Cristina Rodríguez-Porrero, presidenta de la Comisión ‘Hacia una sociedad con personas mayores activas y saludables’ de la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP) destaca los 5 ejes de actuación prioritarios de dicha comisión para alcanzar el objetivo de una sociedad donde las personas mayores vivan con más calidad de vida, donde participen activamente y contribuyan al dinamismo económico.
En esta línea de trabajo, Rodríguez-Porrero tiene establecidos en la actualidad cinco ejes de actuación prioritarios:
- empoderamiento
- participación y liderazgo de las personas mayores
- accesibilidad y diseño para todas las personas
- formación a lo largo de la vida
- tecnología para la vida y entornos amigables; y transporte, movilidad y turismo
Sobre ello, Cristina subraya que las distintas comisiones de la PMP “perseguimos lo mismos fines para defender los derechos, deseos y dignidad de las personas mayores, contribuyendo con todos los agentes a conseguir una sociedad mejor en la que vivir en todas las etapas de la vida, presentes y futuras generaciones. Por ello hay una interacción estrecha entre nuestra comisión y las de Cuidados, Soledad, Sociedad digital, Entorno rural y todas las demás”.
En relación al reto demográfico, que supone que el porcentaje de población de personas mayores sea cada vez mayor, las medidas para garantizar un envejecimiento y saludable a este colectivo mayoritario pasan, según Rodríguez-Porrero, por “cambiar nuestra forma de pensar, sentir y actuar con respecto a la edad y el envejecimiento; asegurar que las comunidades fomenten las capacidades de las personas mayores; ofrecer una atención integrada y centrada en las personas; y proporcionar acceso a cuidados a las personas que lo necesiten. Y ello propiciando la participación significativa de las personas mayores y fortaleciendo su liderazgo”.
Otro tema preocupante es la escasez de servicios esenciales en las zonas rurales en España, A este respecto, la presidenta de la Comisión ‘Hacia una sociedad con personas mayores activas y saludables’ de la PMP apunta que “hay situaciones que requieren una mayor atención, como son las mujeres y hombres que envejecen en zonas rurales”. En su opinión, los servicios no llegan de manera tan sencilla y los que hasta ahora existían pueden desaparecer bajo duras premisas de falta de rentabilidad, dejando a las personas en situación de dependencia de otros familiares o vecinos, como hemos visto que está pasando con entidades bancarias, sanitarias, administrativas o de transporte.
Asimismo, según Rodríguez-Porrero, es importante “facilitar la participación de personas mayores en la mejora de sus entornos. Las Asociaciones de Personas mayores en entornos rurales también deben jugar un papel facilitador y ser apoyadas desde las administraciones con el fin de que cumplan este importante cometido. Las propias administraciones tienen gran responsabilidad asegurando la participación activa y significativa de las personas mayores”.
La economía social y de los cuidados: clave en el envejecimiento activo saludable
Sobre el papel de la economía social y de los cuidados en el envejecimiento activo y saludable, sobre todo para aquellas personas mayores más dependientes, Rodríguez-Porrero clarifica que “el envejecimiento activo y saludable no supone quitar recursos a cuidados como a veces se ha malinterpretado. Jugar un papel activo como personas mayores requiere también defender nuestro derecho a ser cuidados y poder elegir como queremos recibir esos apoyos”.
Y añade que “también hay que tener en cuenta que muchas personas mayores, y en gran mayoría mujeres, son cuidadoras, y que también su voz tiene que ser escuchada, sus derechos salvaguardados, su bienestar apoyado, y el peso del cuidado mejor repartido reconociendo la implicación en la responsabilidad de todos los agentes sociales y comunitarios, aportando recursos adecuados y suficientes”.
De hecho, uno de los principales frentes de actuación de la PMP en los últimos meses han sido la brecha digital que afecta a la personas mayores. Desde el punto de vista de Rodríguez Porrero y la comisión que preside, “las personas mayores no estamos en contra de los avances digitales, ya que sabemos que pueden ser beneficiosos en nuestra vida, pero defendemos que el impulso a la digitalización ha de hacerse de forma respetuosa con los derechos individuales y colectivos y para ello es necesaria una interlocución con las personas mayores como grupo poblacional más afectado”.
Sobre este tema, Rodríguez-Porrero destaca como muy importante que el proceso de transformación digital integre “las tres ‘Aes’ para el envejecimiento activo saludable: “Accesibilidad y diseño amigable, entendible y reconocible en la interacción digital; Alternativas no digitales en periodo de transición; y Aprendizaje para adquirir competencias digitales que sirvan para acostumbrarse y familiarizarse con estos nuevos procesos, diseñado desde los intereses y situaciones de las personas mayores destinatarias”.