El uso de herramientas tecnológicas favorece la prevención, detección y tratamiento temprano de los principales síndromes geriátricos, permitiendo la aplicación de planes de cuidados en el hogar personalizados. Las nuevas tecnologías promueven una mejor salud y calidad de vida de las personas mayores y sus cuidadores, posibilitando la prolongación del tiempo de permanencia en su domicilio.
La sociedad actual presenta una población envejecida, donde la esperanza de vida ha ido aumentando década tras década. Un ejemplo de esta realidad es Euskadi, donde, según datos del Eustat de 2021, un 22,5% de la población es mayor de 65 años, siendo Bizkaia el territorio más envejecido. En este marco general, las nuevas tecnologías pueden ser grandes aliados de la vida en el hogar de las personas mayores, ya que permiten avances en sus cuidados y mejoras en su calidad de vida.
«Es una realidad que la mayoría de las personas de edad en situación de dependencia quieren permanecer en su domicilio. Sin embargo, la existencia de síndromes geriátricos puede poner en riesgo este deseo», explica la doctora Naiara Fernández, directora Asistencial del grupo sociosantario IMQ Igurco.
Con el fin de prolongar el tiempo de permanencia de una persona mayor dependiente en su hogar, IMQ Igurco ha desarrollado una herramienta tecnológica que permite realizar una aproximación diagnóstica a la situación clínica, funcional, cognitiva y emocional de la persona, a través de la respuesta a varias preguntas. También puede medir la carga emocional de sus cuidadores y poner en marcha programas de intervención adecuados a cada caso.
Esta plataforma aporta una perspectiva biopsicosocial a las necesidades de cada persona, abordando sus déficits y preferencias en el entorno domiciliario. Además, «permite cuidar al cuidador, que en gran parte de los casos es una mujer (89%), un dato que evidencia su contribución económica, social y cultural a una sociedad que vive a un ritmo a veces excesivo, para valorar la extraordinaria importancia de su valor«, añade la doctora Fernández. Esta herramienta tecnológica es un ejemplo de cómo las nuevas tecnologías ayudan en convivencia con la rutina humana diaria.
Luchar contra de discriminación por edad
En este sentido, las nuevas tecnologías también pueden contribuir a luchar contra de discriminación que sufren muchas personas mayores. En este sentido, la directora Asistencial del grupo sociosantario IMQ Igurco señala «a pesar de la contribución de las personas de edad a la vida económica, social y cultural, como sujetos activos, continúan expuestas a la discriminación por motivo de su madurez, hecho que afecta a su salud física y mental, provocando aislamiento, soledad y una menor calidad de vida».
«En las mujeres, además se suman las desigualdades por razones de la edad y género, lo que hace necesario reconocer sus aportaciones, promoviendo la inclusión de sus voces y perspectivas, para crear políticas que atiendan a los retos actuales, algo a lo que se suma IMQ Igurco«, añade la doctora.
Este es especialmente relevante teniendo en cuenta que, según Naciones unidas, la composición mundial de la población ha ido cambiando durante décadas, mostrando un aumento destacado de la esperanza de vida, pasando de ser 48 a 65 años. Se espera que durante los próximos treinta años el número de personas mayores aumente a más del doble, llegando a más de 1.500 millones en 2050. En este escenario, sumado a los desarrollos digitales, encuadra el uso de las nuevas tecnologías para el cuidado personas dependientes dentro del hogar.