Once sociedades científicas y asociaciones de pacientes se han unido para elaborar un documento en el que se solicita a la administración que se favorezca la correcta anticoagulación a los pacientes mediante la libre prescripción de los anticoagulantes orales de acción directa (ACOD) en España.
Tal y como se señala en este documento elaborado conjuntamente por sociedades científicas y asociaciones de pacientes, han pasado varios años desde los contactos mantenidos con la administración en relación con la necesidad de revisar el informe de posicionamiento terapéutico (IPT) y eliminar el visado para la financiación de los anticoagulantes orales de acción directa (ACOD) para la prevención del ictus y otros fenómenos tromboembólicos en los pacientes con fibrilación auricular «sin que se hayan producido avances».
Por ello, consideran «absolutamente necesario» ajustar el uso de estos fármacos «a las evidencias existentes y a las recomendaciones internacionales de forma urgente» con el objetivo de «garantizar el mayor beneficio para los pacientes y la equidad en el acceso a dichas medicaciones«.
En concreto, esta petición está suscrita por las sociedades de Cardiología (SEC), Neurología (SEN), Medicina Interna (SEMI), Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), Trombosis y Hemostasia (SETH), Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), Médicos Generales de Familia (SEMG), Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), la Federación Española de Asociaciones de Anticoagulados (FEASAN), Freno al ictus y la Alianza General de Pacientes (AGP).
Prevenir el ictus y la embolia sistémica
Los ACOD son un grupo de medicamentos anticoagulantes que constituyen la primera elección para prevenir el ictus y la embolia sistémica en la mayoría de los pacientes con fibrilación auricular. Desde su llegada hace 10 años como mejor alternativa al tratamiento con AVK (Sintrom), se ha producido una robusta evidencia científica que no deja lugar a dudas sobre la superior seguridad y eficacia de estos fármacos sobre los clásicos. «Los ACOD no solo son más seguros, sino que además hacen la vida más cómoda tanto a los pacientes, sobre todo a los más dependientes, como a sus familiares», recoge el documento.
La evidencia es tan incontestable que todas las recomendaciones internacionales los sitúan como los fármacos de elección en la mayoría de los pacientes anticoagulados. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) los ha incluido en el catálogo de medicaciones esenciales.
Todo ello ha contribuido al aumento del uso de ACOD en los países de la Unión Europea, donde la tasa media de prescripción de estos fármacos sobre el total de anticoagulantes orales se sitúa en el 80%. No obstante, la situación en España es claramente mejorable: con una tasa de uso de ACOD del 56%. Existe, además, una notable variabilidad en el uso de ACOD entre las distintas comunidades autónomas.
Como señalan las entidades firmantes de este documento, durante mucho tiempo, la administración ha desoído las peticiones de sociedades científicas y asociaciones de pacientes que abogaban por una anticoagulación correcta en nuestro país, alegando que los ACOD son más caros que los clásicos AVK. Sin embargo, algunos de los nuevos anticoagulantes «serán comercializados como genéricos este año, lo que permitirá una reducción estimada media de su precio de un 30%».
En el documento también se hace un análisis del perfil y número de pacientes beneficiados, que serían más de un millón de personas en España (el 4,4% de la población mayor de 40 años) que sufre fibrilación auricular, causante del 20% de los ictus.
Numerosos estudios científicos demuestran que más de la mitad de los pacientes que reciben AVK en España están mal anticoagulados, con el consiguiente aumento del riesgo de eventos trombóticos, hemorrágicos, de la mortalidad y del gasto sanitario.
Por el contrario, el uso de ACOD en España al nivel de las tasas europeas, podría evitar 2.014 ictus y 3.456 hemorragias mayores al año, en base a los resultados del estudio español FANTASIIA, realizado por la Agencia de Investigación de la SEC. «Con una anticoagulación correcta, se podrían ahorrar 167 millones de euros al año en España», afirma el documento firmado por todas las citadas sociedades científicas y asociaciones de pacientes.