Debido al envejecimiento de la población, cada vez es más habitual el ingreso hospitalario de pacientes de edad avanzada, a los que es habitual que la hospitalización suponga un deterioro funcional importante motivado por la aparición de complicaciones durante la estancia hospitalaria y por el propio proceso de envejecimiento, señalan desde el Hospital Universitari Sagrat Cor de Barcelona.
Y es que, tal y como señala Verónica Cordero, directora de Enfermería del centro, «la fragilidad comporta una mayor vulnerabilidad del paciente ante la enfermedad, un aumento del riesgo de deterioro funcional con la consiguiente dependencia para el desarrollo de las actividades de la vida diaria y, en última instancia, la muerte».
En este sentido, el Hospital Universitari Sagrat Cor de Barcelona ha instaurado una Unidad Integral Multidisciplinar para el Abordaje de la Fragilidad, «específica para el cuidado de estos pacientes, adaptando el centro sanitario a sus necesidades para fomentar su autonomía y dignidad mediante el empoderamiento y conseguir una buena adherencia terapéutica», indica Anna Cruz, directora gerente de este Hospital.
Para la directora del Sagrat Cor, los objetivos del centro en el ámbito de la fragilidad pasan por «cambiar el modelo hospitalario; abordar de forma integral al paciente frágil; que este pueda conservar su autonomía y dignidad; fomentar la educación sanitaria; la coordinación con otros niveles asistenciales para realizar la transición tras el alta; evitar ingresos mediante la utilización de los recursos de la Unidad; reducir la estancia hospitalaria tras el ingreso; contribuir a la sostenibilidad del sistema sanitario y reducir la mortalidad».
Montse Cantero, jefa de área del ámbito de la Fragilidad y la Continuidad Asistencial del Sagrat Cor destaca que esta Unidad dispone de asistencia de urgencias 24 horas; Hospital de Día de 9 a 17 horas; valoración geriátrica a cargo de profesionales del servicio de Medicina Interna; Unidad de Hospitalización exclusiva, situada en la novena planta del Hospital; plan de cuidados especializado (movilización precoz y ejercicios de salud); continuidad asistencial y contención domiciliaria.
La doctora Ana Lozano, jefa médica de Fragilidad señala que «los problemas que el paciente frágil presenta de forma más frecuente son el sedentarismo, la polimedicación, la desnutrición, el síndrome confusional y la incontinencia urinaria. Para cada uno de ellos se ha desarrollado una actuación específica: movilización precoz, prescripción de medicamentos adecuada, dietas adaptadas, manejo del delirium y conservación de la continencia urinaria». Para Montse Cantero lo fundamental es «que el paciente que ingrese continente al alta lo siga siendo y el paciente que ingrese con movilidad salga del hospital con la misma que entró».
Para lograr estos objetivos, la Unidad Integral Multidisciplinar para el Abordaje de la Fragilidad dispone de un equipo de profesionales altamente especializados en el manejo y cuidado de los pacientes. Cuenta con una jefa de ámbito, una jefa médica, una enfermera referente, un enfermero referente de la Unidad Funcional Interdisciplinaria Sociosanitaria (UFISS), una enfermera referente de duelo y acompañamiento, una trabajadora social, médicos, enfermeras, auxiliares y fisioterapeuta.
La personalización de los cuidados durante el ingreso, fundamental
Desde el Hospital Universitari Sagrat Cor se entiende que la personalización de los cuidados durante el proceso asistencial es el pilar fundamental para conseguir una atención integral y continuada, orientada a la persona. Esta personalización se basa en un sistema utilizado por las enfermeras para organizar y proveer cuidados con una alta calidad y de forma coste efectiva, tanto en el ámbito hospitalario como en la comunidad.
En este ámbito, la relación de las enfermeras con sus pacientes resulta determinante para crear un vínculo especial basado en la comunicación efectiva y afectiva antes, durante y después de la atención, teniendo en cuenta sus necesidades individuales y sociales, sus valores y preferencias.
«Desde la Unidad se ha instaurado el programa ‘Pactemos‘, un acuerdo de corresponsabilidad hospital-paciente en terrenos como la movilización precoz, la fisioterapia cognitiva, la alimentación y el descanso, entre otros», resume Ana Lozano.
Gracias al programa ‘Pactemos’ se desarrolla una «Fragile Patient Board» para cada paciente. En esta pantalla consta el equipo médico asistencial: enfermeras, auxiliares, médico de referencia y fisioterapeuta; alertas para intervenciones, pruebas, reposo por orden médica o si se le permite sedestar; la escala de dolor; y todo aquello que hay que vigilar como prótesis dentales, lentes, audífonos, calzado seguro para evitar las caídas o teléfonos móviles, y los cuidados que el profesional pacta con el paciente.
Y cuando al paciente recibe el alta, desde el Ámbito de la Fragilidad se le hace un seguimiento exhaustivo, se le cita, se le adjudica un referente y se le ofrece la posibilidad de utilizar el Hospital de Día del Paciente Frágil, un dispositivo específico instalado en la planta -1, frente a la entrada del servicio de Urgencias y de gran accesibilidad desde la calle.
«Los objetivos del Hospital de Día del Paciente Frágil son prevenir la descompensación de sus patologías; reducir ingresos hospitalarios y evitar traslados al hospital; mejorar la atención de los pacientes frágiles; controlar los tratamientos continuados; realizar educación y prevención sanitaria, e implicar al paciente y a la familia en su salud y sus cuidados», apunta Anna Cruz.
«Consta de una sala en la que se dispensan tratamientos de aerosolterapia, tratamientos diuréticos y sanguíneos, ferroterapia, corticoterapia y antibioticoterapia, entre otros; un despacho médico, uno de enfermería y una sala interactiva en la que se imparte un programa de ejercicios físicos y cognitivos adaptados a cada paciente controlados por profesionales. Un fisioterapeuta y un auxiliar sanitario asisten a los pacientes de lunes a viernes desde las 16 hasta las 18 horas. Además, en esta sala los pacientes pueden desarrollar diversas actividades como jugar al ajedrez, las damas, las cartas, el dominó, leer o ver la tele», detalla Montse Cantero.