El programa solidario “Final de Vida y Soledad”, tiene como objetivo acompañar a personas que se encuentran en una situación de soledad no deseada y que se enfrentan con vulnerabilidad a una enfermedad crónica o a una etapa final de vida. Esta iniciativa apuesta por crear una red de apoyo donde se impliquen agentes cómo entidades y asociaciones que, coordinadas, den respuesta a esta necesidad en los diferentes ámbitos de actuación: residencias, hospitales, domicilios, discapacidad y acción social.

“Final de vida y soledad” nace en el año 2015 y desde entonces ya ha atendido a más de 22.000 personas que se encontraban en una situación de fragilidad y desprotección a causa de la nueva pandemia silenciosa del siglo XXI: la soledad no deseada. Este programa, financiado por la Obra Social la Caixa, ha conseguido ampliar su red de apoyo con esta colaboración entre el Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Castellón y la Cruz Roja Española de Castellón.

Así, los farmacéuticos de la ciudad de Castelló y el Grao se incorporan a este proyecto como agentes sanitarios que están cerca del paciente y pueden detectar, desde la Oficina de Farmacia, casos difíciles de soledad en personas que estén pasando por un momento difícil y, por lo tanto, informar al ciudadano del acompañamiento emocional con voluntarios con formación y experiencia que se ofrece desde la organización de la Cruz Roja Española en Castellón.

La cercanía del farmacéutico con el paciente permite detectar casos de soledad

Esteban Fortea Marco, presidente del comité provincial de Cruz Roja Española en Castellón asegura que «es básica la colaboración con las farmacias porque la cercanía del farmacéutico con el paciente permite detectar casos que, de otra forma, sería difícil desde la Cruz Roja”. Asimismo, Fortea hace un llamamiento a la sociedad, ya que desde Cruz Roja se sigue buscando a personas con una sensibilidad ante estas situaciones que quieran acompañar de forma voluntaria a las personas que se encuentran en situaciones difíciles.

Por otro lado, Sergio Marco Peiró, presidente del Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Castellón, destaca que “es una colaboración importante por la capilaridad que ofrece la Oficina de Farmacia, ya que el farmacéutico conoce de cerca a sus pacientes, por lo que puede ‘levantar el teléfono’ y alarmar sobre los posibles casos».

En una fase inicial, este proyecto se difundirá entre las Oficinas de Farmacia de la ciudad de Castelló y el Grao, aunque está previsto que en un futuro se pueda extender a otros municipios de la provincia, especialmente a las zonas rurales de Castellón.