En el mundo ya son más de 700.000 las personas centenarias, mientras que en España se superan las 15.000. El crecimiento de la esperanza de vida va a ser exponencial y los científicos especializados en la longevidad creen que se puede alcanzar una vida mucho más longeva, llegando a alcanzar los 120 años.
Para saber cómo vamos a vivir más y mejor, el Instituto Europeo de Salud y Bienestar Social, presidido por Manuel de la Peña, profesor de cardiología, ha recopilado las opiniones de reconocidos científicos volcados en la longevidad. Esta iniciativa ha servido para comprobar que hay grandes inversiones acerca de la mayor esperanza de vida realizadas por algunos mega millonarios como Jeff Bezos, propietario de Amazon y nuevo CEO de Altos Labs, una biotecnológica médica que estudia el retraso del envejecimiento.
Precisamente, el doctor Pedro Guillén, traumatólogo y presidente fundador de la Clínica Cemtro, ha firmado un convenio de colaboración con Altos Labs para poner en marcha varios proyectos de investigación de rejuvenecimiento. Respecto al rejuvenecimiento de los tejidos, el Doctor De la Peña destaca que “los tratamientos con células madre, la reprogramación celular y la medicina regenerativa ya están logrando mejorar la calidad de vida de muchos pacientes”.
Por su parte, Elon Musk, a través de Neuralink y la compañía Calico de Google, invierten en longevidad extrema, buscando retrasar el envejecimiento e incluso revertirlo. En este sentido, el doctor Manuel de la Peña señala que “en tan solo seis meses Elon Musk lanzará al mercado un chip cerebral que, una vez implantado en nuestro cerebro, nos permitirá conectarnos vía bluetooth a un ordenador. Este chip aumentará exponencialmente la actividad cerebral, lo que permitirá curaciones imposibles”.
Por su parte, José Luis Cordeiro, ingeniero del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts), afirma que «en la vida hay dos opciones: la longevidad extrema, como opción preferida, y el plan B que sería la criopreservación. Ya es una realidad la conservación de personas en nitrógeno líquido y ya se criopreservan células, tejidos y algunos órganos. De hecho, en el mundo hay 500 personas criopreservadas, de las cuales cuatro son españoles”.
Por otro lado, el presidente del Instituto Europeo de Salud y Bienestar Social asegura que, “la longevidad tiene dos determinantes: los genes (tenemos 20.000 genes) y los hábitos de vida (epigenética). Si conocemos nuestro genoma humano sabremos la predisposición genética que hemos heredado para sufrir determinadas enfermedades. Hay genes de la longevidad, como el denominado gen de Matusalén, pero en la expresión de los genes influye el epigenoma, es decir, nuestra capacidad de influir en los factores desencadenantes como son los malos hábitos”.
“Llevar una alimentación sana, evitar el estrés crónico, evitar sustancias tóxicas, evitar conflictos emocionales, realizar ejercicio físico y la exposición a un medio ambiente adverso, son factores que influyen de manera decisiva en la expresión de los genes y, por tanto, en la longevidad y en la calidad de vida. Está en auge el concepto de slow cities o ciudades lentas, alejadas del estrés y del mundanal ruido. Cuanta más actividad física, más aumentamos los beneficios de salud”, añade el experto.
A su vez, actualmente se están haciendo múltiples estudios sobre los telómeros y la telomerasa. Los telómeros son los que determinan la longevidad. Cuanto más alargamiento de telómeros, más se vive. Cuanto más largos, mejor, pero con el uso se desgastan y se acortan. La telomerasa es la enzima que influye en el alargamiento. Liz Parrish, científica, empresaria y CEO de BioViva asegura que se ha sometido como paciente cero a la terapia génica con telomerasa y desde que comenzó esta terapia, en el 2015, ha logrado alargar sus telómeros un promedio de 5,3 años más de vida por cada año de terapia.
A juicio del Doctor De la Peña, nos encontramos un escenario donde los procedimientos de aféresis terapéutica están en auge, con los que se puede depurar la sangre y tratar numerosas patologías. España es líder en estos tratamientos. “El cambio de la sangre es clave en la longevidad y, de hecho, hay estudios donde se ha demostrado que cuando se reemplaza a las ratas viejas su plasma sanguíneo por el de ratas jóvenes, se observa como corren más rápido a buscar el alimento. Los sensores cutáneos serán los verdaderos protagonistas de nuestra salud”, señala el doctor.