Un artículo de José Carlos Fernández,
Vocal de la Junta Directiva del Colegio Profesional de Logopedas de la Comunidad de Madrid (CPLCM)
La logopedia cumple un importante papel, ya no solo a nivel rehabilitador sino también como carácter preventivo. En el año 2020, se estimó que vivían en nuestro país 9,25 millones de personas mayores de 65 años según datos del INE. Estos datos se esperan que se dupliquen en 2050. A su vez, se dató que hay alrededor de 10.500 logopedas colegiados, y podemos destacar que la gran parte de los logopedas se dedican a población infantil, por lo que considero de gran necesidad la incentivación del trabajo en este núcleo poblacional, tan importante a su vez.
El envejecimiento activo es un concepto definido por la Organización Mundial de la Salud como el proceso de optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen.
Dentro de las funciones que en nuestro día a día abordamos y que tienen que ver con la salud y la participación, cabe destacar la deglución y la comunicación. Su abordaje no solo debe centrarse en lo físico o estructural sino también requiere tener en cuenta el entorno.
Es fácil entender la comunicación como un acto social, pero la deglución también cumple dicho papel integrativo en la sociedad. En muchas ocasiones nos reunimos y celebramos alrededor de una mesa. Pero ¿qué suele ocurrir cuando se produce un problema comunicativo o deglutorio? Pues que en muchas ocasiones dichas dificultades conllevarán un aislamiento, y, por lo tanto, se verá afectada esa participación.
Entre los problemas comunicativos que podemos abordar como logopedas, entrarían aquellos que tienen que ver con alteraciones del habla, de la voz y del lenguaje. Y entre los problemas deglutorios, también conocida como disfagia, tratamos aquellas dificultades deglutorias de líquidos, alimentos y consistencias mixtas.
El papel de la logopedia es vital como figura esencial en un equipo de rehabilitación, y nuestra figura debe ser incluida cada vez más en residencias, centros asistenciales, clínicas y hospitales. Es importante conocer aquellos signos y síntomas que pueden aparecer en los problemas de la comunicación y de la deglución.
Cuáles son las principales dificultades de comunicación en las personas mayores
Según datos de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología existe una prevalencia de entre el 3 y el 19 % en población general de mayores y una incidencia del 8-58 por 1.000 personas/año de personas mayores que pueden presentar deterioro cognitivo leve, así como otras dificultades en la comunicación como consecuencia de…
- Problemas de lenguaje que pueden afectar a encontrar las palabras adecuadas en las frases, conocidas como anomia.
- Problemas en la articulación del habla que pueden afectar a la inteligibilidad en la comunicación, conocidas como disartrias.
- Problemas en el volumen de la voz, por un volumen excesivamente bajo que dificulte la escucha en la comunicación.
- Problemas en la comprensión y/o escucha por dificultades auditivas.
Dificultades deglutorias frecuentes en personas mayores
Una de cada cuatro personas mayores sin patologías añadidas puede presentar problemas para tragar y deglutir alimentos. Estos datos pueden llegar a incrementarse en 8 de cada 10 en patologías neurodegenerativas como la ELA, Parkinson y Alzheimer entre otras. Las dificultades más frecuentes que nos encontramos son las siguientes:
- Dificultades al tragar líquidos, que puedan generar tos tras la ingesta.
- Dificultades en el procesado de alimentos sólidos, que pueden provocar dificultades durante el trago, restos tras la ingesta, sensación de atasco en la garganta.
- Dificultades en consistencias mixtas, que son aquellas que comparten consistencia líquida y sólida tales como frutas, algunas verduras, sopas, etc.
Ante estos problemas tenemos más claro que el papel de la logopedia es fundamental a la hora de conseguir un bienestar durante el envejecimiento.
A continuación, se incluyen una serie de consejos y pautas para mejorar las dificultades comunicativas y deglutorias:
- Prestar atención a la persona, haciendo uso de una escucha activa, dejándole tiempos, ayudándole ante las dificultades expresivas en caso de solicitud de ayuda, pero sin interrumpir continuamente durante su turno comunicativo.
- Hablar en entornos calmados, no ruidosos ni con excesivos estímulos.
- Hacer uso de sistemas aumentativos y/o alternativos de comunicación.
- Fomentar la integración de la persona en reuniones y dotarle el tiempo y espacio necesario para una correcta comunicación.
Estas pautas que favorecen la alimentación de las personas con disfagia o problemas de deglución, que pueden dividirse en tres áreas: las relacionas con las posturas, con el entorno y con la higiene oral.
- Posturales
Se debe comer y beber siempre en una postura correcta, tanto sentado como tumbado. En el caso de comer sentados los pies deben estar apoyados y el tronco debe mantenerse recto, con la espalda en contacto con el respaldo de la silla. Para personas encamadas debemos incorporar a la persona con una inclinación de entre 60 y 80 grados. Cuidando la postura de la cabeza para que no exista hiperextensión y sea mejor una inclinación que permita mayor flexibilidad.
- Entorno
Debemos focalizar al máximo el momento de las comidas, es por ello necesario evitar distracciones mientras se come y se bebe (TV, ambientes bulliciosos). Adaptar cubiertos y alimentos para favorecer una deglución segura y eficaz. En casos de fatiga debemos controlar tiempos de comidas, cantidades, descanso previo, etc.
- Higiene oral
Se recomienda una buena higiene oral previa y posterior. La mala higiene de los dientes y de la boca aumenta la colonización bucal por gérmenes, incrementando la posibilidad de infección respiratoria en caso de aspiraciones pulmonares. Para realizar la limpieza oral será necesario hacer uso de la maniobra de descenso de cabeza para proteger vía aérea durante la misma, así como, hacer uso de clorhexidina como agente bactericida y fungicida.
En resumen, el papel de la logopedia como disciplina sanitaria que trabaja desde la prevención, rehabilitación y/o compensación de las funciones deglutorias y comunicativas es primordial a la hora de conseguir esa función integradora en la sociedad, la comunicación oral y escrita, ahora más común a través de la tecnología de mensajería de telefonía móvil, son vías que cada vez más forman parte de nuestro día a día y debemos aprovechar para dotar mayor independencia a la persona.