A pesar de tener algunos puntos en común, está claro que la Covid-19 no es una gripe, se trata de una enfermedad mucho más virulenta, que provoca más ingresos hospitalarios y en los pacientes más graves, aquellos que necesitan oxígeno, su tasa de mortalidad es tres veces superior en comparación con los que ingresan por gripe.
Así lo revela un reciente estudio de médicos e investigadores del Hospital del Mar y del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas, publicado en la revista Clinical Infectious Diseases. El mismo indica que la mortalidad a treinta días entre los ingresados por infección por SARS-CoV-2 en esta situación es del 15%, llegando al 19% al cabo de 90 días del ingreso. Por contra, solo el 5% de los pacientes con gripe mueren al mes de ingresar y el 6% tres meses después. A destacar también la edad de los enfermos que murieron, más elevada en los afectados por la Covid-19, 81 años, que entre los del otro grupo, 77,5 años, lo que certifica la edad como un factor de riesgo.
Para llegar a esta conclusión, se analizaron 187 pacientes por cada patología. En el caso de la gripe, para lograr esta cifra hizo falta recoger los datos de tres años, 2017, 2018 y 2019. Para la Covid-19, se revisaron pacientes de los primeros meses de la pandemia, entre marzo y mayo del 2020.
Como señala el Dr. Juan Pablo Horcajada, autor sénior del trabajo, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital del Mar y coordinador del Grupo de investigación en Patología infecciosa y antimicrobianos del IMIM-Hospital del Mar, «la Covid-19 se asocia con peores resultados clínicos y económicos que la gripe estacional en estos pacientes». «La hospitalización por Covid-19 es más compleja y costosa que la de la gripe, a causa de una mayor severidad del estado de los pacientes, duración de la estancia, ocupación de camas de UCI, necesidad de equipos de apoyo respiratorio u otras medidas especiales», añade el especialista.
Los pacientes ingresados por Covid-19 eran, en general más jóvenes que los que lo hicieron por gripe (67 años de media por 76). A la vez, presentaban menos comorbilidades, como es el caso de hipertensión, de inmunosupresión o de patologías crónicas cardíacas, respiratorias o renales, más habituales en el otro grupo analizado. Por contra, tenían un índice de sobrepeso más elevado. La mayoría sufrían neumonía, el 98%, mientras que entre las persones afectadas por la gripe, este porcentaje bajaba al 59%.
«Aunque los pacientes ingresados por gripe eran más mayores y tenían más comorbilidades, los que lo hacían por Covid-19 con necesidad de oxígeno tenían unos resultados clínicos y económicos peores», apunta la Dra. Inmaculada López Montesinos, autora principal del estudio y médica adjunta del Servicio de Enfermedades Infecciosas.
El estado de estas personas en el momento de la llegada al hospital también era peor. En este sentido, la estancia en la unidad de cuidados intensivos fue más larga (de hecho, estos pacientes tienen tres veces más posibilidades de acabar en una UCI). También necesitaron estar hospitalizados durante más tiempo. Todo ello provocó que el gasto en farmacia y otros test fuese más alta. En general, el coste de los cuidados en este grupo de pacientes es el doble, que en los casos de gripe, con un incremento de 9.268 euros de media.
«En todos los sentidos, los resultados en los enfermos de Covid-19 fueron peores», remarca la Dra. López Montesinos, añadiendo que «el exceso de mortalidad se puede deber a una severidad intrínseca más alta en esta patología, y no solo a una exacerbación de las condiciones crónicas del paciente o a la neumonía».
A pesar de que, en estos momentos, la elevada tasa de vacunación y el conocimiento de la enfermedad facilitan su manejo, la adjunta del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital del Mar señala que no se puede caer en la complacencia y considerar que estamos ante una especie de gripe. «Hay que ir con cuidado a la hora de ‘gripalizar’ la Covid-19, porque en el paciente que ingresa con necesidad de oxígeno, no lo es, continúa siendo mucho peor», advierte.
En este trabajo han colaborado especialistas de los servicios de Enfermedades Infecciosas, Radiología, Geriatría, Medicina Interna y Farmacia del Hospital del Mar, así como el Servicio de Microbiología del Laboratori de Referència de Catalunya. Se ha presentado al Congreso Europeo de Microbiología y Enfermedades Infecciosas, organizado por la Sociedad Europea de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas (ESCMID), celebrado este mes de abril en Lisboa.
Artículo de referencia:
Inmaculada López Montesinos, Itziar Arrieta-Aldea, Aitor Dicastillo, Flavio Zuccarino, Luisa Sorli, Roberto Guerri-Fernández, Isabel Arnau-Barrés, Maria Milagro Montero, Ana Siverio-Parès, Xavier Durán, Maria del Mar Arenas, Ariadna Brasé Arnau, Esperanza Cañas-Ruano, Silvia Castañeda, Ignacio Domingo Kamber, Joan Gómez-Junyent, Iván Pelegrín, Francisca Sánchez Martínez, Elena Sendra, Lucía Suaya Leiro, Judit Villar-García, Xavier Nogués, Santiago Grau, Hernando Knobel, Silvia Gomez-Zorrilla, Juan Pablo Horcajada, COVID-MAR Group, Comparison of hospitalized COVID-19 and influenza patients requiring supplemental oxygen in a cohort study: clinical impact and resource consumption, Clinical Infectious Diseases, 2022;, ciac314, https://doi.org/10.1093/cid/ciac314