Según un estudio del Karolinska Institutet las moléculas de azúcar en la sangre podrían predecir la aparición de la enfermedad de Alzheimer 10 años antes de los primeros síntomas. La necesidad de métodos no invasivos de detección de la enfermedad de Alzheimer se está volviendo cada vez más importante y la detección temprana es fundamental para el tratamiento eficaz.
El diagnóstico precoz y el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer requieren métodos de detección fiables y rentables. En este sentido, investigadores del Karolinska Institutet han descubierto que un tipo de molécula de azúcar en la sangre está asociada al nivel de tau, una proteína que desempeña un papel fundamental en el desarrollo de la demencia grave. El estudio, publicado en Alzheimer’s & Dementia, puede facilitar el camino hacia un sencillo procedimiento de cribado capaz de predecir la aparición de Alzheimer con diez años de antelación.
Según Robin Zhou, primer autor del estudio, estudiante de Medicina e investigador afiliado al Departamento de Neurobiología, Ciencias Asistenciales y Sociedad (NVS) del Karolinska Institutet, «el papel de los glicanos, estructuras formadas por moléculas de azúcar, es un campo relativamente inexplorado en la investigación de la demencia».
«Demostramos en nuestro estudio que los niveles sanguíneos de glicanos se alteran tempranamente durante el desarrollo de la enfermedad. Esto podría significar que podremos predecir el riesgo de enfermedad de Alzheimer con sólo un análisis de sangre y una prueba de memoria.», asegura Zhou.
En la enfermedad de Alzheimer, las neuronas del cerebro mueren, lo que se cree que es consecuencia de la acumulación anormal de las proteínas beta amiloide y tau. Los ensayos clínicos de fármacos contra el Alzheimer demuestran que el tratamiento debe comenzar en una fase temprana del proceso patológico, antes de que hayan muerto demasiadas neuronas, para invertir el proceso antes de que sea demasiado tarde.
Predecir el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer
Investigadores del Karolinska Institutet han demostrado ahora que el nivel de una determinada estructura glicana en sangre, denominada N-acetilglucosamina bisecada, puede utilizarse para predecir el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.
El grupo de investigación ya había demostrado anteriormente una relación entre la proteína tau y los niveles de glicanos en personas con enfermedad de Alzheimer, pero estos análisis se realizaron en líquido cefalorraquídeo.
Al medir los niveles de glicanos en sangre, los investigadores descubrieron que los individuos con niveles coincidentes de glicanos y tau tenían más del doble de probabilidades de desarrollar demencia de tipo Alzheimer.
«También demostramos que un modelo estadístico sencillo que tiene en cuenta los niveles de glicanos y tau en sangre, el gen de riesgo APOE4 y una prueba de memoria, puede utilizarse para predecir la enfermedad de Alzheimer con una fiabilidad del 80% casi una década antes de que aparezcan síntomas como la pérdida de memoria«, afirma la autora Sophia Schedin Weiss, docente en el NVS del Karolinska Institutet.
17 años de seguimiento
Los resultados se basan en 233 participantes del Estudio Nacional Sueco sobre Envejecimiento y Cuidados en Kungsholmen (SNAC-K). Las muestras se recogieron entre 2001 y 2004, y se realizó un seguimiento periódico de los participantes en relación con factores como la pérdida de memoria y la presencia de demencia. Los seguimientos se realizaron cada tres a seis años y continuaron durante 17 años.
Los investigadores analizarán ahora muestras de sangre de los participantes restantes del estudio SNAC-K, así como de participantes en otros estudios sobre el envejecimiento dentro y fuera de Suecia.
«Estamos colaborando con investigadores de atención primaria de Suecia para evaluar distintos biomarcadores de demencia en centros de atención primaria«, dice el Dr. Schedin Weiss. «Esperamos que los glicanos en la sangre resulten ser un complemento valioso a los métodos actuales de cribado de la enfermedad de Alzheimer que permita detectar precozmente la enfermedad», asegura Weiss.
Tal y como señalan los investigadores, existe una necesidad, tanto práctica como económica, de métodos no invasivos de detección del Alzheimer, y son preferibles los marcadores en sangre, ya que tomar muestras del líquido cefalorraquídeo es más difícil y las imágenes cerebrales son caras.
El estudio ha sido realizado por investigadores del grupo de Lars Tjernberg, de la División de Neurogeriatría del Instituto Karolinska, en colaboración con el Centro de Investigación del Envejecimiento del Instituto Karolinska, el Centro de Investigación Gerontológica de Estocolmo y el Hospital Universitario Karolinska.
Las personas interesadas pueden consultar aquí. el estudio «A glycan epitope correlates with tau in serum and predicts progression to Alzheimer’s disease in combination with APOE4 allele status».