Con motivo de la celebración el sábado 17 de septiembre del celebra el Día Mundial de la Seguridad del Paciente, desde la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) se recuerda la importancia de que las UCI trabajen proporcionando al paciente crítico el ambiente más seguro posible.

En este sentido, uno de los pilares del Plan Estratégico de la SEMICYUC es lograr contar con Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) seguras para pacientes, familias y profesionales. Y para ello, los intensivistas españoles trabajan en diferentes proyectos y áreas que abordan la seguridad del enfermo crítico al completo, y que formarán parte de la futura acreditación SEMICYUC Calidad.

Como explica el Dr. Álvaro Castellanos, presidente de la SEMICYUC, “SEMICYUC Calidad es un paso más para reforzar nuestro compromiso con la calidad asistencial y la seguridad de nuestros pacientes. Se trata de un programa diseñado en colaboración con la Fundación Avedis Donabedian para guiar, formar y apoyar a todos aquellos Servicios de Medicina Intensiva que quieren ser excelentes.

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Uno de los pilares del Plan Estratégico de la SEMICYUC es lograr contar con Unidades de Cuidados Intensivos seguras para pacientes, familias y profesionales

En concreto, dentro de la UCI, el control de los errores de medicación y la infección nosocomial son nuestra máxima prioridad, como lo demuestra la aplicación rigurosa con publicación de resultados de los Programas Zero de prevención de infección nosocomial, y, más recientemente, mediante la incorporación paulatina de sistemas de trazabilidad electrónica para reducir los errores de medicación”, indica el Dr. Castellanos.

“Además, me gustaría destacar nuestra vocación hospitalista, promoviendo la implantación de sistemas de respuesta rápida para la detección precoz de pacientes ingresados en planta y que se están deteriorando clínicamente, con objeto de aplicar de forma inmediata la intervención más apropiada en cada caso. Estos son los dispositivos de seguridad hospitalaria que algunos denominan UCI sin paredes, señala el presidente de la SEMICYUC.

Respecto a los errores de medicación, la SEMICYUC trabaja junto a otras Sociedades Científicas dentro del Proyecto Prevemed. La ‘Cultura de la Seguridad’ pasa por:

  • implementar planes de mejora continua y herramientas que identifiquen los riesgos de manera proactiva
  • impulsar la declaración en los sistemas de notificación de incidentes y errores
  • establecer estrategias que mejoren la comunicación entre los profesionales implicados en el uso de los medicamentos en las UCI

La formación continua de los profesionales de los servicios de Medicina Intensiva es clave para el fomento de esta ‘Cultura de la Seguridad’. Por ejemplo, trabajando para evitar las infecciones nosocomiales dentro del marco de los Proyectos Zero, que lideran Medicina (SEMICYUC) y Enfermería Intensiva (SEEIUC) junto al Ministerio de Sanidad. Así, en el último año se han reestructurado y ampliado los módulos de formación respecto a los protocolos necesarios para evitar bacteriemias, infecciones por patógenos multirresistentes, neumonías asociadas a ventilación mecánica e infección urinaria relacionada con la sonda uretral. Todo ello, adaptándose a las necesidades estructurales y logísticas derivadas de la pandemia por la Covid-19 y con el objetivo de volver a reducir la tasa de
infección a mínimos históricos.

Humanizar las UCI para mejorar la seguridad del paciente

El fomento de las prácticas de humanización en las UCI también ayuda a consolidar la seguridad del paciente, especialmente de cara a la rehabilitación y tratando de evitar los síntomas del Síndrome Post-UCI. “Los proyectos de humanización, las consultas de seguimiento post-UCI y programas como ‘La UCI te cuida’, este último actualmente en desarrollo, están contribuyendo de forma significativa a concienciar a nuestros profesionales de la necesidad de cambiar nuestras pautas de sedación e iniciar precozmente la movilización para reducir los días de ventilación mecánica, la debilidad muscular del paciente crítico y el delirio, factores todos ellos asociados con estancias más prolongadas, el aumento de las complicaciones y, consecuentemente, de la morbilidad”, prosigue el doctor Castellanos.

Así, se mejora la seguridad del paciente con la inclusión de protocolos como los desarrollados por los Grupos de Trabajo de la SEMICYUC de cara a modificar pautas de sedación que eviten el delirium, el abordaje del transporte del paciente crítico con protocolos consensuados que permitan lograr un marco homogéneo en todo el país, la coordinación de los trasplantes de órganos para que los receptores puedan beneficiarse de las mejores prácticas clínicas o implantar equipos multidisciplinares para la rehabilitación motriz, entre otros.