Internet y las tecnologías digitales son compañeros y aliados de las personas mayores a la hora de lograr un envejecimiento saludable, tal y como señalan desde la Fundación Orange en España.
El acceso a los servicios digitales es un derecho de todas las personas, las que son mayores también, como recuerda Daniel Morales, director de Sostenibilidad y Fundación Orange en España, que señala que “no se debe celebrar solo el aumento de usuarios conectados a esta red, también hay que comprometerse a no dejar fuera de la digitalización a ningún colectivo, especialmente el de los mayores”.
En este sentido, la Fundación Orange trabaja por facilitar el acceso y el uso de Internet a las personas mayores, mediante formaciones orientadas a todo tipo de públicos, desde los más principiantes hasta los que cuentan con un nivel más avanzado en navegación en la red. Y es que Internet se ha establecido como una herramienta indispensable en el día a día de todas las personas.
Según el informe digital realizado por Hootsuite y We Are Social, en enero de 2022, había casi 5.000 millones de usuarios de Internet en todo el mundo, alrededor del 62,5% de la población mundial. Y estos internautas no usan internet no solo en el trabajo o para consultar el correo, sino también para llevar a cabo actividades tan rutinarias como leer el periódico, ver una película o hablar con familiares y amigos (ya sea desde el ordenador, el móvil o la tableta), así como para acciones más sofisticadas como pueden ser sus gestiones financieras o sanitarias.
Sin embargo, todavía quedan retos pendientes, indican desde la Fundación Orange, en concreto, acercar esta herramienta a los colectivos más vulnerables es uno de los desafíos que afronta esta sociedad, y así lo reflejan los datos: los resultados de la Encuesta sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de Información y Comunicación en los Hogares del INE revelan que más del 25% de las personas mayores no utilizan Internet. Y en el caso de los mayores de 75 años la brecha es más acentuada; un 68% no tienen acceso a esta herramienta.
Además del acceso a Internet, aún más preocupante, según señala Daniel Morales, es “la brecha del conocimiento existente, cuyas consecuencias se perciben en prácticamente todas las generaciones, pero especialmente en el caso de los mayores, ya que en las estadísticas del INE observamos que tienen una menor proporción de uso en todas las actividades planteadas, ya sea a nivel comunicativo, informativo, de participación política y social o de aprendizaje”.
En este sentido, para impulsar la formación digital de los colectivos vulnerables la Fundación Orange ha habilitado la plataforma educativa Orange Digital Center, que integra diversos cursos que tienen por objetivo enseñar nociones básicas y avanzadas sobre la tecnología y su uso responsable y eficaz, que también puede ser útil para los mayores.
Especialmente interesante para esta colectivo puede ser la formación ‘sé+digital’, pensada para aquellas personas que quieran desarrollar habilidades digitales para mejorar en sus actividades profesionales y personales. Asimismo, el curso ‘competencias digitales para la vida y el empleo’ se emplea el aprendizaje activo y por proyectos para que los interesados se introduzcan paulatinamente en el mundo digital dando respuesta a las necesidades que emergen en su vida cotidiana.
La tecnología e Internet ofrecen un mundo de posibilidades, pero para que sus beneficios deriven en desarrollo y bienestar para todas las personas, se debe garantizar la plena accesibilidad e inclusión de todos los colectivos. “La responsabilidad es de todos y tenemos que contemplar a la población de mayores como una oportunidad de hacer crecer más este universo virtual y el conocimiento abierto disponible”, concluye el director de Sostenibilidad y Fundación Orange.