Un artículo de Inés Varanda Seixas,
Nutricionista colaboradora con Campofrio Health Care


¿Qué es el agua? El agua es una sustancia fundamental para la vida humana. De una buena hidratación dependen muchas funciones de nuestro cuerpo como la formación de células, la eliminación de los residuos corporales, el transporte de nutrientes y el control de temperatura.

Todos los días perdemos agua mediante la orina, el sudor, las heces e incluso al respirar. Por este motivo es fundamental mantenernos hidratados en todo momento. En niños, la cantidad de agua que compone su cuerpo es de un 80% aproximadamente, en la edad adulta, esta cifra desciende a los 50-60% y en la tercera edad, este porcentaje disminuye aún más.

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Es fundamental mantener una buena hidratación en todo momento, ya que del agua dependen muchas funciones de nuestro cuerpo

En la tercera edad hay varios cambios a nivel fisiológico que implican una posible deshidratación: menor capacidad renal para adaptarse a las pérdidas de agua y sodio, pérdida de la sensación de sed y menores depósitos de agua, por pérdida de masa magra. Todos estos factores junto con la polimedicación y las enfermedades neurológicas hacen que esté en aumento el porcentaje de personas deshidratadas.

Las necesidades diarias de agua dependen de distintos factores como son las pérdidas de líquidos, la composición de la dieta… Puede ser especialmente complicado calcular las necesidades hídricas de ancianos con patologías como insuficiencias cardíacas y enfermedades renales o con medicaciones que afectan a estas necesidades (laxantes o diuréticos).

La Autoridad Europea de la Seguridad Alimentaria (EFSA) ha estimado como valores de referencia de ingesta de líquidos (agua proveniente de bebidas y alimentos) en 2,5 litros para los hombres y 2 litros para las mujeres. Se puede encontrar agua en varias formas: en estado líquido, en estado sólido (hielo), o en estado gaseoso. Lo más común es que nos hidratemos con agua líquida, ya sea bebiendo agua o comiendo alimentos con una alta tasa de humedad.

Como hemos comentado anteriormente, hay enfermedades y condiciones fisiológicas que no por veces impiden el consumo de líquidos por peligro de aspiración de estos a los pulmones. Es importante saber que, para estos casos, la mejor manera de mantener a estas personas correctamente hidratadas es modificando la textura del agua, como podría ser un agua gelificada.