Algo más de 14.000 millones de euros anuales suponen cada año los costes de la soledad no deseada en España, lo que equivale al 1,17% del Producto Interior Bruto (PIB) de 2021, tal y como revela un estudio impulsado por SoledadES, observatorio que abordar el problema que supone el aislamiento involuntario en la sociedad actual.
El objetivo del informe ‘El coste de la soledad no deseada en España’, el primero de estas características elaborado en España, es medir los costes que produce la soledad no deseada en la sociedad. De esta forma, cuantifica por un lado los costes sanitarios, tanto en relación con la frecuentación de los servicios, como en cuanto a uso de medicamentos; y por otro, los costes económicos referidos a pérdidas de productividad relacionadas con la reducción del tiempo de trabajo que produce la soledad no deseada.
Además, se miden los costes intangibles, que muestran la reducción de calidad de vida provocada por el sufrimiento físico y emocional. Así, la soledad no deseada hace que cada año se pierdan en nuestro país más de 1 millón de AVAC o años de vida disfrutando de plena salud. Esto representa el 2,79% de los años de vida de plena salud totales de la población española mayor de 15 años.
Para su elaboración, los investigadores han partido de los resultados de una encuesta específica sobre soledad a la que han respondido un total de 4.004 personas mayores de 15 años y representativas de la sociedad española por sexo, edad y tamaño de hábitat.
Y en cuanto al cálculo de los costes por pérdida de calidad de vida, que son intangibles, se utiliza la medida de estado de la salud denominada AVAC (Años de Vida Ajustados por Calidad). Tal y como explica el trabajo, un AVAC es una medida de salud que permite medir tanto las pérdidas de Calidad de Vida Relacionada con la Salud, como la reducción en la esperanza de vida. Un AVAC es un año de vida disfrutando de plena salud.
La soledad no deseada cuesta 14.141.088.527 euros casa año
Según este trabajo, realizado por expertos de las Universidades de A Coruña y Vigo, en colaboración con la plataforma Nextdoor, los costes provocados por la soledad no deseada ascienden cada año en España a 14.141.088.527 euros, una cifra que se obtiene de la suma de:
- los gastos sanitarios (consultas médicas y consumo de fármacos)
- las pérdidas de productividad
De acuerdo con el estudio, los costes sanitarios directos asociados a la soledad no deseada equivalen cada año al 0,51% del PIB y ascienden a 6.101.440.763 euros, de los que 5.605,6 millones corresponden a servicios de atención primaria, especializada y hospitalización y 495,9, a medicamentos.
A este respecto, los autores del estudio señalan que las personas en situación de soledad no deseada utilizan los servicios sanitarios con mayor frecuencia que el resto de la población, sobre todo las consultas a especialistas y las visitas a urgencias. Además, consumen más tranquilizantes, relajantes, antidepresivos, estimulantes y medicinas para el corazón que quienes no se sienten solos.
En cuanto a los costes indirectos (los que hacen referencia a las pérdidas de productividad asociadas a las patologías y muerte prematura), el documento distingue entre pérdidas de producción no ligadas a mortalidad y pérdidas de producción debidas a muertes prematuras.
Las primeras engloban las pérdidas de producción derivadas de la reducción del tiempo de trabajo (menos empleo a tiempo completo y más trabajos a tiempo parcial) y, en términos monetarios, ascienden a 7.848,4 millones de euros anuales.
Por su parte, las pérdidas de producción ligadas a muertes prematuras asociadas a la soledad no deseada ascendieron en 2019 a un total de 848 (511 hombres y 337 mujeres), lo que generaría una pérdida de 6.707 años potenciales de vida productiva. Esto se corresponde con un coste estimado en pérdidas de productividad de más de 191,2 millones de euros.
Los jóvenes se sienten más solos que los mayores
El informe analiza también sus causas e incidencia de la soledad no deseada, concluyendo que los jóvenes se sienten más solos que los mayores y que las mujeres sufren la soledad más que los hombres.
En concreto, señala que el 13,4% de la población que vive en España padece aislamiento involuntario y que lo sufren más las mujeres que los hombres (12,1% y 14,8%, respectivamente).
Por edad, el trabajo evidencia que las personas más jóvenes (de entre 16 y 26 años) son las que más solas se sienten, con un 21,9%, y que hasta los 74, a medida que cumplen años disminuye su sentimiento de soledad. Sin embargo, en la franja de 65 a 74 años, la percepción de aislamiento involuntario vuelve a subir hasta situarse en el 12.2%.
La soledad no deseada tiene causas muy variadas
En cuanto a las causas que provocan la soledad, el informe indica que son variadas y las divide en externas e internas. Así, detalla que el 79,1% están relacionadas con causas externas, donde las más importantes son las referidas a la ‘falta de convivencia o apoyo familiar o social’, que representan el 57,3%, seguidas de las laborales, con un 11.1%, motivos de aislamiento debido al entorno (8,6%) y ejercer de cuidador/a de otras personas (2%).
Y sobre las causas internas o intrínsecas a la persona, que representan el 19.1% del total, señala que la más importante es la dificultad para relacionarse con los demás (12,7%) y la soledad derivada de un mal estado de salud (6,4%). Dentro del último grupo, el referido a la salud, un 1,4% de los encuestados identifica que su soledad está motivada por tener una discapacidad.
Ligado a este aspecto, este documento del Observatorio Estatal de la Soledad no Deseada (SoledadES) pone de manifiesto que casi un 21% de las personas en situación de soledad no deseada declaran tener algún tipo de discapacidad, principalmente de movilidad y de visión.
Durante la presentación de este informe, la presidenta de SoledadES, Matilde Fernández, afirmó que se trata de «un estudio pionero y un esfuerzo de transparencia democrática por la información muy útil que da a la ciudadanía y a la administración pública para su toma de decisiones. El reto de una buena democracia es una utilización correcta de los recursos públicos y este estudio marca camino».
Por su parte, Miguel Carballeda, presidente del Grupo Social ONCE, recalcó “la necesidad de luchar, entre todos, contra esta lacra social que es la soledad y que tiene un fuerte impacto en los individuos que la sufren en su día a día, tal y como muestra este estudio”, animando “a las instituciones y administraciones públicas para que desarrollen políticas que eviten la soledad en este mundo tan hiperconectado”.
En esta línea, la directora del sur de Europa de Nextdoor, Marta Álvarez, declaró que esta plataforma está “comprometida con la lucha contra la soledad no deseada a escala global y trabajamos a diario en diferentes países para reforzar los lazos sociales y la respuesta comunitaria frente a esta problemática social que afecta cada vez a más personas en España y en el mundo”.