La Diputación Foral de Bizkaia y la Universidad del País Vasco UPV/EHU han puesto en marcha un proyecto de investigación pionero que evaluará la eficacia de los exoesqueletos, como medida preventiva desde el punto de vista ergonómico, para la reducción de la carga física y la prevención de lesiones lumbares del personal auxiliar sanitario de las residencias de personas mayores.
El Servicio de Prevención de Riesgos Laborales del Instituto Foral de Asistencia Social (IFAS) y el grupo de investigación Ageing On de la UPV/EHU, que tiene una amplia trayectoria de trabajo con las personas mayores de residencias, trabajarán conjuntamente en este proyecto, en el que también tomarán parte de manera voluntaria 27 profesionales del centro residencial foral de personas mayores de Leioa.
Durante la presentación de esta iniciativa, el diputado de Acción Social, Sergio Murillo, señaló que mejorar los cuidados de larga duración también es cuidar a quienes ofrecen esos cuidados y aplicar, para ello, las últimas tecnologías. «Prometimos modernizar la acción social y la incorporación de las tecnologías en el cuidado es una parte ineludible de ese camino. En este caso, se trata de cuidar a quienes cuidan: a las y los profesionales que trabajan en las residencias. Estamos llevando una tecnología que nunca ha sido aplicada en este sector: probándola, testándola y validándola para cuidar mejor. Es nuestra apuesta por incorporar todos los avances científicos y tecnológicos a los cuidados de larga duración. Incorporar tecnología en los cuidados», subrayó el diputado de Acción Social.
Por su parte, el vicerrector del Campus de Bizkaia de la UPV/EHU, destacó la importancia de la colaboración interinstitucional, en este caso entre la UPV/EHU y la Diputación Foral de Bizkaia. Asimismo, remarcó el hecho de que la «Universidad del País Vasco participe activamente en proyectos de investigación que inciden en la innovación dentro del ámbito sociosanitario y pueda dar respuesta a las necesidades y retos sociales que tenemos en la actualidad».
Durante la presentación, miembros del grupo de investigación Ageing On realizaron una demostración de la aplicación del exoesqueleto en la que han presentado algunos de los beneficios que aporta la utilización de estos sistemas de prevención de salud laboral para el personal de las residencias; un personal sometido a un elevado nivel de esfuerzo diario, por su trabajo de atención a personas mayores con una movilidad reducida, en muchos casos.
El investigador de Ageing On y catedrático de Fisiología, Jon Irazusta, recalcó que «se trata del primer estudio sobre los efectos del uso de exoesqueletos durante la jornada laboral en la prevención de dolor músculo-esquelético en auxiliares sanitarias que trabajan en centros residenciales de mayores. En caso de obtenerse resultados positivos, la utilización de esta tecnología redundaría en una reducción de estas dolencias asociadas al trabajo y a una mejora de la calidad de vida de este colectivo».
El proyecto de implantación de los «exoesqueletos de asistencia en el entorno laboral» se ejecutará en dos fases. Una primera, ya finalizada, en la que se han evaluado diferentes modelos de exoesqueletos y se ha seleccionado el que ofrece las mejores características para su implantación, que se realizará en la segunda fase.
En esta nueva fase, que comienza ahora, se evaluarán los efectos de la utilización de los exoesqueletos por parte de las auxiliares sanitarias del centro residencial foral de Leioa. El análisis del uso se llevará a cabo durante 12 meses y se compararán los resultados obtenidos entre el grupo que utilizó estos dispositivos y el que no los hizo, según diferentes parámetros predefinidos.
Además de los beneficios esperados para el personal de las residencias, también se difundirán los resultados en el sector de los cuidados de larga duración, la comunidad científica y se transferirán los conocimientos a diferentes agentes de I+D+i dedicados al desarrollo de exoesqueletos.
Ello podrá revertir en la creación de actividad industrial nueva en el diseño específico de exoesqueletos para estos perfiles profesionales sociosanitarios que trabajan en residencias, así como de todas aquellas personas que se dediquen al cuidado de personas en situación de dependencia, tanto en hospitales como en el domicilio.
Dolor lumbar inespecífico, un trastorno músculo-esquelético de alta prevalencia
El dolor lumbar inespecífico es un trastorno músculo-esquelético (TME) altamente prevalente en nuestra sociedad. Este trastorno presenta una de las prevalencias más altas en personas con profesiones físicamente exigentes, como, por ejemplo, en profesionales que tienen que desplazar pesos elevados. En este sentido, es de destacar que los sobreesfuerzos son algunos de los riesgos laborales más importantes entre los profesionales que atienden a las personas en situación de dependencia; especialmente el personal auxiliar sociosanitario de los centros residenciales de personas mayores.
Las evaluaciones ergonómicas periódicas y las estadísticas de accidentabilidad realizadas por el grupo de investigación Ageing On han constatado que la prevalencia de este tipo de trastorno entre el personal auxiliar sanitario de las residencias es alto.
Fundamentalmente, la zona principalmente afectada a la hora de movilizar a las personas usuarias es la espalda y, en concreto, la zona lumbar. También son frecuentes en este colectivo las incapacidades temporales por lumbalgias o patologías análogas. Algunas de las causas de este aumento se atribuyen al progresivo envejecimiento de las plantillas, junto con un perfil de las personas que ingresan en las residencias caracterizado por niveles de dependencia más elevados en los últimos años.
La mejora progresiva de las ayudas técnicas mediante el empleo de grúas, camas articulada, etc.; la formación a través de la escuela de espalda, así como los protocolos de trabajo (movilizaciones en parejas), han hecho posible una evidente disminución del riesgo, pero el hecho de movilizar personas y no objetos inertes hace más difícil alcanzar mayores cotas en la reducción del citado riesgo.
De ahí surge la motivación en la búsqueda e implementación de nuevas tecnologías que permitan mejorar las condiciones de trabajo y la salud laboral, evitando lesiones en la medida de lo posible, tal como es el caso de los exoesqueletos que se prueban en este proyecto.
El proyecto cuenta con la aprobación del Comité de Ética de Seres Humanos (CEISH) de la UPV/EHU desde el pasado mes de julio y con la ratificación del Comité de Ética de la investigación con Medicamentos Euskadi (CEIm Euskadi), el pasado 11 de octubre.