El actual Sistema Nacional de Salud Digital debe evolucionar hacia un modelo más sostenible y orientado al valor para afrontar los desafíos que plantea el siglo XXI, tal y como afirmó Rafael Bengoa, médico y experto en salud pública, durante un almuerzo-networking organizado en el marco del XXV Congreso Nacional de Informática de la Salud 2022 por la compañía especializada en soluciones de salud digital y diagnóstico clínico Dedalus.
En este encuentro, el Dr. Rafael Bengoa, actual codirector del Instituto de Salud y Estrategia (SI-Health), señaló que desde hace tiempo se sabe que el actual modelo asistencial del Sistema Nacional de Salud debe orientarse hacia la atención de las enfermedades crónicas y, para ello, es necesario una mayor concienciación política, así como de los profesionales sanitarios y directivos del ámbito hospitalario. En este sentido, España se enfrenta a un escenario retador en el ámbito de la salud y los servicios sociales, en la que la tecnología tiene mucho que aportar.
Este experto recalcó que el número de pacientes crónicos sigue subiendo en España y que la pandemia ha hecho que éste aumentase aún más, ya que se expresará parte de la Covid-19 persistente como enfermedad crónica. Es evidente que merecen un mejor servicio. En este sentido,«es necesaria una transformación del sistema nacional de salud para la atención al paciente crónico, tanto por mejor atención como por razones de sostenibilidad financiera del sector», advierte el codirector de SI-Health.
Y un ejemplo representativo de este cambio de modelo puede verse en el ámbito de las enfermedades cronificadas, ya que «se pueden atender en casa un 30% de las personas con enfermedades crónicas que hoy acuden a urgencias y ocupan una cama, las dos partes más caras del sistema».
Modelo asistencial menos pasivo y más proactivo
En este encuentro organizado por Dedalus, Bengoa señaló que se debe caminar hacia un modelo asistencial menos pasivo y más proactivo, más preventivo, más seguro y eficiente. Y la tecnología debe ser un aliado en este recorrido. «En ese marco la tecnología no es un problema, al contrario, hay una madurez tecnológica patente, pero hay inmadurez organizativa. Hay que ayudar a los gobiernos, tanto central como autonómicos, a lograr mayor madurez organizativa asistencial, menos fragmentada y más integrada creando una visión a 10 años, y establecer la hoja de ruta hacia dónde ir, como sucede en países como Inglaterra o Francia. Paradójicamente, conocemos el reto, sabemos qué hacer, tenemos las herramientas tecnológicas y los recursos humanos para avanzar, pero no lo estamos haciendo».
Para este experto, el reto no es de saber qué hacer ni las razones para hacerlo sino de acertar con la gestión de cambio, de identificar un proceso que permita a los gobiernos avanzar. Esto permitiría desbloquear el momento de empantanamiento actual. Y para lograrlo Bengoa propone evitar un cambio «big bang» con una gran estrategia de cambio en la dirección indicada sino lanzar un proceso posibilista en tres fases para el gobierno nacional o en su defecto para un gobierno autonómico:
- Primero, identificar todas las experiencias locales ‘bottom up’ que han avanzado en el país en la dirección de la integración asistencial con apoyo tecnológico
- Segundo, que el gobierno financie top-down 10-12 experiencias piloto ambiciosas para probar que el modelo asistencial integrado mejora resultados
- Tercero, tras una fase de evaluación, se escale el cambio de forma ordenada en el país
Siguiendo este esquema se ha conseguido desbloquear el estatus quo en otros países donde ya avanzan hacia un modelo más integrado. Este proceso podría hacerse con alianzas con todos los actores que participan en la sanidad. De no ser así, Bengoa avisa que la alternativa es quedarse empantanados otros diez años y que todos los actores sigan cada uno en su rincón, viendo cómo se desintegra progresivamente el sistema nacional de salud público.