Con el objetivo estimular la memoria individual y colectiva de sus usuarios a través de sus propios retratos, realizados a cada paciente en su propio espacio, donde se aloja el ‘yo como persona’, el equipo de profesionales de Ronda de Dalt Residencial ha puesto en marcha la campaña ‘Retratos contra el olvido’.
Desde la premisa de que el instante efímero que congela una fotografía es el mejor aliado del recuerdo, esta iniciativa trata de luchar contra el estigma que recae sobre el Alzheimer, reclamando un tratamiento individualizado, diferenciado y digno para todas aquellas personas que sufren demencia.
Así, ‘Retratos contra el olvido’ no solo busca visibilizar y apoyar la lucha contra el Alzheimer, también tiene un determinante poder terapéutico, generando una nueva manera de percibir y conectar con el mundo, que ya ha sido empleada con anterioridad, como demuestran los estudios de White (1980), Mc Adams (1985) o Hagnerg (1995).
El autoconocimiento, en su sentido más literal, sucede cuando el propio sujeto se observa y es capaz de reconocer la imagen que le es devuelta: tanto en espejos como en fotografías o vídeos. Es un acto innato que viene desarrollado en edades tempranas y acompaña al ser humano durante toda su vida. Desde Ronda de Dalt Residencial destacan los siguientes beneficios directos del autoconocimiento combinado con los estímulos pictóricos de la reminiscencia:
- Refuerza la identidad y el propio yo
- Fomenta la activación sensorial
- Beneficia la función adaptativa
- Refuerza la autoestima
- Potencia la activación de recuerdos
Esta terapia está especialmente indicada para las personas con Alzheimer, una enfermedad neurodegenetariva que se desarrolla en tres fases: enfermedad leve (etapa temprana), moderada (etapa media) y grave (etapa final).
“Al carecer de cura, cuando se instaura la enfermedad el primer paso es la aceptación de este diagnóstico y ofrecer al paciente y su entorno maneras de sobrellevarlo”, señalan Alba Ribas García, directora en Ronda de Dalt Residencial, e Irene Pulido García, psicóloga del centro. Amabas recalcan la importancia en la diferenciación del Alzheimer respecto al resto de demencias, para así reconocer “qué se espera a corto y medio plazo, así como el alcance de la enfermedad”.
Prevención, acompañamiento y ralentización del proceso neurodegenerativo
La edad, factores genéticos y ambientales confluyen como causas, por lo que se recomienda llevar un estilo de vida saludable. Según indican las especialistas, la prevención es vital y pasa por la atención a distintos factores de riesgo a lo largo de la vida de la persona que se deben controlar para evitar un desarrollo temprano: una rutina activa, la lectura, la musicoterapia, la estimulación multisensorial y la conversación, poniendo el acento en la persona y su realización personal.
A pesar de que la enfermedad comienza a desarrollarse décadas antes de mostrar síntomas (Alzheimer preclínico), los centros residenciales tienen una gran responsabilidad en la prevención, el acompañamiento y la ralentización del proceso neurodegenerativo. En este sentido, Ribas y Pulido subrayan la importancia de “mantener el funcionamiento cognitivo de estos residentes a través de la estimulación cognitiva (adaptada al nivel de deterioro cognitivo que presente la persona), estimulación basal y multisensorial, talleres de música y reminiscencia -la protagonista de esta iniciativa-. También se emplea la terapia de validación, la más recomendada en estadios de Alzheimer avanzados”.
A través de Unidades de Convivencia diferenciadas según el grado de deterioro se proporciona un ambiente enriquecedor que favorece la ralentización de la enfermedad y un tratamiento adaptado. Para ello, el personal debe ser tolerante, afectuoso y “estar específicamente formado en reconducción de situaciones complejas”, argumentan las profesionales. Además, se debe realizar un seguimiento continuo con los familiares sobre el avance de la enfermedad, donde se manejen expectativas y se realicen propuestas.
Conscientes de la incertidumbre que trae consigo esta patología, las profesionales del centro Ronda de Dalt resaltan el trato a los familiares de los afectados, basado en:
- Realizar un seguimiento constante
- Proponer pautas de actuación ante posibles situaciones
- Ofrecer herramientas para su gestión
Además, las reuniones multidisciplinares son otro pilar de la atención a la familia: la clave, aseguran, es promover una “comunicación bidireccional”. El objetivo de todo ello es empoderar a los usuarios buscando siempre su estimulación, basando el discurso en la Atención Centrada en la Persona (ACP), recordando que la mejor arma ‘Contra el olvido’ es comprender, apoyar y tratar a cada individuo como tal: personas con diversas historias de vida.