Controlar la presión arterial alta y la diabetes y seguir un estilo de vida más saludable desde una edad temprana podría reducir el riesgo de sufrir demencia en la vejez, tal y como revela un estudio de la National University of Ireland-Galway.
Esta investigación internacional ha identificado los factores de riesgo más importantes para la demencia en personas de mediana edad y mayores. El estudio, dirigido por NUI Galway y en el que también han participado investigadores de la Universidad de Boston y el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en San Antonio, analizó datos de 5.000 personas para evaluar posibles predictores de pérdida de la función cognitiva.
Los factores de riesgo vascular más importantes para la demencia fueron:
- a los 55 años: presión arterial alta y diabetes mellitus
- a los 65 años: enfermedad cardiovascular (por ejemplo, ataques cardíacos o angina de pecho)
- a los 70 y 75 años: diabetes mellitus y accidente cerebrovascular previo
- a los 80 años : diabetes mellitus, accidente cerebrovascular previo y no tomar medicamentos para bajar la presión arterial
El estudio, publicado en Neurology, la revista médica de la Academia Americana de Neurología, ha estado dirigido por Emer McGrath, profesora asociada en la Facultad de Medicina de Enfermería y Ciencias de la Salud en NUI Galway y neuróloga en los Hospitales de la Universidad de Saolta.
Los investigadores compararon los factores de riesgo para la demencia, incluida la edad, el sexo, la presión arterial, el uso de medicamentos para reducir la presión arterial, antecedentes de enfermedad cardiovascular, fibrilación auricular y diabetes mellitus.
Los factores de riesgo se midieron a la mediana edad (es decir, 55 años) y nuevamente a las edades de 65, 70, 75 y 80 años. Los datos de los pacientes se obtuvieron de personas que participaron en el Framingham Heart Study, con sede en Estados Unidos.
Tal y como destaca la profesora McGrath «predecir con precisión el riesgo futuro de demencia de una persona podría permitir enfoques personalizados para los factores de riesgo y la modificación del estilo de vida para ayudar a reducir ese riesgo. Sin embargo, predecir esto es un desafío ya que la relación entre la demencia y los factores de riesgo vascular como la diabetes, la presión arterial, las enfermedades cardíacas y los accidentes cerebrovasculares varía con la edad».
«Encontramos que las personas que tenían diabetes a la edad de 55 años tenían cuatro veces más probabilidades de desarrollar demencia que las personas que no tenían diabetes a esa edad», destaca la profesora de NUI Galway.
«Las personas con enfermedad cardíaca a los 65 años tenían casi el doble de probabilidades de desarrollar demencia más tarde que las que no tenían una afección cardíaca, mientras que las personas con un accidente cerebrovascular a los 70 años tenían más de tres veces más probabilidades de desarrollar demencia en comparación con aquellas sin accidente cerebrovascular», señala la profesora McGrath.
«Nuestro estudio muestra que predecir el riesgo de demencia de una persona debe adaptarse en gran medida al individuo, teniendo en cuenta su edad, sexo, factores de riesgo vascular y evidencia de daño a los órganos, como un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular previos. Sobre la base de esta investigación, probablemente deberíamos analizar puntuaciones de riesgo de demencia más individualizadas y específicas por edad, en lugar de un enfoque único para la predicción del riesgo de demencia», propone la investigadora.
La profesora McGrath resalta que esta investigación de NUI Galway «tiene implicaciones importantes para la prevención de la demencia a nivel poblacional. Controlar los factores de riesgo vascular como la presión arterial alta y la diabetes mellitus, adoptar hábitos alimenticios más saludables y seguir un estilo de vida activo, particularmente en la etapa temprana y media de la vida, podría reducir significativamente el riesgo de una persona de desarrollar demencia en el futuro».
«A edades más tempranas, los factores de riesgo vascular como la presión arterial parecían más importantes. A edades más avanzadas, los efectos de la exposición prolongada a factores de riesgo en forma de daño a los órganos, como el accidente cerebrovascular, parecían predecir mejor el riesgo de demencia», destaca la profesora y directora del Instituto Glenn Biggs Sudha Seshadri, coautora del estudio.
«La diabetes se ha identificado como uno de los siete factores de riesgo responsables de hasta un tercio de los casos de demencia de la enfermedad de Alzheimer y representa un objetivo modificable importante para la prevención de la demencia a nivel de la población», apunta la investigadora.