Un artículo del equipo de Miaudífono
La hipoacusia o sordera está muy relacionada con el paso del tiempo. Es cierto que la pérdida auditiva puede aparecer y ser una consecuencia directa con el envejecimiento. Algo inevitable, sin embargo tratable. Pero, ¿sabías que no oír bien puede tener en el cerebro los mismos efectos que la edad?
Por ello es recomendable acudir a un centro auditivo a revisar la audición para encontrar la solución adecuada al problema de oído. Porque es muy posible que el especialista recomiende al paciente con falta de audición y deterioro cognitivo que use audífonos.
La hipoacusia acelera el deterioro cognitivo
Numerosos estudios neurológicos han demostrado recientemente que el envejecimiento cerebral puede acelerarse notablemente cuando existe algún tipo de pérdida auditiva. Es decir, la persona con presbiacusia (la sordera del envejecimiento) perderá memoria y capacidad sensorial y física de una manera mucho más acelerada que alguien de su misma edad que escuche bien o le haya puesto solución a sus problemas auditivos.
Según diferentes estudios científicos, las personas con algún tipo de sordera no tratada, tengan la edad que tengan, tienen hasta un 24% más de probabilidades de experimentar un deterioro cognitivo en los siguientes 6 años.
En este caso, ¿cómo puede ayudar la audición al cerebro?
La sordera tiene numerosas consecuencias psicológicas, ya que la comunicación es uno de los aspectos más importantes en nuestras vidas. Así, la dificultad para relacionarnos con nuestro entorno puede llegar a tener consecuencias muy graves que terminan afectando a nuestra salud. Sin embargo, una buena audición nos ayuda a:
- Reducir el esfuerzo para escuchar
- Disminuir la carga que tiene el cerebro
- Evitar la funcionalidad cerebral reorganizada
- Combatir el deterioro cognitivo acelerado
- Frenar la disminución acelerada del volumen cerebral
Para controlar su evolución, lo más importante es acudir al médico cuando se presenten los primeros síntomas.
¿Usar audífonos ayuda al cerebro?
Una investigación realizada por la Universidad de Exeter y el King’s College de Londres ha concluido que las personas que llevan audífonos, además de recuperar, en gran medida, su capacidad de escucha, consiguen que se reduzca el impacto negativo de la pérdida auditiva que sufre su cerebro, a diferencia de aquellas que no los usan y también los necesitan.
El uso de audífonos mantienen activo y en forma el cerebro y además reduce el riesgo de sufrir patologías mentales como la demencia o el Alzheimer. Permiten que las personas con algún tipo de discapacidad auditiva disfruten de una buena salud cognitiva y mental.
Llevar audífonos ayuda a recuperar la audición, pero también tienen otras muchas ventajas que hace la vida de los usuarios mucho más fácil.
- La mayoría de las personas experimentan cambios en su calidad de vida. Descansan más y mejor y sufren menos fatiga
- Fomentan la socialización y acaban con las barreras a las que las personas con sordera tienen que enfrentarse en su día a día
- Previenen trastornos psicológicos como la depresión o la ansiedad
- Reducen el deterioro de la salud física y mental y evitan que el cerebro vaya encogiendo.
Por tanto, aunque aún no se ha encontrado un tratamiento como tal que impida el deterioro cognitivo, el uso de audífonos es una medida muy efectiva para frenarlo. Estos pequeños dispositivos digitales no solo ayudan a las personas con problemas de audición a volver a escuchar, sino que les permiten recuperar su calidad de vida en todos los sentidos.
¿Se puede prevenir el deterioro cognitivo?
Realizar hábitos y ejercicios que mantengan activo el cerebro es totalmente recomendable para garantizar la salud cerebral y a reducir las posibilidades de que el cerebro se vaya debilitando.
- Mantener el cerebro activo con actividades sociales y también con aquellas que sean nuevas y supongan un reto
- Tener actividades diarias que nos hagan ejercitar la mente, como leer
- La actividad física también es una gran ayuda para prevenir la atrofia cerebral
- Dormir mínimo 8 horas diarias ayuda a evitar el estrés y la ansiedad que afectan directamente a nuestra capacidad para generar recuerdos
- Seguir una dieta saludable y llevar un control de los factores de riesgo cardiovasculares
En definitiva, el cerebro de una persona con sordera tiene que hacer un esfuerzo mucho mayor para poder relacionarse con su entorno y las personas que le rodean y esto termina perjudicando su salud.
Por eso, es imprescindible revisar de una manera periódica nuestra audición para poder detectar lo antes posible cualquier tipo de problema auditivo y ponerle una solución, como son los audífonos.