‘Belaunaldiak – Generaciones’ es un proyecto impulsado por la Fundación Fidias y el centro de día IMQ Igurco Estartetxe que pretende romper los estereotipos sobre la vejez y fomentar el aprendizaje multigeneracional en pro de la solidaridad entre generaciones.
El proyecto intergeneracional está promovido por la Fundación Fidias –organización para la integración y el desarrollo a través de las artes– y el centro de día para personas mayores IMQ Igurco Estartetxe y se está desarrollando en el municipio vizcaíno de Leioa.
Es una iniciativa que pretende facilitar la inclusión social e intergeneracional para fomentar la integración comunitaria de los colectivos con los que trabajan, como son los niños y niñas, jóvenes adolescentes y personas mayores. En este proyecto intergeneracional también colabora la ONGD Zabalketa y su proyecto SolidariUp.
Durante el evento de presentación del proyecto ‘Belaunaldiak – Generaciones’ en el Kultur Leioa Auditorium se pudo ver un vídeo documental y se contó con testimonios de jóvenes y personas mayores participantes. Tal y como señaló David Alday, responsable de Proyectos de la Fundación Fidias, «para nuestra Fundación, crear este proyecto en colaboración con Estartetxe ha sido un regalo y una oportunidad de lujo para visibilizar que el aprendizaje intergeneracional es el mejor medio para lograr la solidaridad entre generaciones».
«Nuestro objetivo con este proyecto también ha sido el de crear un impacto en el municipio de Leioa, realizando acciones que den visibilidad a ambos colectivos, apelando directamente a la emoción y al trabajo comunitario», apuntó David Alday.
Juan Carlos Martínez, segundo teniente alcalde de la localidad y responsable del área de Bienestar Social, aprovechó esta presentación para felicitar a ambas entidades «por la oportunidad y el acierto en la elaboración, gestión y desarrollo de este proyecto intergeneracional», además de trasladar su «sincero apoyo en todo aquello que desde el Consistorio pudiesen necesitar para el buen fin del mismo».
«En una sociedad cada vez más aislada, con redes menos tupidas y cuyos individuos reducen las interacciones a sus iguales y mayoritariamente a través de nuevas plataformas de comunicación —lo que termina provocando altas dosis de insatisfacción y, al mismo tiempo, bajas dosis de tolerancia a la frustración—, este tipo de iniciativas, basadas en el contacto estrecho y que tratan de socializar entre perfiles de diferentes tipos de edad que se hallan muy alejadas en la pirámide poblacional, aporta enormes beneficios para ambos grupos. Asimismo, acorta la brecha generacional, enlentece el déficit cognitivo de unos y abre interesantes horizontes a los otros, dotando a ambos grupos de enriquecedoras experiencias vitales. Además, realizando todo ello, a través del arte y la cultura», añadió.
La colaboración entre ambas organizaciones se remonta a tiempos anteriores a la pandemia. Eneritz Elgezua, directora de Centros de Día de IMQ Igurco, recordó que desde entonces, «les ha ligado un deseo común de unir a dos colectivos y poner en valor sus proyectos de vida, que ayuda a romper los estereotipos que tiene la sociedad sobre cada uno de ellos».
En su opinión, «son muchos los beneficios que recogemos en este proyecto, especialmente lo que ha supuesto para las personas mayores del centro de día que han participado. Hemos podido comprobar de primera mano cómo les ha despertado mucha ilusión y cómo se han sentido útiles a la hora de aportar experiencias y valores a los jóvenes».