Algunos de los problemas que pueden afectar a la nutrición de las personas mayores son las limitaciones sensoriales como los problemas de olfato (8%), la pérdida del gusto (4%), dificultades para masticar (14%) o la ingesta de alimentos (10%), tal y como revela un estudio de Universitat de Barcelona y Laboratorios Ordesa.
El Riskcenter Research de la Universitat de Barcelona (UB) y FontActiv, la gama de suplementos nutricionales para adultos y personas mayores de Laboratorios Ordesa, han llevado a cabo una investigación sobre el papel de la nutrición en el envejecimiento activo y saludable de la población.
El “Estudio FontActiv: El papel de la nutrición en el envejecimiento activo de la población” es una investigación que analiza el estado de salud y los hábitos relacionados con la nutrición de las personas a partir de los 65 años en España. Su objetivo es obtener datos para conocer sus hábitos nutricionales y sociales y, de esta forma, diseñar un perfil del avance del envejecimiento de la población, su comportamiento y las consecuencias derivadas en el ámbito de la salud, la economía u otras áreas asociadas.
Según los resultados obtenidos, el 13% de los mayores de 65 años no disfrutan comiendo y un 17% no tiene el apetito regulado, es decir, no comen a las horas estimadas para hacerlo. Esta situación se puede dar por las diversas limitaciones que algunas personas experimentan con la edad y que les plantean dificultades a la hora de hacer la compra, principalmente por problemas de movilidad o accesibilidad de la vivienda, o para preparar la comida.
Los problemas que pueden afectar a la nutrición de los más mayores son las limitaciones sensoriales como:
- Los problemas de olfato (8%)
- La pérdida del gusto (4%)
- Dificultades para masticar (14%) o para hacer la deglución de los alimentos (10%)
- Un 9% muestra también problemas de intolerancia o alergia a algún nutriente
- El 22% sufre limitaciones de alimentación para evitar interacciones con alguna medicación
La alimentación de los adultos mayores sana y equilibrada en general
Mayoritariamente, la alimentación de los adultos mayores es bastante sana y equilibrada. El uso del aceite de oliva está muy extendido (un 96%) y preferiblemente optan por el consumo de alimentos frescos. La mayoría consumen legumbres como mínimo una vez a la semana y más de dos piezas de fruta al día, y sólo un 3% declara que no come ni verduras, ni hortalizas.
No es habitual el consumo de carne roja, salchichas, hamburguesas o embutidos, y suelen optar más por el consumo de carne de pollo, pavo o conejo. Además, las personas mayores toman pescado de forma frecuente.
El consumo de agua está generalizado y una amplia mayoría (80%) declaran no tomar nunca bebidas azucaradas. Sin embargo, prácticamente la mitad de los mayores de 65 años confiesan tomar bollería no hecha en casa una vez a la semana y el 24% más de tres veces a la semana.
Los suplementos nutricionales en forma de batido son conocidos por el 45% de la población mayor de 65 años, aunque solo un 21% aproximadamente de los que los conocen los ha tomado alguna vez. El consumo es más frecuente en la población a partir de los 75 años y de las mujeres. De las personas que los han consumido alguna vez, un 35% aproximadamente lo han hecho por primera vez con 70 o más años.
Recomendaciones a tener en cuenta
Del estudio se extraen una serie de recomendaciones respecto a la salud para lograr y ayudar a la población a tener un envejecimiento más activo, como por ejemplo:
- La necesidad de facilitar el acceso a los alimentos y al cocinado de los mismos
- Adaptar la dieta y las recomendaciones nutricionales teniendo en cuenta la patología del paciente
- Establecer hábitos preventivos basados en una alimentación saludable
- Promover la práctica de ejercicio físico adecuado
Estas recomendaciones son especialmente importantes teniendo en cuenta que, a nivel mundial, el número de personas mayores de 65 años ha superado por primera vez en la historia al de niños menores de cinco años. Por ello, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha declarado 2020-2030 como la Década del Envejecimiento Saludable con el objetivo de impulsar acciones para mejorar la vida de las personas mayores, sus familias y las comunidades en las que viven mediante la promoción del concepto ‘healthy ageing’ en la sociedad.
Las personas interesadas pueden consultar aquí el “Estudio FontActiv: El papel de la nutrición en el envejecimiento activo de la población”.