Según muestran los resultados del ensayo clínico ADHEFAP, liderado por farmacéuticos de primaria, su labor llega a mejorar un 72% la adherencia en pacientes mayores polimedicados. Se estima que en los países desarrollados sólo el 50% de los pacientes crónicos cumplen con su tratamiento.
La Organización Mundial de la Salud considera la falta de adherencia a los tratamientos como un problema de salud pública. Se estima que en los países desarrollados sólo el 50% de los pacientes crónicos cumplen con su tratamiento; y el porcentaje se reduce cuando se trata de determinadas patologías crónicas frecuentes. Por eso, la propia OMS lleva años apuntando a un enfoque multidisciplinar como solución para eliminar las barreras a la adherencia terapéutica y mejorar la salud de la población.
En este tema se ha centrado el ensayo clínico ADHEFAP, en el que han participado cuatro direcciones asistenciales y trece centros de salud de la Comunidad de Madrid, con el fin de mejorar la adherencia en pacientes polimedicados no institucionalizados de entre 60 y 74 años. El ensayo recibió el Premio Extraordinario al mejor proyecto de adherencia del año, en la categoría de Atención Primaria, en los Premios OAT Adherencia 2022.
Tal y como explica explica Ana Díez, una de las investigadoras principales de este estudio y miembro de Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (SEFAP), “en la Comunidad de Madrid ya hay otros programas para las personas más mayores, pero queríamos trabajar en este grupo de población con patologías crónicas y polimedicado que normalmente vive en su propia casa y muchas veces tiene problemas de adherencia que provocan que al final no sigan de forma adecuada el tratamiento”.
71 pacientes han formado parte del ensayo, divididos en dos grupos, uno control y otro de intervención. A este último grupo se le hizo un seguimiento para trabajar la adherencia a través de tres entrevistas telefónicas, en las que se analizaban los conocimientos de los pacientes sobre los medicamentos que tenían prescritos y los problemas que presentaban en cuanto a la adherencia (olvido, falta de convencimiento con el tratamiento, etc.), para encontrar las mejores soluciones.
Según el ensayo, ambos grupos de pacientes experimentaron una mejora en la adherencia; una mejora que fue ostensiblemente superior (38% más) en el grupo intervención. “En el grupo intervención la mejora fue del 72%, mientras que en el grupo control esa mejora se quedó en el 34%. Ya sabíamos que en los ensayos los grupos placebo también tienden a mejorar por el simple hecho de saber que los están controlando, pero la diferencia es importante. Los pacientes del grupo intervención tuvieron más del doble de probabilidades de pasar a ser adherentes en comparación con los pacientes del grupo control”, señala Díez.
A juicio de esta investigadora, este estudio demuestra que “el farmacéutico de atención primaria es un agente más dentro del sistema sanitario que podría hacer una actividad complementaria y de apoyo a las que ya se vienen realizando desde los centros de salud para mejorar la adherencia, aunque actualmente, en la Comunidad de Madrid, no están ubicados en estos lugares. Una mejora de la adherencia acabaría revirtiendo en beneficio del estado de salud de los pacientes y del propio sistema sanitario”.