El calor extremo y persistente de esta verano está provocando numerosos problemas de salud, y fallecimientos, entre los colectivos especialmente vulnerables, como las personas mayores y las que sufren enfermedades crónicas. En este sentido, los paciente con enfermedades cardio metabólicas como la insuficiencia cardiaca o la diabetes tipo 2 deben de extremar las precauciones.
Y es que durante las vacaciones de verano se tiende a ser más laxo en el cuidado de la salud, lo que unido a las altas temperaturas puede afecta a estas personas. Por ello, con el fin de concienciar y respetar las pautas indicadas por los profesionales sanitarios, desde la Alianza de Boehringer Ingelheim y Lilly recomiendan seguir una serie de precauciones para que las altas temperaturas no perjudiquen a las personas con insuficiencia cardiaca:
- Limitar los esfuerzos físicos al aire libre si hace mucho calor
El Texas Heart Institute recalca el hecho de que las personas que sufren insuficiencia cardiaca no deben practicar ejercicio al aire libre en condiciones de mucho calor, puesto que su corazón tiene una menor capacidad de reserva para eliminar el calor del cuerpo y puede sobrecargarse. La práctica de ejercicio es necesaria para mantener un hábito de vida saludable. En verano, se recomienda hacerlo a primera hora de la mañana o última de la tarde, evitando las horas de mayor exposición solar.
- No consumir tabaco ni alcohol
Estos tóxicos están desaconsejados para todos los ciudadanos, pero en concreto en el caso de pacientes con insuficiencia cardiaca, los expertos recomiendan no beber alcohol ni fumar, debido a que ambos influyen en el aumento de peso (algo que deben controlar estos pacientes) y son perjudiciales para la salud.
- Mantener las rutinas de descanso
Es conveniente mantener las rutinas de sueño durmiendo entre 7 o 8 horas diarias para reponer fuerzas. Según un estudio publicado por el European Journal Preventive Cardiology, aquellas personas con buenos hábitos de vida saludable que duermen un mínimo de 7 horas diarias reducen hasta un 65% el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
- Llevar una dieta saludable
Durante el verano se suelen alterar las rutinas de alimentación. Por ello es imprescindible mantener una dieta mediterránea como aliada de la salud para el corazón, ya que puede ayudar a prevenir la diabetes y la hipertensión, que están estrechamente relacionadas con el riesgo cardiovascular y priorizando las frutas, verduras y evitando el consumo excesivo de carne.
- Hidratarse de forma regular
Es esencial mantenerse hidratado puesto que ayuda a eliminar toxinas, mantener los riñones en buen estado y compensar la pérdida de líquidos diaria. Es importante que no aumente la retención de líquidos en pacientes con insuficiencia cardiaca.
- Adherencia al tratamiento
El cambio de rutinas que se produce durante el verano también puede afectar a la adherencia a la medicación. Recordatorios y trucos para que no se produzcan los olvidos son imprescindibles para mantener la toma de la medicación a la hora señalada y en caso de dudas consultar con el/la médico de referencia. Si se viaja es importante asegurarse de tener suficiente medicación y en caso de que se olvide tomar la mediación no se recomienda doblar la dosis. Es una buena idea llevar una lista de medicamentos en la cartera.
Tal y cono señala Maite San Saturnino, presidenta de Cardioalianza, “no debemos olvidar que la insuficiencia cardiaca es una enfermedad crónica que acompañará al paciente a lo largo de toda su vida. Por lo tanto, una vez realizado el diagnóstico, es muy importante que la persona siga detenidamente las pautas de tratamiento, tanto las farmacológicas como de modificación del estilo de vida (llevar una dieta saludable, hidratarse y controlar la toma de líquidos, evitar el tabaco y el alcohol,…), ya que de ello dependerá la progresión de éste síndrome y contribuirá a la disminución del número de descompensaciones y recaídas que requieran de ingreso hospitalario”.