Coincidiendo con la conmemoración, el 26 de julio, del Día de los Abuelos, la farmacéutica GSK ha elaborado un “Decálogo para el cuidado del sistema inmunitario a lo largo del tiempo”.
Se trata de una serie de consejos prácticos enmarcados dentro de la campaña “Inmunofitness” y dirigidos a lograr que, a pesar del paso de los años, el sistema inmune sigan gozando de una buena salud y poder tener la mejor calidad de vida posible. Los 10 consejos son estos:
- Cuidar la alimentación es fundamental para mantener un sistema inmune fuerte. Siguir una dieta con productos de proximidad (o kilómetro cero), incluyendo verduras y frutas de temporada, acompañadas de huevos ecológicos/camperos, carne y pescado. Los hidratos de carbono, mejor integrales.
- Mejor al horno, al vapor o a la plancha. Estos métodos de cocción permiten mantener todos los nutrientes de los alimentos.
- El ‘batch cooking’: organizar el menú de manera semanal. Es decir, cocinar un día varias recetas para los diferentes días de la semana. Esto permite planificar el aporte nutricional y evitar improvisar con comidas rápidas.
- Realizar ejercicio físico regularmente reduce el riesgo de padecer algunas enfermedades y ayudan a controlar el sobrepeso. En este aspecto, beber suficiente agua es clave para poder llevarlo a cabo, ya que se ha comprobado que un cierto nivel de deshidratación reduce la motivación y aumenta la sensación de esfuerzo, reduciendo la resistencia y evitar hábitos tóxicos, como el tabaco o el alcohol.
- Mantener la mente sana: Para entender la manera en las personas se relacionan con sus pensamientos, es necesario entender que no son esos pensamientos, sino que estos suceden dentro de la persona.
- Practicar Mindfulness: pensar en el aquí y el ahora. La vorágine del día a día deja poco espacio para conectar con el propio yo y ser consciente del momento que se está viviendo. Para alejarse del estrés y ser capaz de crear una rutina Mindfulness, a lo largo del día se puede desarrollar ejercicios que permitan conectar con nosotros mismos y ser capaz de disfrutar del aquí y el ahora, lo que repercutirá positivamente en el bienestar.
- El sueño, no importa solo la cantidad de horas de sueño, sino también su calidad. A través de un sueño profundo, el organismo se recupera y puede estar en pleno funcionamiento al día siguiente. Haciendo uso de una rutina diaria de horas, evitando los dispositivos electrónicos en las últimas horas del día y la ingesta de bebidas estimulantes desde la tarde, la conciliación del sueño será más fácil.
- Cuidar las relaciones sociales: Además de cuidar la mente y el cuerpo, hay que mantener una vida social activa. Disponer de una red social que ofrezca el apropiado soporte y un control efectivo del estrés son los pilares básicos no solo de la salud física y mental, sino de algo más aterrizado aún: de la satisfacción vital y la felicidad.
- Visitar periódicamente al médico: Para vivir más y mejor es importante tener un contacto cercano y fluido con nuestro médico. Los profesionales sanitarios vigilan el estado de salud y son capaces de dar las mejores recomendaciones para prevenir enfermedades y mantener un estilo de vida saludable.
- Las vacunas no son solo cosa de niños. Hay vacunas que se administran en la infancia y cuya protección dura toda la vida, hay otras que necesitan recordatorios cada cierto tiempo y otras que están dirigidas para la prevención de enfermedades que ocurren especialmente durante la edad adulta.
En resumen, para envejecer con un sistema inmune sano y fuerte, es necesario comer bien y de forma equilibrada, tener una vida activa y cero sedentaria, huir del estrés y de los entornos tóxicos o negativos y tener las vacunas al día.
Esto es especialmente relevante teniendo en cuenta el notable incremento de la esperanza de vida de la población y al progresivo envejecimiento de la pirámide poblacional de nuestro país. Y es que cerca de 9,4 millones de personas tienen en la actualidad más de 64 años en España, un número que los expertos estiman que se incrementará en más de 2 millones en la próxima década.
Y para que esta longevidad vaya acompañada de la mejor salud y calidad de vida posible los expertos coinciden en que es fundamental cuidar y mantener en forma el sistema inmunitario, una compleja red que ayuda a al cuerpo a combatir infecciones y otras enfermedades pero que, a partir de los 50 años, se resiente, haciendo que el organismo sea más vulnerable a las agresiones externas. Es lo que conocemos como inmunosenescencia.