El VIII Congreso de Pacientes con Enfermedades Cardiovasculares, organizado en formato online por Cardioalianza bajo el lema “Acelerando cambios en salud cardiovascular”, recalcó la importancia de sensibilizar a las mujeres a cerca de este tipo de patologías, pues son su primera causa de muerte.
Cardioalianza, entidad que agrupa en España a más de 50 organizaciones de pacientes con enfermedad cardiovascular, celebró de forma online, el VIII Congreso de pacientes con enfermedades cardiovasculares, con el fin de actualizar y dar valor al trabajo de las entidades de este tipo ante los demás agentes sanitarios, y abordar temas de interés en relación con las ECV.
El encuentro contó con más de 20 ponentes, representantes de organizaciones de pacientes, profesionales sanitarios y de la administración pública, como la presidenta de Cardioalianza, Maite San Saturnino, quien hizo referencia a la Estrategia de Salud Cardiovascular (ESCAV) aprobada el pasado mes de abril por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.
«Una vez aprobada la Estrategia, seguiremos con atención su implantación y control en las comunidades autónomas, quienes tienen las competencias en planificación, gestión y atención sanitaria. Estamos en un momento crucial para abordar los cambios necesarios en salud cardiovascular. Desde Cardioalianza, como representantes de los pacientes y sus familias, estamos trabajando ya con el objetivo de acelerar los cambios necesarios. Tenemos este compromiso con nuestros pacientes y con la sociedad», señaló la presidenta de Cardioalianza.
Por su parte, Yolanda Agra, del Ministerio de Sanidad, destacó el papel de esta Estrategia para potenciar la cohesión y velar por la equidad en el acceso y la calidad de las prestaciones sanitarias coordinando el Sistema Nacional de Salud (SNS). «El enfoque de la nueva Estrategia propone abordar estos múltiples retos desde una visión integral, comenzando por los aspectos que influyen en la salud como son la educación, la capacitación, la promoción de la salud en la ciudadanía, el diagnóstico precoz, la investigación, etc.; teniendo en todo momento la necesaria perspectiva de equidad, con especial atención al género, y sin olvidar la necesaria calidad en la asistencia y atención clínica y la seguridad del paciente», indicó en su intervención.
La mujer, foco del congreso
La doctora Ana García Álvarez, jefa del Departamento de Cardiología del Hospital Clínic de Barcelona e investigadora del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), fue la encargada de inaugurar las conferencias, destacando como elemento clave para avanzar en salud cardiovascular la necesidad de sensibilizar a las mujeres a cerca de las enfermedades cardiovasculares, pues son su primera causa de muerte.
«La ECV en la mujer aparece principalmente después de la menopausia cuando desaparece el elemento protector de los estrógenos, aproximadamente diez años más tarde que los hombres y con otras enfermedades no cardiacas asociadas. Las mujeres tienen mayor incidencia de enfermedad microvascular y también de insuficiencia cardiaca con función preservada y, además, las mujeres que presentan un infarto jóvenes tienen más probabilidad de desarrollar diabetes», advirtió la doctora.
García también subrayó que, «las mujeres consultan de forma más tardía a los profesionales sanitarios porque no reconocen los síntomas, ya que éstos muchas veces son distintos a los descritos en la mayor parte de estudios realizados mayoritariamente en hombres. La mujer presenta, además, una carga doméstica típicamente mayor y trabaja, en ocasiones, en empleos relacionados con el cuidado de los demás, que hacen que ante algún síntoma tengan mayor dificultad para pedir ayuda y poder ser atendidas en un menor tiempo».
Además, la especialista denunció que «la mujer siempre ha estado menos representada en los ensayos clínicos, por lo que hay menor evidencia científica sobre cómo debe ser su tratamiento. Se considera erróneamente que las mujeres tienen un menor riesgo del que realmente padecen y se las considera un paciente más frágil, por lo que a menudo su manejo es menos intervencionista y su tratamiento más conservador, además de creer que necesitan un menor seguimiento».
