Un artículo de Qida, empresa especializada en atención domiciliaria
La irrupción de la pandemia de la Covid-19 ocasionó el aislamiento de uno de los colectivos más vulnerables de la sociedad, las personas mayores, generando la presencia de síntomas psicológicos que afectaron y siguen afectando a día de hoy a su salud mental.
Entre las enfermedades mentales más comunes destacan la depresión y la demencia como causas por excelencia que afectan a la salud mental de nuestros mayores. Según datos del informe de la OECD ‘Health at a Glance’, una de cada cuatro personas mayores de 65 años en España sufre depresión y el 6,3% de los españoles mayores de 60 años sufren algún grado de demencia.
Según Daniela Agudelo, psicóloga y referente social en Qida, “todas las enfermedades mentales impactan directamente a la fragilidad y vulnerabilidad de la persona, hecho que se puede asociar a resultados adversos para la salud y condiciones que predisponen a una peor calidad de vida, carga de otras enfermedades, mayor deterioro cognitivo, entre otros factores”.
Entre los signos que deben de poner alerta a los familiares o cuidadores y cuidadoras de la persona mayor, destacan los cambios en el estado de ánimo o en sus hábitos alimenticios o de sueño y los dolores o molestias inexplicables. Otros de los síntomas es la pérdida de memoria o confusión, así como aislarse de las personas o actividades que suele disfrutar y sentir que nada le importa. En todos los casos, la persona mayor puede sentir tristeza o desesperanza, ira, irritabilidad o agresividad.
Según Marta Giménez, psicóloga y referente social en Qida, “la detección precoz puede ayudarnos a mejorar la calidad de vida de estas personas. Desde el inicio, implantar tratamientos para que ayuden, en el caso de la demencia, a mantener la autonomía y las capacidades cognitivas por un período más largo de tiempo y, en el caso de la depresión, a prevenir e incluso eliminar los síntomas”.
Consejos para mantener una buena salud mental
Ambas expertas coinciden que es importante realizar actividades que activen el sistema cognitivo de las personas mayores, como son los siguientes ejemplos:
- Practicar actividades placenteras
Intentar recordar aquello que les motiva o les solía motivar, ya que puede ser una gran fuente de información para poder adaptar estas actividades a su situación actual. Por ejemplo, si a una persona mayor le gustaba mucho la jardinería pero ya no dispone de un jardín, poder tener 3 o 4 macetas con plantas que necesiten el cuidado diario de la persona, puede proporcionar esa sensación placentera. El hecho de estar pendientes de ver cómo crecen supone una motivación y una conexión con sus recuerdos placenteros. - Mantener las relaciones sociales y/o familiares
En la medida de lo posible, es importante mantener la conexión con las personas de su alrededor. Intentar, siempre que se pueda, mantener pequeñas rutinas como ir al mercado, ir a comprar el pan cada día o dar un paseo diario por el barrio. En los casos en que el desplazamiento no sea posible, intentar siempre asegurar visitas y llamadas telefónicas regulares. - Mantener hábitos de vida saludables
En muchas ocasiones las personas mayores descuidan sus hábitos nutricionales. Por este motivo, es importante mantener una rutina diaria respetando los horarios de la alimentación, siguiendo una dieta variada y adecuada a las necesidades de cada persona. También es importante preservar una buena higiene del sueño. Esto ayudará a mantenerse activo durante el día y a tener una buena salud física y mental.