Un artículo de Sanitas Mayores
La situación de soledad y aislamiento en la que se encuentran muchas personas mayores puede tener efectos negativos en su estilo de vida, pero también en su bienestar mental y emocional generando sentimientos como tristeza, ansiedad o incluso depresión. Estos problemas pueden a su vez empeorar enfermedades relacionadas con el deterioro cognitivo, como el alzhéimer o la demencia.
Según datos del Instituto Nacional de estadística (INE), en España hay más de dos millones de personas mayores de 65 años que viven solas, es decir, el 44% del total de hogares unipersonales. De ellas, el 71% son mujeres. Estas cifras denotan que realmente existe una situación a la que debemos prestar especial atención, ya que la soledad en las personas mayores puede desarrollar problemas psicológicos graves y que impacten de manera directa en su calidad de vida.
Si bien es cierto que, aunque en los últimos tiempos la salud mental de los jóvenes ha copado parte del debate público, es momento de atender asimismo el bienestar mental de los adultos mayores, un colectivo especialmente vulnerable. De hecho, según datos de la Encuesta Europea de Salud, la situación de los mayores es alarmante ya que el 16% de la población mayor de 85 años padece cuadros depresivos.
Ocurre en muchas ocasiones que los problemas de salud mental de los mayores son asumidos como síntomas de la edad, cuando no debería ser así. La depresión no forma parte del envejecimiento ni es un defecto de carácter. La tristeza o la apatía son frecuentemente interpretadas como una consecuencia de una enfermedad física o de una patología crónica y esto lleva a desatender sus necesidades y a diagnósticos erróneos.
En Sanitas tenemos claro que debemos trabajar poniendo el foco en cada paso que demos en la salud mental de las personas mayores. En este sentido, detectar un posible problema de este tipo de manera precoz por parte de familiares, cuidadores y profesionales del sector es esencial para obtener un diagnóstico y un tratamiento correcto que pueda garantizar un envejecimiento feliz y saludable.
Para ello, es importante estar atentos. Estar triste la mayor parte del tiempo, la pérdida de interés o placer a la hora de realizar cualquier actividad, el insomnio, una mayor dificultar para moverse, la constante sensación de fatiga, los problemas de autoestima y de concentración y los pensamientos recurrentes sobre la muerte son síntomas de que la persona pueda estar padeciendo algún problema de salud mental.
Ante esta situación, recomendamos realizar una serie de ajustes en las rutinas como evitar el aislamiento y hablar con los seres queridos, encontrar un propósito en el día a día o adoptar hábitos saludables y realizar actividades que permitan desconectar o reducir el estrés.
A esto se suma, por supuesto, buscar apoyo profesional. Para muchos adultos mayores es especialmente difícil pedir ayuda, dado que pertenecen a una época en la que las enfermedades mentales tenían un gran estigma. Muchos no creen que la depresión sea una enfermedad real o se sienten avergonzados por no encontrarse bien. Desde la compañía acabamos de lanzar nuestro servicio BluaU Senior, con el que trasladamos los cuidados de las residencias a los hogares y ofrece acceso especialidades a través de videoconsulta. Consideramos imprescindible hacer uso de la digitalización para diseñar y desarrollar herramientas que poner al servicio de las personas mayores para garantizar esa tranquilidad y ese bienestar emocional que tanto merecen.
Con todo ello, es momento de trabajar a favor de la salud física pero también mental de nuestros mayores. La situación a la que han tenido que hacer frente en los dos últimos años ha impactado de manera directa en su bienestar emocional. Debemos ser capaces de formar un sistema residencial del futuro que avance y progrese de la mano de la salud mental y garantice un envejecimiento, saludable, activo y feliz.