Con el objetivo de implicar la comunidad y la ciudadanía en la lucha contra la soledad no deseada y el aislamiento social, la Dirección General de Acción Cívica y Comunitaria del Departamento de Derechos Sociales de la Generalitat de Catalunya ha puesto en marcha el proyecto ‘Comunidades contra el Aislamiento social’.
Este proyecto tiene en el centro a las personas en situación de vulnerabilidad social, de soledad no deseada, de carencia de autonomía y de aislamiento social; personas con dificultades de socialización, de inclusión comunitaria o déficit relacional por carencia de interacción familiar y de convivencia, acompañándolas hacia procesos de socialización, de inclusión y de seguimiento individualizado, para ayudar a que consigan una mayor calidad de vida.
El proyecto está dirigido a toda la población, pero resulta especialmente relevante en el caso de personas mayores, ya que puede evitar ingresos a residencias no deseados, hospitalizaciones innecesarias, visitas recurrentes a los servicios médicos, un tránsito más acelerado hacia situaciones de gran dependencia, etc.
La detección y acompañamiento de personas en situación de vulnerabilidad
La detección es clave para que se ponga en funcionamiento el engranaje del proyecto, que tiene que permitir que, de manera conjunta y contando con los recursos de la propia comunidad, se consiga que la persona en situación de vulnerabilidad pueda ser acompañada hacia procesos de inclusión social, o bien potenciando su autonomía y su socialización.
El proyecto, que se desarrolla en el marco de las equipaciones cívicas, cuenta con la implicación de todos los agentes del territorio para detectar personas que están en situación de aislamiento social para que formen parte del proyecto, como pueden ser los y las profesionales de los Servicios Sociales, del CAP, de los Servicios de Atención a domicilio (SAD), de Teleasistencia, así como responsables de los equipos de dinamización comunitaria y puntos Òmnia, cuerpos de seguridad, bomberos o incluso personas participantes de las equipaciones cívicas y comunitarios, profesionales y personas voluntarias de entidades, comercios y ciudadanía en general.
Además, las personas destinatarias del proyecto también se pueden dirigir directamente a los diferentes agentes detectores de la comunidad para formar parte del proyecto. Cuando alguno de los agentes hace una detección, pasará la información a la persona responsable de la equipación cívica, que inicia el proceso de acogida en el proyecto.
El siguiente paso es el acompañamiento de las personas participantes del proyecto hacia procesos de inclusión social y de participación, potenciando su autoestima, socialización y autonomía, para evitar situaciones como la agravación de problemáticas de varios ámbitos por carencia de respaldo comunitario, social o el deterioro de la red relacional vecinal y comunitaria de las personas atendidas.
Prueba piloto en Igualada y Tarragona
Durante el año 2020, conjuntamente con la Fundación Avismon-Cataluña, se elaboró la Guía metodológica para definir los aspectos clave para una adecuada intervención de los agentes comunitarios que participan en el desarrollo del proyecto, y se hizo formación a las personas responsables de las equipaciones cívicas. Desde el mes de febrero de 2021, se llevan a cabo dos pruebas piloto del proyecto: en el Casal Cívico y Comunitario Montserrat de Igualada y en el Casal Cívico y Comunitario Camp Clar de Tarragona.
En paralelo y conjuntamente con la Federación Catalana de Voluntariado Social se trabajó en el diseño de la formación para el voluntariado, en las acciones de sensibilización y de difusión del proyecto, en las acciones de busca activa de entidades de voluntariado, etc. Y este año 2022 se está implementando el proyecto en todas sus fases: detección, acogida y acompañamiento.
Este año, la Dirección General de Acción Cívica y Comunitaria del Departamento de Derechos Sociales ha puesto en marcha el proyecto en dos equipamientos más, concretamente al Casal Cívico y Comunitario Reus-La Rambla y al Casal de Gente mayor de Manresa. Estas dos nuevas pruebas piloto se están nutriendo de los aprendizajes generados en los dos pilotos del pasado año 2021, y este año 2022 han llevado a cabo las fases de diagnóstico del territorio, de contacto con diferentes agentes, de difusión del proyecto y de busca activa de entidades de voluntariado.