La compañía biofarmacéutica AbbVie ha desarrollado XEN63, un nuevo implante indicado para reducir la presión intraocular (PIO) en pacientes con glaucoma primario de ángulo abierto cuando los tratamientos farmacológicos previos han fallado. Este lanzamiento amplía la gama de implantes XEN y permite que más pacientes puedan beneficiar de una cirugía menos invasiva con el objetivo de frenar la pérdida de visión.
XEN63 es un pequeño tubo de gel biocompatible de 6mm que permite que el humor acuoso fluya directamente de la cámara anterior hacia el espacio subconjuntival. Esto reduce la presión intraocular (PIO) y, en el caso de XEN63, se alcanzan PIO todavía más ambiciosas debido a que su diámetro interior es mayor que el de otros implantes. En consecuencia, la bajada de la PIO se mantiene en el tiempo (datos disponibles a 5 años), frenar la pérdida de visión provocada por el glaucoma.
Otra de las ventajas es su versatilidad, por lo que podría adaptarse a un perfil de paciente más amplio, en parte, porque ofrece la posibilidad de colocarlo solo, o en combinación con cirugía de catarata. Pero también porque reduce significativamente o elimina el número de tratamientos tópicos (gotas), habitualmente necesarios para tratar esta patología. Todo esto, habiendo mostrado un perfil de seguridad similar al de otros implantes de esta gama.
El implante XEN63 se coloca mediante cirugía de glaucoma mínimamente penetrante por microincisión que utiliza la vía de salida de la trabeculectomía, es decir, el mismo procedimiento que XEN45. Este tipo de cirugías son menos invasivas y más rápidas que las tradicionales (de unos 10 minutos de duración), permiten una recuperación más acelerada del paciente y reducen posibles complicaciones e intervenciones adicionales.
Más de un centenar de oftalmólogos especialistas en glaucoma de toda España se reunieron recientemente para asistir al lanzamiento oficial de XEN63. Tal y como señaló el profesor José María Martínez de la Casa, catedrático de Oftalmología de la Universidad Complutense y jefe del Departamento de Glaucoma del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, “la finalidad de los tratamientos para el glaucoma debe ser ralentizar la progresión de la enfermedad, de modo que esta no afecte al día a día de quienes la padecen. Este nuevo implante supone una nueva oportunidad para los pacientes, ya que se trata de una cirugía menos invasiva que les aporta una mayor calidad de vida”.
Además, al estar diseñado para obtener una mayor eficacia, XEN63 “amplía el perfil de paciente que se puede beneficiar de esta cirugía, y se configura como una posibilidad menos invasiva para pacientes en los que la PIO objetivo es más ambiciosa y que, hasta ahora, se les hubiera planteado otra técnica quirúrgica más agresiva”, recalcó el jefe del Departamento de Glaucoma del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.
El glaucoma es una patología neurodegenerativa en la que el nervio óptico se daña y deteriora debido al incremento considerable de la PIO, provocando la pérdida gradual e irreversible de la visión. A pesar de que más de 64 millones de personas en todo el mundo padecen esta enfermedad, todavía no se le conoce cura. En cambio, los tratamientos existentes están dirigidos a evitar su progresión mediante la reducción y el control de la PIO.
Uno de los principales problemas que presenta el glaucoma es que no muestra síntomas más allá de la pérdida gradual de la visión. Concretamente, los pacientes notan que la visión lateral se resiente, provocando un “efecto túnel”. Si no se trata, la pérdida avanza hacia la visión central de forma irrecuperable4. Todas estas características han convertido al glaucoma en la primera causa de ceguera irreversible en el mundo.
En Europa, el 50% de los casos de glaucoma están sin diagnosticar, y su prevalencia estimada es del 3,5% en personas de entre 40 y 80 años. Además, se espera que en 2040 haya más de 112 millones de afectados por esta enfermedad, algo que se puede explicar debido al envejecimiento de la población y el hecho de que algunos estudios apuntan a que la miopía podría ser un factor de riesgo relevante para el desarrollo del glaucoma.
Por todos estos motivos, los expertos de la biofarmacéutica AbbVie recomiendan realizar revisiones periódicas con el oftalmólogo –especialmente en personas de alto riesgo–para detectar la enfermedad mediante la medición de niveles de PIO y, de este modo, evitar posibles casos de ceguera irreversible.