Con el objetivo de ofrecer una serie de recomendaciones alimentarias para personas que presentan dificultades para ingerir alimentos, y coincidiendo con el Día Mundial de la Nutrición, se presenta la Guía para la Disfagia, una iniciativa del proyecto de investigación NUTRI+ en el que participan los equipos de investigación de DomusVi, la Universidad de Navarra y CNTA (Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria), entre otras entidades.
Esta Guía pretende ser un manual con recomendaciones prácticas y de fácil implementación para facilitar la ingesta de alimentos pudiendo mantener una alimentación acorde con las necesidades del paciente. Se dirige tanto a personas mayores, como a aquellas que hayan sufrido dolencias relacionadas con el sistema nervioso, con el sistema cardiovascular o incluso de Covid-19 con complicaciones.
En la misma se pone de relieve que a medida que los años pasan la alimentación va cambiando, ya que se van desarrollando diferentes necesidades nutricionales en el cuerpo humano. Además, pueden aparecen distintos cambios fisiológicos y enfermedades que afectan significativamente a la nutrición de las personas mayores. Un ejemplo de esto es la disfagia, condición que dificulta el paso de alimentos sólidos o líquidos desde la boca hasta el estómago.
La Guía elaborada en el marco del proyecto de investigación NUTRI+ viene acompañada de una infografía que resume los puntos más importantes de manera clara y concisa, además de incluir imágenes adicionales. Algunos de las recomendaciones nutricionales que se proponen son:
- Conseguir texturas suaves en los alimentos.
Es importante que los alimentos sean de fácil masticación, incluso que se puedan aplastar con la lengua contra el paladar, pero que no se adhieran a las superficies de la boca. - Ajustar la consistencia de los líquidos
En función del grado y tipo de disfagia, se recomienda presentar los alimentos usando espesantes comerciales en forma de néctar (consistencia ligera), miel (consistencia mediana) o pudding (consistencia gruesa). - Asegurar la ingesta de macronutrientes, vitaminas y minerales
Modificar y adaptar la presentación de los alimentos problemáticos (agua, carnes magras, pescados azules, legumbres, frutas crudas, verduras crudas…) es imprescindible para ofrecer una dieta variada y garantizar las necesidades nutricionales de las personas con disfagia. - Evitar alimentos con dobles texturas
Combinar texturas líquidas y sólidas en un mismo plato o alimento, como la sopa de fideos, la leche con cereales o una naranja, es un riesgo. Estos platos o alimentos se deben ofrecer triturados con una textura homogénea. - Potenciar el sabor de los platos mediante especias y hierbas aromáticas
Algunas personas tienen una menor percepción del sabor y del olfato y el uso de sabores intensos ayuda a estimular la salivación y la deglución.
Tal y como indica Nekane Cárdenas, responsable del departamento de nutrición de DomusVi, “la idea es ofrecer a toda la sociedad española la Guía de la Disfagia, aprovechando todo el conocimiento de los socios del proyecto, y poder trasladarlo al resto de la población para aplicarlo. En DomusVi, ya implementamos las recomendaciones de esta guía en todos nuestros centros”.
Como señalan desde DomusVi, una correcta alimentación es vital para la prevención de patologías y la mejora de la calidad de vida de las personas mayores, así como de otros colectivos como las personas con discapacidad intelectual o que padecen algún trastorno de salud mental.
En el desarrollo de ésta, junto a DomusVi, han participado los equipos de investigación de la Universidad de Navarra y CNTA (Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria), así como ADACEN (Asociación de Daño Cerebral de Navarra) y el Hospital Universitario de Navarra.
Las personas interesadas pueden acceder y descargar aquí esta Guía para la Disfagia.