Un artículo de José Luis Castaño,
Consultor de Educación en SMART Technologies
Algo tan simple como enviar un correo electrónico o escribir un mensaje a veces puede parecer una misión imposible para las personas mayores. La brecha digital es una realidad que afecta a estas personas, ya que muchas de ellas no han crecido en un entorno digital y pueden haber abandonado la fuerza laboral antes de tener que sentirse cómodos con la tecnología cotidiana. El Instituto Nacional de Estadística afirma que el 28,6% de las personas mayores de 65 años no utiliza Internet frecuentemente, lo que supone todo un reto en un mundo cada vez más digitalizado.
Si bien es cierto que esta brecha se está cerrando gradualmente y cada vez más personas mayores se están volviendo más alfabetizadas tecnológicamente, todavía existe una gran brecha intergeneracional. Esto puede evitar que accedan a servicios y actividades digitales que podrían mejorar sus relaciones y, en última instancia, su calidad de vida.
Los dispositivos digitales se pueden adaptar para ser más accesibles para las personas mayores, como las soluciones de pantalla táctil y reconocimiento de voz para facilitar las videollamadas con amigos y familiares. Además, la tecnología también puede ayudar a las personas mayores a mantenerse conectadas y participar en la vida comunitaria a través de la realidad virtual y aumentada.
Desafíos de la brecha digital
Podemos centrarnos principalmente en tres claves para reducir la brecha digital:
- Por un lado, el acceso a las nuevas tecnologías. No todos tienen equipos tecnológicos en casa y, cuando lo hacen, muchas personas se encuentran perdidas y sin los conocimientos necesarios para usarlos como apoyo en sus actividades diarias.
- Aunque los cursos sobre nuevas tecnologías para personas mayores son cada vez más frecuentes, no siempre se les proporciona el acompañamiento personal y cercano adecuado y a menudo se centran en CÓMO usar la tecnología, no en por qué usarla, que es discutiblemente más importante.
- En tercer lugar, y complementando los dos primeros puntos, es necesario aumentar la accesibilidad de estas tecnologías, para que se adapten a sus capacidades y posibilidades.
Esta es la idea detrás de un nuevo y emocionante acuerdo entre el proveedor global de tecnología SMART Technologies y la Junta de Castilla-La Mancha, que equipará a los centros de mayores de la región con más de 400 dispositivos y software, diseñados específicamente para ayudar a la estimulación cognitiva y apoyar el envejecimiento activo. Los residentes de más de 200 centros tendrán acceso a esta tecnología.
La solución está diseñada específicamente para ser interesante, atractiva y colaborativa. Varias personas pueden interactuar con el panel al mismo tiempo, a través de medios como videos e imágenes 3D. También pueden compartir sus pensamientos y conectarse con otros mediante el uso de tinta digital intuitiva para escribir, dibujar o usar sellos en la pantalla que se sienten tan naturales como un bolígrafo sobre papel. También funciona a la perfección con tecnologías como la realidad aumentada y las opciones de realidad virtual para permitir experiencias inmersivas para todo, desde viajes hasta fitness.
De esta manera, pretende apoyar el envejecimiento activo a través de la estimulación cognitiva y ofrecer experiencias únicas a través de la tecnología que de otro modo no serían posibles.
En el marco de este proyecto, los centros de mayores de Castilla La Mancha se transformarán en espacios digitales de aprendizaje. El apoyo es esencial, no solo para aprender las habilidades técnicas, sino también para que las personas pierdan el miedo a usar ciertas tecnologías. Es necesario dedicar el tiempo necesario a estas personas mayores, en un espacio cercano y participativo, con una actitud de escucha y empática.
Es importante mencionar que el apoyo es esencial para ayudar a las personas mayores a perder el miedo al uso de la tecnología, por lo que el personal de los centros recibirá capacitación sobre el uso de la tecnología y cómo apoyar a otros con ella.
Estas iniciativas son cada vez más necesarias y deben ir acompañadas de una acción integral para promover la accesibilidad digital para las personas mayores. La tecnología adaptada y el apoyo cercano pueden tener un impacto significativo en sus vidas, permitiéndoles ser más independientes, conectarse más fácilmente o de diferentes maneras con su entorno y disfrutar de más actividades, para el envejecimiento activo.