Un artículo de Accent Social
Las técnicas de intervención no farmacológicas (TNF), se definen como todo proceso de intervención multidisciplinar que, entre otros propósitos, nace con la intención de detener y ralentizar, el máximo tiempo posible, la virulencia de los diferentes tipos de pérdidas amnésicas y de deterioro cognitivo general. En este sentido, desde las TNF se incide, entre otras áreas, en el trabajo y la estimulación física, cognitiva y social en favor de preservar la dinámica y autonomía diaria de las personas usuarias.
“Así pues, desde un espacio no medicalizado, y siempre bajo el prisma de la Atención Integral Centrada en la Persona (AICP), podemos incidir en el trabajo del equipo de profesionales para que aborden del mejor modo, las áreas que se ven más afectadas en este tipo de patologías: el área cognitiva, el área física, la sociabilización y el área afectivo/emocional. De este modo, favorecemos una mejora global de la calidad de vida de la persona, ralentizando en lo posible el curso de la patología”, asegura Jordi Vilamajó director del Centro de Día Santa Clara de Lleida, gestionado por Accent Social.
En los centros y servicios que gestionamos desde Accent Social, trabajamos para preservar los movimientos habituales de las personas usuarias al realizar Actividades de la Vida Diaria (AVD), ya que, en muchos casos, por procesos naturales degenerativos o en casos agudos de enfermedad, ya no pueden efectuarlos de la misma manera o los han dejado de hacer por presentar algias. Algunos ejemplos serían:
- Peinarse.
- Ponerse los zapatos.
- Abrocharse la cremallera.
Actividades que parecen sencillas, pero que para una persona con deterioro cognitivo o en procesos degenerativos naturales suponen todo un reto.
Elena Sierra, fisioterapeuta de Accent Social, nos explica que “para trabajar estas AVD, se recurre a la cinesiterapia, donde lo que se pretende es reeducar a través del movimiento, ya sea de forma activa o pasiva, individual o grupal. Desde el Equipamiento para gente mayor Josep Miracle, titularidad del ayuntamiento de Barcelona, ofrecemos actividades de psicomotricidad grupal en las que los residentes pueden seguir una actividad dirigida enfocada a realizar ejercicios necesarios para llevar a cabo estas AVD«.
Musicoterapia contra la demencia
Sandra Sevillano, educadora social, nos expone otra de las TNF que se utilizan en el equipamiento: la reminiscencia, que aporta beneficios a nivel de función cognitiva, interacción social, calidad de vida, estado de ánimo y permite a las personas rememorar experiencias significativas de su vida. En momentos de malestar o ausencia, escuchar una canción o mirar una imagen conocida da pie a evocar y compartir recuerdos, generándose así vínculos con otras personas.
A menudo ayuda a reconectarse y reubicarse al momento y al espacio actual y, en la mayoría de los casos, evita tener que hacer uso de medicación. A nivel grupal, se realizan actividades de musicoterapia en las que se escuchan canciones significativas para las personas partícipes y, a partir de las canciones, se comparten recuerdos y vivencias.
A nivel individual, se miran fotografías o se utilizan aplicaciones para ver los pueblos, ciudades o calles donde habían vivido. Del mismo modo, se escucha música a partir de las preferencias de cada persona. Es en el trabajo individual cuando las terapias no farmacológicas dan mejores resultados, especialmente cuando el objetivo es reducir el malestar o generar una conexión.
Tal y como nos explica Jordi, “en la medida de lo posible, siempre debemos tener en cuenta y adecuar las TNF a la realidad y grado de dependencia de cada una de las personas usuarias. Las terapias adaptadas a las distintas capacidades favorecen una mejor estimulación cognitiva y por tanto, en ocasiones, ser un factor atenuador del deterioro inherente al envejecimiento. A su vez, trabajar por debajo o por encima de las capacidades de la persona usuaria le puede hacer caer en desidia, frustración, tristeza o aburrimiento y por extensión, incidir negativamente en su estado«.
Todo lo mencionado se corresponde con los 7 principios rectores de la atención a personas mayores:
- Personalización.
- Integridad.
- Promoción de la autonomía.
- Promoción de la independencia.
- Participación social.
- Bienestar subjetivo.
- Respeto.
Podemos concluir que, las terapias no farmacológicas son sencillas de utilizar, en su mayoría no necesitan grandes recursos para ser aplicadas, y son muchos los beneficios que las personas usuarias obtienen de ellas.