«Es fundamental concienciar a la sociedad sobre el riesgo real de la ECV en nosotras. Mata más a mujeres que hombres, y en mujeres de menos de 65 años provoca la muerte más que el doble de veces que el cáncer de mama, pero sin embargo la sensibilización es inferior. Hay que promocionar el liderazgo femenino y sobre todo en posiciones de responsabilidad. En cardiología, por ejemplo, en 2018 solo un 11% de los jefes de servicios de los hospitales españoles eran mujeres», afirmó la cardióloga.
La salud cardiovascular en la agenda política
Este encuentro organizado por Cardioalianza reunió también a varios directores generales de distintas Consejerías autonómicas, para analizar la salud cardiovascular en la agenda política. Todos los participantes abogaron por promocionar un papel más activo de las asociaciones y así incorporar la voz de los pacientes a nivel estratégico, en los planes y en los protocolos regionales, para enriquecer la visión clínica de los profesionales.
También resaltaron que es fundamental el poder garantizar la continuidad asistencial y reforzar la prevención e implicación de todos los profesionales sanitarios desde el primer minuto, subrayando la importante figura de la enfermería de atención primaria para mantener el contacto directo con el paciente y realizar un correcto seguimiento de las enfermedades cardiovasculares.
Además, también se puso en valor a las asociaciones de pacientes por su papel vital en ofrecer información relevante y efectiva, ya que se ha comprobado que la relación entre personas que están en la misma situación es muy positiva para la modificación del estilo de vida y la evolución de la propia enfermedad.
Los expertos que participaron en el VIII Congreso de Pacientes con Enfermedades Cardiovasculares también señalaron que la aterosclerosis es la responsable del 85% de las muertes relacionadas con las enfermedades. Se trata de una enfermedad silente que da la cara cuando ya se han producido las lesiones vasculares que se han venido desarrollando durante décadas. Por ello, es muy importante identificar a los pacientes de mayor riesgo vascular para poder tomar las medidas oportunas para disminuir su riesgo.
Además, se destacó que el colesterol es la causa fundamental de la enfermedad arterial, que hay que identificar y bajar cuanto antes posible. En este sentido, «hay que transmitir el mensaje de que el colesterol cuanto más bajo mejor, ya que hay estudios de imagen intracoronaria que han observado incluso regresión de la enfermedad cuando se alcanzan cifras de colesterol LDL por debajo 55 mg/dl; en concreto se ha demostrado que se pacifica la inflamación y se reduce la placa de la arteria», señal´ó uno de los expertos. A parte del tratamiento farmacológico, es importante prescribir unos buenos hábitos de vida a través de una dieta saludable y la práctica de actividad física diaria.
La diabetes y el alto riesgo cardiovascular
En cuanto a la diabetes, el cardiólogo David González Calle, cardiólogo de la Unidad de Cuidados Críticos Cardiovasculares del Hospital Clínico Universitario de Salamanca, explicó que «es muy importante que el paciente adopte una mayor autonomía, es decir, que el paciente tenga el control de su enfermedad. Hay que pasar de un modelo de atención paternalista a un modelo más autónomo, en el que el paciente conozca su enfermedad, el pronóstico y sea capaz de tomas decisiones para lograr el mayor control posible».
Otro punto señalado abordado por este experto fue que un gran porcentaje de los pacientes diabéticos son pacientes de alto riesgo o muy alto riesgo cardiovascular que, además, la gran mayoría tienen sobrepeso u obesidad que incrementa el riesgo de complicaciones y de muerte. Por cada kilo que pierde un paciente con obesidad se reduce un 43% el riesgo de desarrollar diabetes.
En cuanto al tratamiento, existen ya nuevos fármacos antidiabéticos que tienen pocos efectos secundarios, aportan un beneficio cardiovascular y otros aspectos positivos al paciente. «Las dos nuevas familias de fármacos, GLP1 y iSLT2, nos permiten controlar la diabetes de forma segura e incluso bajar el riesgo cardiovascular de los pacientes, por lo que se presentan como la mejor alternativa a las insulinas actuales«, concluyó el Doctor González Calle.