A pesar de que la incidencia de la Covid ha descendido esta enfermedad continúa evolucionando y siguen detectándose nuevas subvariantes del virus original que puede desencadenar formas graves de la infección o desestabilizar las enfermedades de base poniendo en peligro la vida de los pacientes más vulnerables, tal y como advierten los expertos de la Sociedad Española de Quimioterapia (SEQ).
En el caso de España, la mayoría de los casos confirmados corresponde a las variantes BQ.1 y BQ.1.1, que proceden de ómicron, y catalogados por el Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) como variantes de interés, ya que se espera que, para comienzos de 2023, más del 80% de los casos se deban a BQ.1 y BQ.1.1.
Pese a que ahora el virus parece menos agresivo y existe la protección de las vacunas, todavía existe un grupo de pacientes muy vulnerables constituido por las personas mayores de 65 años con enfermedades crónicas o pacientes inmunodeprimidos.
Fármacos para reducir la hospitalización y el riesgo de muerte
Para mejorar su protección frente a la infección por SARS-CoV-2, los expertos de la Sociedad Española de Quimioterapia (SEQ), sociedad científica que aglutina a especialistas microbiólogos, internistas, infectólogos, cirujanos, intensivistas, anestesistas, neumólogos y farmacéuticos, recuerdan que, aparte de las vacunas, existen diferentes fármacos que pueden reducir la hospitalización y el riesgo de muerte.
Así, el Dr. José Barberán López, presidente de la SEQ y del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario HM Montepríncipe, destaca que “disponemos de antivíricos como remdesivir, nirmatrelvir/ritonavir o molnupiracir, y dos anticuerpos monoclonales (sotrovimab y tixagevimab + cilgavimab) que, administrados precozmente en pacientes aparentemente estables, han demostrado reducir significativamente la necesidad de hospitalización, la evolución desfavorable que requiere el ingreso en una Unidad de Cuidados Intensivos y la mortalidad”.
Pero “para que el uso de estos fármacos se haga efectivo es fundamental que la población conozca que se dispone de ellos y, en consecuencia, se notifique de forma temprana un posible contagio”, advierte el doctor.
En ese sentido, el Dr. José María Molero, médico de Familia asistencial en Atención Primaria y miembro del Comité Científico del ICOMEM sobre la Covid-19, advierte que “la administración de estos tratamientos debe realizarse precozmente, antes del quinto día de inicio de los síntomas o del séptimo en el caso del remdesivir”. Ambos coinciden en recordar que, además, “hay otras medidas que ayudan a controlar la infección, hoy en desuso, como la mascarilla y el mantenimiento de la distancia social”.
Antivirales para el tratamiento de la COVID
En el caso de remdesivir, es un medicamento antiviral que se desarrolló inicialmente para la enfermedad del virus del Ébola, pero que también ha demostrado actividad frente al SARS-CoV-2. “Se administra por vía parenteral a nivel hospitalario y es bien conocido por los médicos en este ámbito, que lo administran en las formas graves de la infección en pacientes hospitalizados”, afirma el presidente de la SEQ.
Por su parte, nirmatrelvir/ritonavir es un fármaco oral indicado en las formas leves o moderada de la enfermedad en pacientes con riesgo de mala evolución, se administra en pacientes ambulatorios y, además, puede disminuir la transmisión de la infección. Las principales ventajas, que se han puesto de manifiesto en los ensayos clínicos, son la disminución de la hospitalización y de la mortalidad.