La iniciativa de DomusVi ‘Vidas con Historia’, desarrollada en colaboración con Envita, narra la vida de las personas a las que cuidan a través de libros redactados por familiares y cuidadores. Este proyecto, que además permite personalizar la atención y los cuidados prestados, ha sumado más de mil participantes de un centenar de centros de toda España.
La iniciativa ‘Vidas con Historia’ de DomusVi, en colaboración con Envita, se enmarca en el propósito de la compañía de mejorar el bienestar de las personas mayores en un entorno social activo, fomentando las relaciones sociales y estrechando el vínculo con los familiares.
El programa se basa en una metodología innovadora que hace posible la digitalización de la historia de vida de las personas mayores. Los contenidos (fotografías, música favorita, grabaciones, etc) se añaden a una plataforma online y se convierten en un libro de vida impreso que, una vez finalizado, los residentes reciben en un acto homenaje.
De este modo, con este proyecto, DomusVi celebra la vida, muestra la importancia de reconocer el valor de las personas mayores a las que cuida y recuerda, una vez más, que en la vejez se siguen añadiendo nuevos capítulos a nuestro libro de vida.
Una vez finalizado el programa, los residentes han recibido su respectivo libro de vida en el marco de actos homenaje celebrados en diferentes centros de DomusVi.
Los ejes de ‘Vidas con Historia’
El programa ha conseguido que más de 500 personas mayores residentes hayan podido escribir su Libro de Vida personalizado, redactado de forma colaborativa con la ayuda de los profesionales, cuidadores y familiares, tras varios meses de compañía y diálogo. De hecho, el proyecto se fundamenta en dos ejes:
- escribir para conservar la memoria de vida
- leer para vivir otras vidas
‘Vidas con Historia’ ha permitido a los residentes narrar los momentos más importantes de su trayectoria vital y, a su vez, legar la memoria de tiempos pretéritos explicados en primera persona.
Tres ‘Vidas con Historia’ del centro DomusVi Decanos
- Ani, de cómo convertir lo negativo en positivo
La inteligencia natural y el espíritu activo y curioso de Ani López Mazo (Navarredonda de Gredos, 1928) la llevaron a aprender de la lectura y la experiencia lo que no pudo conseguir estudiando. Esta misma inquietud hizo que, al diagnosticarle diabetes, consiguiera mejorar la vida de muchas personas fundando la Asociación de Diabéticos de Ávila a través de la que ayudó a informar, divulgar y compartir experiencias de numerosos enfermos.
- Ina y su gran familia
Nacida en Mediana de Voltoya en 1934, Ignacia Garzón Jiménez tuvo la gran suerte de poder estudiar mecanografía y taquigrafía. Un tío suyo recién llegado de Filipinas la alentó a estudiar idiomas. En las clases de inglés fue donde conoció al que se convirtió en su marido al cabo de un año, Federico Koch, de padre alemán y madre española. Con el tiempo, se fueron a vivir a Alemania, donde prosperaron hasta tener nueve hijos y donde llevó el sabor de España a la mesa alemana. Hoy en día, recibe llamadas y visitas de numerosas partes del mundo, ya que sus hijos y nietos están repartidos por distintas ciudades.
- Fernanda, una convencida feminista
Fernanda Rodríguez Almarza (Blasco Sancho, 1928) destacaba en la escuela por su inteligencia y por su voluntad y valía para estudiar. A pesar de poseer dichas cualidades, su familia no contempló tal opción por el hecho de ser mujer. Siempre vio claro que la cultura proporcionaba trabajo y libertad a las mujeres, valores que defendió a ultranza y trasladó a sus cuatro hijas.
Pueden ver un vídeo resumen del proyecto ‘Vidas con Historia’ de DomusVi aquí: