Con el objetivo de desarrollar nuevas aplicaciones del registro de señales fisiológicas para evaluar la respuesta física y emocional de las personas a distancia mediante análisis de imagen, sin necesidad de dispositivos de contacto directo con la piel, el Instituto de Biomecánica (IBV) lidera el proyecto SOLFIS.
Monitorizar las constantes vitales permite conocer el estado del sistema biológico de una persona, y poder tomar decisiones para mejorar su bienestar y seguridad en cada momento, así como prevenir situaciones de riesgo. Como señalan desde el IBV, en la actualidad estas señales se registran con dispositivos que requieren contacto con la piel, y son muy relevantes en los procesos de atención sociosanitaria.
David Garrido, Director de Innovación de Mercado en Salud en IBV, señala que “el conocimiento de cómo y cuándo atender a una persona, así como la evolución e impacto de dicha atención sobre su salud representa el elemento clave no sólo en el ámbito clínico, sino para procesos de asistencia en nuevos ámbitos que estamos explorando en este proyecto como son residencias de mayores, eSports o aviación”. “Monitorizar las constantes vitales en cualquier momento y lugar, proporciona una gran versatilidad para cada una de las aplicaciones que estamos planteando”, recalca el experto.
Estos modelos permiten obtener información sobre:
- la funcionalidad cognitiva global
- la atención
- la velocidad de procesado
- la memoria
- el lenguaje
- el nivel de estrés, entre otros
Toda esta información resultante tiene múltiples aplicaciones: en residencias de mayores, para estudiar el deterioro cognitivo general, estudiar las disfunciones cardiovasculares, etc.; en eSports, para analizar el rendimiento de los gamers y determinar niveles de riesgo a partir del estrés, etc.; o en aviación, para ayudar en el seguimiento durante el vuelo, en el entrenamiento o en la selección de personal, entre otros.
En esta línea, tras identificar las necesidades de las empresas, los investigadores han avanzado en el desarrollo de la tecnología, basada en el registro mediante cámaras de visión y tratamiento de imágenes con técnicas de Inteligencia Artificial, y han entrenado las primeras redes neuronales con bases de datos abiertas.
Así, el objetivo principal del proyecto es explorar y poner a punto posibles aplicaciones del registro de señales fisiológicas mediante análisis de imagen para evaluar la respuesta física y emocional de las personas.
“Estamos trabajando en una base de datos propia que pueda especializar a estas redes neuronales en la obtención de constantes vitales que son clave en todas estas aplicaciones, como son la Frecuencia Cardiaca y la Frecuencia Respiratoria”, comenta el Director de Innovación de Mercado en Salud en IBV.
En definitiva, todas estas nuevas soluciones tecnológicas basadas en medidas fisiológicas resultan esenciales a la hora de identificar las mejores estrategias de atención en relación a la mejora de la salud y calidad de vida de las personas.
IBV cuenta con una larga trayectoria dentro de esta línea de investigación de soluciones aplicadas basadas en medidas fisiológicas y trabaja para acercar estas nuevas tecnologías al tejido empresarial. En concreto, en el proyecto SOLFIS cuenta con la colaboración de las empresas Gestió Sociosanitària al Mediterrani (GESMED), Centros Residenciales Savia, Encom Games, Airpull Aviation, Blautic Designs, MySphera o S2 Grupo, y de GGTECH y de DOTIT, compañías del sector eSport.
Este proyecto (Ref. IMDEEA/2022/49) ha solicitado financiación 2022 de ayudas del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) dirigida a centros tecnológicos de la Comunitat Valenciana para el desarrollo de proyectos de I+D de carácter no económico realizados en cooperación con empresas, cofinanciado por la Unión Europea.