En el marco de la iniciativa València Capital Mundial del Diseño 2022, IKEA ha presentado ‘FRËSKA’, un prototipo para compartir sillas que actualiza la tradición de «salir a tomar la fresca». Este novedoso servicio, además de solventar la escasez de mobiliario urbano, trata de humanizar las ciudades para las personas mayores al fomentar la relación interpersonal e intergeneracional entre vecinos.
Este prototipo nace gracias a Next Gen: Séniors. Rediseñando la ciudad del futuro para la sociedad más longeva de la historia, un proyecto colaborativo entre IKEA, Madrid Design Festival, Barcelona Design Week y València Capital Mundial del Diseño 2022, que pone el foco en el envejecimiento de las ciudades con el objetivo de hacerlas más amables y seguras para las personas mayores, y mejorar aspectos como la integración social, la seguridad o la soledad para este segmento de la población.
Tal y como señala Laura Durán, responsable de Desarrollo de Negocio y Transformación de IKEA en España, “nuestra compañía tiene un propósito muy claro: ‘todas las personas merecemos un verdadero hogar’, y eso nos hace estar muy atentos a cómo evoluciona la sociedad para lograr que ese propósito sea una realidad, tanto ahora como en el futuro. Y sin duda hay un aspecto del futuro como sociedad que nos parecía necesario abordar: cómo deberían ser las ciudades para los séniors. En ese sentido, estamos muy satisfechos del camino recorrido con este proyecto colaborativo, que además de invitarnos a la reflexión sobre un tema que nos afecta a todos, presenta soluciones tangibles”.
En este sentido, Xavi Calvo, director de València Capital Mundial del Diseño, valora la presentación de este proyecto en el festival como “la culminación de una colaboración entre los 3 mayores eventos de diseño en España en 2022 para abordar desde el diseño un tema de carga social, lo que supone un éxito además de un gran hito para visibilizar la finalidad del diseño entendido como bienestar para todas las personas. Este ha sido un viaje por etapas que muestra la importancia del proceso de recopilación de datos y de pensamiento hasta la presentación final de las soluciones”.
FRËSKA, un novedoso servicio para fomentar las relaciones intergeneracionales
Tanto el prototipo ‘FRËSKA‘, que está a disposición de cualquiera que lo quiera implementar a través de código abierto en la web de IKEA, como otras ideas para mejorar la vida de las personas mayores en las ciudades, surgieron en La Casa de Pensar; una instalación efímera que formó parte de Barcelona Design Week en la que estudiantes de diseño, ciudadanos y profesionales crearon distintos proyectos inteligentes y de gran diseño que se presentan hoy por primera vez.
Un comité de expertos compuesto por personas de los tres festivales que han participado en Next Gen Séniors (Madrid, Barcelona y Valencia) junto con Laura Durán de IKEA y la diseñadora Inma Bermúdez, eligieron las dos mejores ideas: una que pudiera ser de inmediata implementación para solucionar la calidad de vida de los séniors del presente: FRËSKA, y otra con una visión a más largo plazo para los del futuro: Arcadia, un centro residencial futurista especialmente diseñado para este segmento de la población.
En el caso de FRËSKA, es un novedoso servicio que fomenta las relaciones intergeneracionales y las sinergias entre vecinos. Para Inma Bermúdez es “un concepto interesante porque trata de importar a las ciudades una tradición muy de pueblo, de verano”. “Es algo que yo he visto de cerca, incluso aquí en Valencia, en la zona de la Malvarrosa o en la playa lo siguen haciendo cuando llega el buen tiempo: los vecinos sacan sus sillas y mesas por la noche al paseo de la playa, rollo reunión familiar o de amigos. Algunos cenan, otros comen pipas y otras juegan a las cartas y al dominó; un escenario muy peculiar y entrañable donde los mayores se juntan, comparten y viven y que transmite una energía muy positiva”, afirma la diseñadora.
Por su parte, Irene Badía, estudiante de Ingeniería, Diseño Industrial y Desarrollo de Producto en la UPV y portavoz del grupo de trabajo que ha concebido esta solución, recalca que la relevancia del proyecto reside en que “soluciona la escasez de mobiliario urbano y da respuesta a las necesidades de seguridad de las personas mayores en las ciudades. Además, a éstas las humaniza al recuperar la tradición de salir a la calle para charlar con vecinos y promover que la gente no se quede aislada en casa. Somos conscientes de que la soledad es una de las grandes preocupaciones de hoy y del futuro –según una investigación de IKEA, el 60% de las personas mayores de 65 años teme vivir en soledad en los últimos años de su vida- y por eso pensamos en implementar una solución que pudiese abordar ese gran reto”.
Entre sus funcionalidades destaca un sistema para regular el tiempo de uso por parte sus usuarios, y una pantalla display que informa sobre los momentos del día en los que da la sombra en ese punto de la ciudad, promueve hábitos de vida saludable entre las personas mayores al ofrecer actividades físicas, motrices o de estimulación cognitiva, y facilita información sobre actividades culturales.
