La Plataforma para la Prevención de Fracturas por Osteoporosis ha presentado sus principales propuestas para reducir la incidencia actual de fracturas por fragilidad debidas a osteoporosis en la Comisión de Sanidad del Senado, donde ha solicitado que se lleven a cabo estrategias que sirvan para minimizar el incremento de las fracturas, que se incrementarán en los próximos años debido al envejecimiento de la población.
Durante su comparecencia ante la Comisión de Sanidad de la Cámara Alta, la Dra. Pilar Sáez, miembro del Comité Científico de la Plataforma para la Prevención de Fracturas por Osteoporosis, ha solicitado “un compromiso político para que la prevención de las fracturas por fragilidad se tenga en cuenta y se incluya en la agenda política. Falta concienciación sobre la gravedad que tiene el problema de las fracturas por fragilidad porque no hablamos solo de consecuencias para los pacientes, sino también sobre la gestión sanitaria y en la propia sociedad, sobre todo en términos de discapacidad”.
Para poner de relieve la gravedad de este problema, Sáez ha aportado los datos publicados en el informe SCOPE 21 en los que se destaca que, en España, las fracturas por fragilidad son la cuarta enfermedad crónica de mayor impacto y que afecta principalmente a mujeres. “Concretamente, en España se produjeron 285.000 fracturas en 2019 y se espera un aumento en torno al 30% para el año 2034, alcanzando los 370.000 casos”, advirtió la Dra. Sáez.
Las fracturas por fragilidad no solo están asociadas con una mayor mortalidad y morbilidad, sino también con el incremento del riesgo de sufrir una siguiente fractura. Es por ello por lo que desde la Plataforma ha presentado en el Senado su informe ‘Fracturas por fragilidad. Reto político, social y sanitario para un envejecimiento saludable’ en el que plantean sus propuestas para un abordaje de las fracturas por fragilidad.
Un código fractura permitiría actuar cuánto antes
Tal y como indican desde la Plataforma para la Prevención de Fracturas por Osteoporosis, existen puntos críticos en la prevención secundaria de las fracturas por fragilidad que hacen necesario impulsar acciones que beneficien a los pacientes, al Sistema Nacional de Salud y a la sociedad. “Al igual que ocurre con otros episodios como el infarto o el ictus, se debe crear un código fractura para poder tratar cuánto antes. Se trata de un indicador que permitiría cruzar datos con la prevención secundaria y plantear objetivos a alcanzar”, ha planteado Sáez durante su intervención.
Asimismo, otra de las principales propuestas es una mayor coordinación entre los diferentes niveles asistenciales. “La comunicación entre Atención Primaria y Especializada, para el seguimiento y tratamiento de las fracturas, resulta esencial para contribuir a la mejora de la calidad asistencial de estos pacientes”, ha añadido la presidente de la Plataforma. El abordaje del paciente que ha sufrido una primera fractura requiere de un equipo multidisciplinar por todas las especialidades que intervienen en el proceso.
Por su parte, el Dr. José Ramón Caeiro, miembro del Comité Científico de la Plataforma, indicó que “estamos ante un problema terriblemente importante. Posiblemente en cualquier hospital se esté produciendo en este momento una fractura que afecta a mayores de 65 años y que acarrea una serie de costes directos e indirectos”. En concreto, el coste total sanitario asociado a las fracturas por fragilidad en España, en 2019, fue de 4.300 M€ , el 3,8∞ del gasto sanitario, por encima de la media europea (3,5%).
Otra de las propuestas de abordaje es el incremento del número de Unidades de Coordinación de Fractura (FLS) que garanticen una atención integral y multidisciplinar. “Las FLS son beneficiosas para los pacientes y tenemos que implantarlas en todos los hospitales. En España, la International Osteoporosis Foundation (IOF) ha acreditado en España a 76 hospitales, solo un 18% y nos gustaría aumentar este número”, ha señalado la Dra. Sáez.
Incentivar la adhesión a los registros de fractura es otra de las estrategias que han presentado desde el Comité Científico de la Plataforma en su comparecencia en el Senado. La existencia de datos sobre la osteoporosis y las fracturas por fragilidad son factores determinantes para una gestión más eficaz de la patología. “Las guías de práctica clínica nos dicen cómo atender y los registros nos dicen si las estamos siguiendo correctamente. Es un control de calidad continuo. El principal objetivo de los registros es conocer el proceso evolutivo y mejorar la atención a las personas que la padecen”, ha añadido la presidenta de la Plataforma para la Prevención de las Fracturas por Osteoporosis, una iniciativa de Capture the Fracture, impulsada por International Osteoporosis Foundation (IOF) en colaboración con UCB y Amgen.
La osteoporosis genera en el paciente estrés, miedo y dolor
La voz de los pacientes también se ha escuchado en el Senado. Carmen Sánchez, paciente y tesorera de la Asociación Española con la Osteoporosis y la Artrosis (AECOSAR), ha indicado que “la osteoporosis y sus secuelas representan un factor de estrés para las personas que la padecen. A las preocupaciones se incluyen el miedo a caerse y volver a tener otra fractura porque suponen un cambio en nuestras vidas, obligándonos a dejar de hacer determinadas actividades y provocando dolor a largo plazo”.
Sánchez ha explicado que el escaso conocimiento de la osteoporosis como factor de riesgo de fracturas conlleva que 4 de cada 5 pacientes no relacionen su fractura con la osteoporosis. 1 de cada 5 mujeres con fracturas por fragilidad no cree estar en riesgo de sufrir nuevas fracturas por el mismo motivo y, de hecho, tres de cada cuatro mujeres no saben que el tratamiento para la osteoporosis reduce el riesgo de sufrir nuevas fracturas.
Es por ello por lo que ha defendido que es necesario que se lleve a cabo la coordinación entre niveles asistenciales porque “lo más frustrante es el peregrinaje entre médico y médico” y que hace falta un consenso porque “tenemos 206 huesos que tenemos que cuidar”, ha concluido Sánchez.