La Obstrucción Prostática Benigna (OPB) afecta a uno de cada cuatro varones de 50 años, una tercera parte de los mayores de 60 y un 80% de los de más de 80. Se trata de una de las patologías masculinas más frecuentes y representa el primer motivo de consulta en los servicios de urología en España.
Dada la alta incidencia de la Obstrucción Prostática Benigna, resulta de vital importancia contar con un documento de consenso que permita un abordaje conjunto y coordinado de la enfermedad por parte de los distintos profesionales médicos a todos los niveles asistenciales.
En este sentido, el documento “Criterios de derivación en OPB para AP”, de cuyo primer lanzamiento ha cumplido 15 años, se ha convertido en hoja de ruta y manual de obligada consulta para farmacéuticos, urólogos y profesionales médicos de la Atención Primaria, ya que incluye diferentes apartados relacionados con el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de pacientes con OPB, además de algunos destacados como herramientas útiles, consejos para el paciente, información de sociedades, algoritmos o valoraciones profesionales, entre otros.
Además, este manual aporta herramientas para excluir otro tipo de patologías con sintomatología similar y establece una serie de pautas para decidir eficazmente sobre posibles tratamientos y/o derivar casos a unidades urológicas especializadas, dependiendo de su gravedad.
El desarrollo de este documento nació en 2008 del trabajo conjunto de la Asociación Española de Urología (AEU), la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) y la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), junto a la colaboración de GSK. Coincidiendo con la V edición del documento, la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (SEFAC), que desempeña un papel fundamental en el buen control y la adherencia a los tratamientos, se ha unido al resto de sociedades colaboradoras.
Durante la presentación de este documento, el Dr. Álvarez-Ossorio, presidente de AEU, destacó la importancia para apuntalar la colaboración entre los profesionales médicos de Atención Primaria y Urología a lo largo de estos años, señalando que “cuando los profesionales médicos de diferentes niveles asistenciales nos reunimos y conocemos las realidades de ambos mundos podemos acordar cuáles son más importantes y por tanto derivar antes, y cuáles se pueden manejar en Atención Primaria”.
Por su parte, la Dra. Lourdes Martínez Berganza, vicepresidenta de SEMERGEN, afirmó que, desde su primer lanzamiento, “Criterios de derivación en OPB para AP” ha significado “un cambio en el abordaje diagnóstico, terapéutico y de seguimiento de la OPB por parte de los médicos de Atención Primaria”.
Y es que la implementación de esta Hoja de Ruta ha permitido mejorar la adherencia a los tratamientos y diagnosticar con mayor facilidad las situaciones clínicas que requieren ser derivadas a servicios de urología para poder ampliar su estudio, o aquellos casos en los que, de no ser tratada adecuadamente, la OPB progresiva puede llegar a requerir un tratamiento quirúrgico.
La presidenta de la SemFYC, la Dra. Remedios Martín Álvarez, hizo hincapié en que este tipo de consensos resulta imprescindible para los médicos de familia, ya que a sus consultas llega el 90% de los pacientes. “La capacidad resolutiva de la Atención Primaria pasa por tener herramientas basadas en la evidencia y el rigor científico”, comento la doctora, añadiendo que “el manual supone también una ayuda a la hora de acercarse a la perspectiva del paciente y establecer las bases para la toma compartida de decisiones terapéuticas”.
Por su parte, el Dr. Antonio Fernández-Pro, presidente de SEMG, puso de relieve el papel clave de la Atención Primaria en la detección temprana de la Obstrucción Prostática Benigna, en el correcto tratamiento desde las fases iniciales de la enfermedad y en la promoción de un estilo de vida saludable para prevenir su progreso.
“En estos últimos años, el manejo de la patología ha evolucionado hacia un enfoque más centrado en el paciente, con una mayor atención a las opciones de tratamiento menos invasivas y la prevención de efectos secundarios indeseables. Se han desarrollado nuevos medicamentos y mejorado las técnicas. Además, se ha promovido una mayor concienciación sobre la importancia de la detección temprana y la elección del tratamiento más adecuado, con el fin de prevenir complicaciones graves a largo plazo”, indicó el doctor.
Junto a los médicos de Atención Primaria, los farmacéuticos comunitarios son también un puntal en la detección y seguimiento de la Obstrucción Prostática Benigna. En este sentido, el Dr. Vicente J. Baixauli, presidente de SEFAC, indicó que “la labor del farmacéutico es fundamental para la prevención, la educación sanitaria y la adherencia terapéutica. Además, dada su gran accesibilidad y relación cercana con la comunidad, la farmacia comunitaria es un lugar idóneo para la detección precoz de los pacientes con problemas del tracto urinario inferior, sintomatología que puede ser indicativa de OPB”.
El director de Sociedades Científicas de GSK España, Ángel Rodríguez Corcos, señaló por su parte que “colaborar con esta iniciativa supone mantener nuestro compromiso en la lucha contra las enfermedades prostáticas y nuestra implicación para favorecer la formación de los profesionales sanitarios y actualizar, en este caso, sus conocimientos acerca de la Obstrucción Prostática Benigna, con el objetivo de que ello repercuta en una mejor atención de los pacientes”.
Obstrucción Prostática Benigna, uno de los principales motivos de consulta urológica
La Obstrucción Prostática Benigna es uno de los principales motivos de consulta urológica, junto con otras patologías como incontinencia urinaria, disfunción eréctil, infección de orina y cánceres urológicos. La enfermedad se manifiesta mediante el crecimiento benigno de la glándula prostática, asociado a la edad y a la exposición crónica que tiene la próstata a la testosterona, la hormona masculina.
Quienes padecen Obstrucción Prostática Benigna generalmente refieren síntomas urinarios tales como molestias al orinar, sensación de vaciado vesical incompleto o aumento de la frecuencia miccional diurna y nocturna, lo que acaba afectando a la calidad de vida de estos pacientes. Además, en ocasiones pueden surgir dificultades como infecciones urinarias, formación de cálculos en la vejiga, retención aguda de orina (RAO), e incluso deterioro progresivo de la función de los riñones que, de no ser controlado, puede llegar a desembocar en insuficiencia renal.
Al tratarse de una enfermedad que correlaciona con la edad, los especialistas recomiendan consultar con el médico de Atención Primaria en cuanto aparezcan los primeros síntomas en lugar de esperar a que surjan complicaciones que obliguen a derivar sin remedio al paciente a los servicios de urología.