones el estudio SAFINONMOTOR, publicadas la revista Brain Sciences, un estudio clínico coordinado por el Dr. Diego Santos, neurólogo del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña, Coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos de Movimiento de la Sociedad Española de Neurología y Vicepresidente de la Fundación Degen.
Para llevar a cabo la investigación, se contó con 50 pacientes de cinco centros de Neurología de Galicia a los que se les hizo un seguimiento de seis meses mientras recibían safinamida, 50 mg/día durante un mes y después aumentaban a 100 mg/día, a criterio del neurólogo. Tras los seis meses de tratamiento se observó cómo los pacientes presentaban una reducción media en la puntuación total de la escala de síntoma no motores del 38.5% (NMSS, por sus siglas en inglés).
Tal y como explica el Dr. Santos, «esta mejoría se detectó sobre todo en los campos referentes al sueño y fatiga, al estado de ánimo y apatía, atención y memoria, síntomas gastrointestinales, síntomas urinarios y dolor. Observamos además que esta mejoría empezaba ya al mes de iniciar el tratamiento, y sus resultados se mantuvieron hasta completar los seis meses».
Los efectos de safinamida se observaron con ambas dosis y tuvieron una incidencia positiva en la mejora de la calidad de vida de los pacientes. El estudio demostró también que la safinamida mejora la sintomatología motora y es una molécula segura y bien tolerada, con resultados de efectos adversos en línea con otros estudios previos de este fármaco. «También hemos podido observar que había una mejora en el bienestar emocional de los pacientes, que podría ser debido a un efecto antidepresivo per se de la safinamida o que al mejorar otros síntomas estos repercuten en este bienestar», añade el especialistas del Departamento de Neurología del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña.
Recientes subanálisis del estudio también concluyeron que la safinamida puede ser útil en el tratamiento de la depresión, el dolor, en la mejora del sueño y de la somnolencia diurna en las personas que sufren de Parkinson.
La sintomatología no motora genera pérdida de autonomía
En España, la enfermedad de Parkinson afecta alrededor de 160.000 personas y a más de 7 millones en todo el mundo. Según los últimos estudios, en 2040 superará los 12 millones de personas afectadas en el mundo. Su tratamiento es diferente en función de la evolución de cada paciente, siendo preciso adaptarlo a las necesidades de cada momento. Hoy en día no se dispone de un tratamiento curativo y la medicación se centra en restablecer el contenido de dopamina en el cerebro con el objetivo de mejorar los síntomas y la calidad de vida de los pacientes.
«La mayor parte de la investigación actual sobre la enfermedad de Parkinson se centra en mejorar los síntomas motores. Sin embargo, la sintomatología no motora, que afecta en gran medida a la pérdida de autonomía de las personas que conviven con esta enfermedad, sigue siendo un gran reto. Por ese motivo, en Zambon hemos hecho una apuesta por esta área de investigación para dar respuesta a las necesidades no cubiertas de las personas con Parkinson y mejorar así su calidad de vida», explica Marta Barbachano, responsable de la Unidad de Negocio de Specialty de Zambon España, compañía que ha colaborado en este estudio.