Un artículo de Andrea Hernández,
Psicóloga Ballesol Príncipe de Vergara
Escuchar música es uno de los placeres que muchas personas podemos tener durante nuestra vida. El hecho de escucharla puede mejorar nuestra capacidad de aprender y comunicarnos. La música durante la tercera edad es muy beneficiosa y ayuda a reducir sintomatología emocional al igual que activa nuestra memoria al escuchar música que nos trae recuerdos.
La música en su concepto más simple es el arte de organizar los sonidos en el tiempo. Lo que genera, suscita o expresa podríamos entenderlo como una consecuencia de la intervención terapéutica como un proceso que “pretende provocar cambios que restauren, mantengan y hagan crecer la salud tanto física como mental”.
Las funciones principales de la Musicoterapia en Ballesol son desarrollar el potencial y/o reparar funciones del individuo para poder alcanzar la integración inter-personal y consecuentemente una mejora de la calidad de vida, a todos los niveles del funcionamiento, a través de la prevención, la rehabilitación y el tratamiento.
El objetivo con estas sesiones desarrolladas es la de mejorar las capacidades conservadas y/o rehabilitar las funciones alteradas con el fin de alcanzar una mayor integración global de la persona tanto consigo misma como con el entorno que la rodea. Es uno de los tratamientos más eficaces empleados en las personas mayores que sufren determinados tipos de enfermedades o trastornos asociados a su edad.
Utilidad y capacidad
Se utiliza como medio para facilitar la participación activa o receptiva por parte de la persona mayor y también como vía para potenciar el entrenamiento de la escucha, el desarrollo de la conciencia, la creatividad y, por supuesto, de la aceptación de la propia identidad y su contexto más cercano.
La música puede tener un gran impacto en cualquier persona, además, en las personas mayores, tiene la capacidad de estimular la memoria. Esta es una de las razones por las que la terapia musical es uno de los tratamientos más eficaces para las personas mayores que sufren determinados tipos de enfermedades o trastornos.
Actualmente se está investigando y se están utilizando técnicas clínicas de musicoterapia neurológica para aplicarlas en el tratamiento de grupos de pacientes con diferentes enfermedades: Parkinson, Huntington, Alzheimer, autismo, traumatismo cerebral, apoplejía, etc.
Un estudio realizado por la universidad de Kansas afirma que las personas con una mayor experiencia musical adquieren más agudeza mental relacionada con la memoria visual espacial y con la flexibilidad cognitiva (Revista Neuropsychology).
Otro estudio realizado en la universidad de Northwestern menciona que la exposición musical puede beneficiar a las personas mayores retrasando el deterioro en capacidades como la memoria auditiva, la capacidad de oír y de mantener una conversación en un ambiente ruidoso (Revista Plos One).
Ambos estudios expresan los beneficios para las personas que mediante escuchar música pueden activar zonas del cerebro, así como estimular conexiones neuronales entre la música y la memoria.
Principales beneficios que aporta la música:
- Mejora el estado de ánimo: Escuchar música ayuda a aliviar la ansiedad, depresión, agitación y la angustia, por lo que es un gran aliado para mejorar el estado de ánimo y aumentar la confianza.
- Estimula la memoria: La música puede ayudar a retrasar la aparición de la demencia y activar las áreas del cerebro conectadas con la memoria y el aprendizaje. Además, estimula la memoria a diversos niveles, tanto a corto como a largo plazo y contribuye a preservar las capacidades cognitivas y funcionales.
- Activa las emociones: Escuchar una canción favorita puede ayudar a las personas a acceder a sus recuerdos, convirtiéndose en una vía para conectarse con su propia identidad, para comunicarse con el entorno, activar la memoria biográfica y las emociones asociadas a aquella música.
- Crea más actividades entorno a la música: Si además de disfrutar escuchando música, se opta por bailar, aprender a tocar un instrumento o cantar, se pueden obtener algunos beneficios extras, como mejorar el equilibrio, reducir el riesgo de caídas, estimular las conexiones en el cerebro, fortalecer la memoria y entrenar la respiración.
Beneficios cognitivos:
- Conservar o mejorar las habilidades verbales.
- Estimular el aprendizaje.
- Ejercitar la memoria.
- Mantener la atención y concentración.
- Fomentar la creatividad.
- Disminuir la ansiedad y angustia.
Beneficios físicos:
- Favorecer el equilibrio.
- Mejorar la coordinación.
- Aumentar la fuerza muscular y la salud de las articulaciones.
- Estimular los sentidos, sobre todo, el oído y la vista.
Beneficios sociales y emocionales:
- Fomentar la participación, interacción y comunicación grupal.
- Mejorar el estado de ánimo y la autoestima.
- Prevenir el aislamiento social.
- Mayor facilidad para expresar emociones.
- Fortalecer los vínculos afectivos
- Potenciar el entretenimiento.
Beneficios de escuchar música o de aplicar técnicas de musicoterapia según el grado de deterioro cognitivo:
- Deterioro cognitivo leve: La música puede contribuir a preservar las capacidades cognitivas y funcionales (lenguaje, atención, memoria), retrasando la dependencia.
- Deterioro cognitivo moderado: La música permite a la persona desviar el foco de atención de los estímulos que no es capaz de interpretar hacia a un estímulo que tiene sentido y, por tanto, que ejerce un efecto calmante de la ansiedad. De esta manera, la música ayuda a reducir algunos síntomas conductuales de la demencia, como la agresividad física y verbal.
- Deterioro cognitivo severo: Pese a que la persona ha perdido la capacidad de procesar el lenguaje, todavía mantiene la capacidad de procesar la música, y así la música se convierte en una vía importantísima para conectarse con la propia identidad y para comunicarse con el entorno, con sus cuidadores, activando la memoria biográfica y las emociones asociadas a aquella música y facilitando la colaboración en las actividades básicas como la alimentación o la higiene.